A dos meses de las fiestas

La 'industria' de la Navidad mantiene el pulso pero el Gordo sí nota la pandemia

Las industrias de productos alimentarios típicos de estas celebraciones y el sector del juguete repiten previsiones de producción y ventas. El cava, con un año malo en la vendimia, también acusa el golpe.

Los mantecados continúan produciéndose como otros años en la localidad de Estepa.
Los mantecados continúan produciéndose como otros años en la localidad de Estepa.
La Información

Hacia 1860, Filomena Micaela Ruiz Téllez, ‘La Colchona’, (Estepa, Sevilla, 1837-1910) realizaba las matanzas del cerdo en las casas más señoriales de su localidad y utilizaba el sobrante de manteca para hacer los ‘mantecate’. Éstos se endurecían muy pronto y para evitarlo Micaela resecaba la harina dándole calor, quitándole la humedad. De esta forma consiguió un producto duro por fuera y tierno por dentro. Había inventado uno de los dulces navideños por excelencia, el mantecado. Su marido, que era transportista de Estepa a Córdoba, empezó a venderlos en sus viajes, comenzando así la comercialización del mantecado. 

Hoy, el pueblo de la Sierra de Sevilla, con 12.500 habitantes, es la capital mundial del mantecado y el polvorón. Las 23 empresas dedicadas a la fabricación de estos productos, 19 de ellas acogidas en la Indicación Geográfica Protegida Mantecados y Polvorones de Estepa, comercializan entre septiembre y octubre 23.000 toneladas de estos productos y generan, entre directos e indirectos, 4.500 puestos de trabajo, principalmente femeninos -las ‘mantecaeras’-. También en este fatídico año del SARS CoV 2. De hecho, actualmente, Estepa cuenta con una tasa de paro, pese a las circunstancias, de apenas el 11%, frente al 21,5% del conjunto de Andalucía.

"La situación de pandemia que vivimos ha provocado una mayor incertidumbre también en nuestras empresas. A pesar de todo, la producción de los 'Mantecados y Polvorones de Estepa' se está desarrollando sin contratiempos y se prevé alcanzar este año una cifra similar al anterior, 22.000 toneladas de dulces navideños, que llegarán a los hogares españoles, pero también a otros lugares del mundo" (el 10% de toda la producción se dedica a la exportación), explica el secretario general del Consejo Regulador de la IGP, José María Fernández Fernández

"Estepa es siempre referente en descenso de empleo durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. La ciudad del mantecado sigue estando en cabeza en datos de creación de empleo, con respecto a otras ciudades que también cuentan con industrias estacionales y que no ofrecen datos tan halagüeños". Así, en la campaña de mantecados y polvorones se crean 4.500 empleos entre directos e indirectos. Un dato que hace posible "el milagro de la Navidad, casi el pleno empleo, en un pueblo que apenas supera los 12.500 habitantes". Además, se trata de un empleo "mayoritariamente femenino", ya que unos 2.000 puestos de trabajo directos que genera el mantecado están ocupados por mujeres.

Santiago Fernández es el tataranieto de la inventora del mantecado y la quinta generación familiar al frente de la fábrica de dulces navideños más antigua de Estepa, ‘La Colchona’. "Nosotros estamos en el mismo sitio desde hace 170 años y esta campaña está siendo parecida a las de años anteriores, aunque con las lógicas medidas de seguridad, como hidrogeles, mascarillas, distancia entre trabajadores y haber tenido que habilitar más espacio para recibir a las visitas que vienen a ver nuestra fábrica y tienda". 

Cuenta Santiago que "en cuanto a la campaña, llevamos mes y medio, desde el 15 de septiembre, y las expectativas, la gente está respondiendo porque, pese a todo, las personas no se van a quitar de comer. Nosotros somos un poco diferentes porque no trabajamos con grandes superficies sino con clientes de toda la vida, tiendas gourmet... Tenemos una clientela muy fiel y la gente está respondiendo". Por ello, "nuestras expectativas en producción son incluso algo superiores y hemos adelantado la contratación de personal, 25 personas, las mismas que otros años, para adelantar también la producción, un poco por lo que pudiera pasar, si nos ponemos en lo peor y nos confinan, etc".

Mientras tanto, el sector del turrón, el dulce navideño por excelencia, mueve en España cerca de 500 millones de euros al año y emplea a más de 4.000 personas en época alta. Este año, las expectativas del sector también son altas y, en general, las empresas prevén mantener la producción, "si no aumentarla", cuentan fuentes del sector. Así, por ejemplo, el grupo agroalimentario Confectionary Holding, propietario de las marcas 1880, Doña Jimena y El Lobo, mantiene una estabilidad en la producción de turrón esta Navidad con cerca de 3.000 mil toneladas de dulces navideños y afronta la campaña con alguna incertidumbre ante la Covid-19 y las medidas que se puedan adoptar en la gestión de la pandemia, pero con optimismo. 

El presidente de Confectionary Holding, José Manuel Sirvent, destaca que "no existen precedentes para lo que está aconteciendo y percibimos una incertidumbre común en todo el sector turronero que dependerá parcialmente de las medidas que establezca la administración y los distintos organismos gestores de la Covid-19. El éxito de la campaña radicará en que la gente pueda salir a la calle a realizar sus compras como cada Navidad. Está claro que los ciudadanos queremos celebrar una Navidad con la mayor normalidad posible, y nuestros productos son la esencia de esa Navidad", asegura.

