Tensión entre Génova y la CEOE

Casado abraza el discurso contra los empresarios tras el giro de Garamendi

El PP empieza a alejarse de los primeros ejecutivos y a verbalizar su enfado por el respaldo de una parte a los indultos. Los fondos europeos, entre los motivos para que apoyen la medida, según el partido.

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, preside la reunión de la plenaria conjunta de los grupos parlamentarios de la formación en el Congreso y en el Senado, este lunes en la Cámara Baja.
Casado abraza el discurso contra los empresarios tras el giro de Garamendi
Agencia EFE | Emilio Naranjo

Los indultos a los líderes del procés han hecho saltar muchas más costuras de las que se podían pensar, al punto de convertir en puntuales enemigos a tradicionales correligionarios. Es lo que ha ocurrido entre el PP y los empresarios, debido al posicionamiento favorable de la patronal a las medida de gracia. De hecho, ese favor para los políticos catalanes condenados ha desatado una reacción muy dura de Génova, que no quiere sumarse a esa ola e insiste en su postura de negarse a que la medida prospere. Un reproche que ha verbalizado ante su grupo parlamentario el propio líder de los 'populares', Pablo Casado.

El discurso del jefe de filas de los 'populares' este lunes ha resultado ser una andanada contra los primeros ejecutivos que respaldan los indultos. La dureza de su intervención ha estado medida y muy pensada por Casado y su equipo, como señalan fuentes consultadas por La Información. Un planteamiento que empezó a coger forma cuando el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se mostró a favor de los indultos. Aun así, ha sorprendido por no haber escatimado en dureza. El acto del Liceo en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado el movimiento ha sido el principal foco de los ataques. La frase sobre quienes asistían al evento ("una supuesta sociedad civil, rota y débil, entregada a un Gobierno con dinero, pero sin principios") es una de la que ha retumbado en la sala. A lo que ha sumado referencias constantes a las firmas, como "nuestros únicos accionistas son los españoles" o "no nos debemos a ningún editorial, a ningún consejo de administración".

Gran parte de este enfado del PP con las cúpulas empresariales está relacionado con el reparto de los fondos europeos. Las fuentes consultadas por esta redacción se quejan de que hay firmas que han abandonado toda crítica o cuestionamiento de lo que hace Moncloa por su interés en recibir el 'maná' europeo. Lo que se explica con que, según su versión, apenas trasciendan ya críticas a la gestión de los mismos. Hasta solo hace unas semanas, las quejas por asuntos como la forma de percibir el dinero llegaban a la opinión pública. El criterio ha cambiado, aseguran las mismas fuentes de Génova. Ahora, habría más interés en ser quienes puedan desarrollar los PERTE u otras colaboraciones público-privadas gracias al rescate, insisten. La frase elegida por Casado para mostrar ese descontento ha sido la de que "ningún lobby en búsqueda de fondos europeos, ningún cabildeo cortesano, logrará apartarnos de nuestro camino".

Los destinatarios de esos mensajes no son otros que los empresarios y autoridades catalanas que han acudido a respaldar a Sánchez en el día señalado para comunicar oficialmente que iba a indultar a los nueve condenados con penas pendientes. Entre los presentes estaban las cúpulas de las distintas patronales catalanas, como la de Foment que lidera Josep Sánchez-Llibre o Pimec, con su presidente, Antoni Cañete, en las primeras filas del teatro. También ha acudido en masa el conocido como 'Ibex catalán', con la presencia destacada de los presidentes de Banco Sabadell y Repsol, Josep Oliu y Antonio Brufau. Otras firmas catalanas han enviado representantes, como Planeta. Junto a ellos estaban los jefes de empresas públicas vinculados al PSC, como Maurici Lucena por Aena o Isaías Taboas por Renfe.

Aun con toda esa retahíla de nombres ilustres, en el PP han decidido tirar para adelante con una colección de críticas muy severas. Unas palabras que no están dichas al azar, y en las que ha llegado a recordar que hubo compañías que se beneficiaron de las políticas de Mariano Rajoy cuando quisieron abandonar Cataluña por el procés. "Los que se fueron de Cataluña para defender su cuenta de resultados del independentismo no pueden pretender que nos vayamos ahora de Cataluña para mantener la cuenta de resultados de Sánchez con el independentismo", ha expuesto Casado. Por eso ha querido dejar claro que este apoyo a la decisión de Sánchez no supondrá que le hagan cambiar de opinión. Según ha señalado, está "seguro" de que su camino "es el mejor para los españoles y van a compartirlo mayoritariamente con nosotros".

Todo este enfado de Génova con los empresarios catalanes empezó con la famosa frase de Garamendi en una entrevista. Aunque el propio presidente de la CEOE ha rectificado en varias ocasiones y ha asegurado que se le malinterpretó, sus palabras sirvieron para que se abriera la veda de los posicionamientos. Hasta entonces, no se habían producido pronunciamientos claros sobre qué pensaban los ejecutivos de los indultos. En el PP estuvieron tranquilos hasta ese momento. Desde ahí, empezaron a mostrarse incómodos. Algo que dejó ver el propio Casado durante su intervención en el Cercle d'Economia la pasada semana. 

La estrategia del PP abre varios interrogantes sobre cómo evolucionará su relación con el empresariado catalán. No hay precedentes ni escenarios similares en el pasado. Las relaciones eran muy buenas entre Génova y las patronales catalanes. Otras formaciones, como Podemos, incluso han señalado una vinculación preferencial entre las empresas y los partidos de derecha. Esa lealtad se reforzó todavía más cuando el Ejecutivo de Rajoy ayudó a todas esas compañías que rechazaban el procés a trasladar sus sedes. Ahora, Casado ha utilizado esa situación para poner en duda el respeto que existía entre ambas partes. Su contundencia y la del resto de su dirección muestra que no tienen intención de dar un giro.

Mostrar comentarios