Revuelo con la posición de Moncloa

Cargos del PSOE se oponen a conceder los indultos a los líderes del 'procés'

Sánchez prepara el terreno para aprobar esta medida de gracia. Los socialistas críticos no ven arrepentimiento en los condenados mientras otros cuadros apuestan por ser "valientes" en este momento.

Saludo entre Pedro Sánchez y Oriol Junqueras
Cargos del PSOE se oponen a conceder los indultos a los líderes del 'procés'
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Moncloa ha activado la 'Operación Reencuentro con Cataluña'. El propio Sánchez ya ha dejado claro que su Gobierno va a estudiar con detenimiento los indultos a los líderes del 'procés' y que en su decisión van a primar "los principios y valores constitucionales de concordia, diálogo, entendimiento, superación de la crisis y reencuentro". El presidente ha girado y ha defendido una postura muy diferente a la que fijó en el momento de hacerse pública la sentencia ("en un Estado Social y Democrático de Derecho acatamiento significa su íntegro cumplimiento", afirmó entonces) o cuando apoyó sin fisuras la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Ahora plantea "agarrarnos a los valores constitucionales" y no a los sentimientos de "venganza y revancha", una actitud que ya está provocando críticas en sectores del socialismo.

Estos dirigentes y cuatros miembros del PSOE no comparten la posición que mantiene hoy Sánchez respecto a los indultos de los doce condenados por el 'procés'. El debate interno es intenso. Los críticos consideran que aplicar esta medida de gracia al antiguo Govern es contraproducente para el partido en determinados territorios y por eso marcan distancias con las posturas que mantiene en este momento el Gobierno. Se alejan, en definitiva, del "haremos lo que consideremos que es mejor para el interés general de España, cumpliendo con la legalidad vigente" que proclama Moncloa. 

Entre este grupo de 'antiindultos' se encuentra, por ejemplo, Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha ha llegado a pronunciar en público un "que se metan el indulto por donde les quepa". Guillermo Fernández Vara, por su parte, dijo en su día que le parecía "una falta de respeto a la justicia" hablar tan siquiera de esta medida de gracia. Y Susana Díaz, candidata a las primarias del PSOE de Andalucía, ha definido como un "disparate" hablar de ellos. Diputados y cuadros medios también se han expresado en las últimas horas en este sentido. En Ferraz conocen este "ruido" con la decisión que apunta que tomará el Gobierno que, por cierto, ya ha sido censurada por Ciudadanos. 

Otro argumento que emplean los críticos es que los líderes del 'procés' condenados, con Junqueras a la cabeza, no han mostrado ningún tipo de arrepentimiento sobre lo que hicieron y que, además, no han solicitado motu proprio la medida de gracia. Es un argumento político pero la Ley del Indulto no contempla que el arrepentimiento de los actos cometidos sea una condición necesaria para concederlo. Los informes del tribunal sentenciador (el Supremo, que informará esta semana) y de la Fiscalía (que se opone) tampoco son vinculantes. Todo se haría, por tanto, conforme a la legalidad.

Sánchez también cuenta con partidarios de "avanzar" con los indultos. Así se expresa, en este sentido, un cuadro medio del partido: "Hay que elegir bien el momento y los pasos a dar, antes y después. Pero creo que el inmovilismo nos llevará a repetir errores del pasado". Otro socialista defensor de los indultos apuesta por "explicar bien" la decisión y acompasarla a la reforma en ciernes del Código Penal. La legislatura, eso sí, depende de socios como ERC, que en las próximas horas prevé activar la Mesa de negociación bilateral con el Gobierno, con una llamada de Pere Aragonès a Sánchez. En esa Mesa, por cierto, estará Yolanda Díaz, según indican las fuentes consultadas, como ya estuvo Iglesias. El exvicepresidente no se llegó a estrenar en la negociación por una "amigdalitis".

En la coalición, por su parte, no hay problemas. La parte de Unidas Podemos en el Ejecutivo siempre ha sido partidaria de los indultos. Incluso el exvicepresidente Pablo Iglesias había presionado internamente para que Sánchez tomara cuanto antes una decisión en el sentido que apuntó este martes desde Bruselas. Los morados, eso sí, se van a mantener al margen de la postura gubernamental ya que está pactado entre ambos socios que sea el PSOE quien lidere la respuesta al problema de Cataluña.

​El giro de Sánchez: "El debate del indulto no está sobre la mesa"

La decisión política parece tomada, lo que supone un giro radical en la fijación de posiciones de Sánchez desde que llegó a La Moncloa. El 14 de octubre de 2019, cuando aún se encontraba en funciones, afirmó en Moncloa que el Gobierno garantizaría el "íntegro cumplimiento" de la sentencia y añadió: "Quiero manifestar el absoluto respeto y acatamiento de la sentencia del Tribunal Supremo por parte del Gobierno de España". Días más tarde, en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero, completó la posición asegurando que "el debate del indulto no está encima de la mesa porque ni el Gobierno lo ha planteado ni los independentistas lo quieren".

El cambio de postura ya se empezó a intuir en la última comparecencia de Fin de Año de Sánchez. El presidente defendió que "este es un Gobierno que apuesta claramente por el reencuentro, por la reconciliación y por la convivencia en Cataluña". Y completó su discurso afirmando que "es muy importante superar episodios aciagos, que nos sonrojan al conjunto del país. Cuando hablamos de Cataluña, nadie está libre de culpa. Todos hemos cometido errores y tenemos que aprender de esos errores, mirar hacia adelante y encontrar un espacio de reencuentro". Esta misma semana el ministro Juan Carlos Campo ha ido un paso más allá pidiendo que los indultos se vean "con naturalidad".

Los socios del Gobierno de coalición se manifestaron este martes a favor de estos indultos a los líderes del procés. Es el caso de PNV, EH Bildu, Más País y Compromís, que respaldan a Sánchez. El PP, por su parte, ya ha avisado que recurrirá al Supremo si el Consejo de Ministros toma finalmente esa decisión, postura que comparte con Vox.

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