Si hay un símbolo navideño en los últimos años es la ciudad de Vigo y su iluminación navideña. Hasta el punto de que el alcalde de la ciudad, el socialista Abel Caballero, considera a la ciudad gallega "la capital mundial de las luces de Navidad". A mediados de agosto, y con gran pompa y boato, como le suele gustar, Caballero inauguró este año el comienzo de la instalación de las luces navideñas, que se iluminarán el 23 de noviembre, y en las que se gastará "algo más que en 2019", cuando el presupuesto ascendió a 800.000 euros, reconoció hace unos días. Este año también, el montaje correrá a cargo de la empresa cordobesa, de Puente Genil, Iluminaciones Ximénez, encargada, entre otras ciudades, de la iluminación navideña de Madrid, París, Moscú, Berlín o Nueva York.

Así, Ximénez Iluminación dio hace un mes por finalizado el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) aplicado tras la cancelación de ferias y festividades populares por la pandemia y ha anunciado la reincorporación de la totalidad de su plantilla, unos 600 trabajadores. La firma explica que, tras acometer una reincorporación progresiva de sus empleados, hacen frente a la campaña de Navidad más peculiar de los 75 años de historia que Ximenez celebra este año. "Llevamos meses trabajando en la planificación y adaptación de la próxima campaña de Navidad como forma de reincorporar lo antes posible a la totalidad de nuestro equipo humano, al tiempo que este año la campaña cumpla mejor que nunca con nuestro propósito de contribuir a la generación de riqueza y empleo", explica el CEO de Ximenez Group, Mariano Ximénez. "Este año, la apuesta por la iluminación navideña incluso se ha intensificado ya que ciudades y marcas se han apoyado en ella conscientes de su necesario impulso económico", puntualiza.

Por su parte, el sector del juguete, otro de los referentes de la industria de la Navidad, según las cifras de la AEFJ (Asociación española de Fabricantes de Juguetes) certifica un censo de fabricantes en España de 250 empresas, que ocupan directamente a más de 4.800 personas, (más de 20.000 de forma indirecta), y facturan 1.600 millones de euros al año. Las expectativas del sector también apuntan al mantenimiento de las ventas este año y así lo certifican firmas como Toy Planet, que cuenta con más de 200 tiendas físicas en España, y que prevé "igualar" sus ventas de 2019 pese a esta "Navidad atípica", tal y como ha adelantado esta semana el director de la compañía, Ignacio Gaspar, quien ha explicado que la contratación de personal de cara a esta Navidad de la pandemia será menor, pero aun así, prevén contratar a unas "100 personas más" para los últimos días de la campaña en el mes de diciembre.

De los niños a los adultos, el sector del cava español vende al año unos 250 millones de botellas anuales en los mercados nacionales e internacionales. De ellas, más de 100 millones se facturan en la campaña navideña, el 30-40% de las ventas anuales. Este año, y tras una vendimia regular y con precios de la uva muy bajos, se presenta complicado para el sector debido, principalmente, a la situación del canal Horeca (el de la restauración), tremendamente golpeado por la pandemia. 

Así, el grupo Freixenet presentó en junio un Erte que afectaba a los 1.050 trabajadores de la compañía, que entró en vigor lunes 8 de junio y se alargará hasta el 31 de diciembre, si bien "no se descarta suspenderlo antes de que acabe el año, en función de la evolución de la situación económica". El expediente supone una reducción de la jornada laboral de todos los trabajadores de las cinco empresas del grupo: Cavas Freixenet, Segura Viudas, Castellblanch, UCSA y Comercial Grupo Freixenet.

El gran competidor de Freixenet, el grupo Raventós Codorniú, presentaba hace dos semanas la campaña ‘Vivir para celebrar’, de la ano de la actriz Amaia Salamanca. El nuevo CEO del grupo, Sergio Fuster, reconoce que a estas alturas del ejercicio las ventas son menores a las del año pasado y que "el crecimiento en los canales de hipermercados y supermercados no compensa la caída de la hostelería, que es una parte muy significativa del negocio", pero se muestra optimista de cara a la campaña de Navidad y vaticina que "las previsiones futuras son buenas". 

Pero si hay algo asociado a la navidad en España es la lotería. El sorteo del ‘Gordo’ que cada año, el 22 de diciembre, da el pistoletazo de salida al corazón de las celebraciones navideñas. No hay nada más que pasearse desde hace ya semanas por el centro de Madrid para comprobar que las colas en torno a una de las administraciones de lotería más célebres del país, ‘Doña Manolita’, se mantienen, aunque son menores que las de otros años.

Cuatro meses después de la reanudación de los juegos públicos y la vuelta a la actividad comercial, la situación de la red profesional de administradores de lotería es "muy preocupante" según la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (ANAPAL) ya que según los propios loteros se ha producido un descenso del 30% en la venta de Lotería de Navidad en el periodo de julio a octubre en comparación con las ventas de 2019. Un descenso que se centra en los colectivos que tradicionalmente son el motor de las ventas para este sorteo como los clubes deportivos, las entidades festivas, las empresas u organizaciones sociales, que habitualmente reparten participaciones, son "muy preocupantes y no registran el volumen de años anteriores, con una caída del 50%", advierten desde ANAPAL. Los loteros auguran que, con esta caída de las ventas, el Estado puede dejar de ingresar 1.200 millones de euros en ventas y "están en peligro 14.000 empleos" en las administraciones de Lotería.

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