Inés Arrimadas: "Mi primer encuentro con Rivera no fue un flechazo"

    • "¿Pija yo? Para nada. Vengo de una familia normal, he estudiado en la universidad pública..."
    • "El sueño lo concilio bien... La vida personal y política, la verdad es que bastante mal"

Inés Arrimadas es una política de distancias cortas. Las mismas que defiende frente a aquellos que hacen de la política una profesión, desgastando los sillones. La suya, consultora, la aplica, quizás inconsciente, en cada gesto de esta faceta que nunca se le pasó por la cabeza y de la que se irán, dice convencida, cuando deje de hacerla feliz. Puntillosa en su discurso, sólo una pregunta es capaz de descolocarla.

Empezó en esto por un mitin, ¿qué le convenció de Rivera?

No me sedujo sólo el discurso de Albert Rivera, al que había visto varias veces en la tele. Me gustó a la gente que vi y el discurso lleno de sensatez y sentido común. Sentí que por fin había encontrado un partido con el que yo me identificaba. Pero tampoco fue un flechazo. Yo no había militado en ningún partido y me fui involucrando poco a poco. De hecho, yo no conocí a Albert Rivera en ese mitin. No fue que allí mismo yo dijera ¡ah, me quiero meter en Ciudadanos! Fue algo mucho más pausado.

¿Le molesta que le digan que está siempre a la sombra de Albert Rivera?

Para nada. Albert Rivera es el líder mejor valorado de España. Yo creo que tarde o temprano va a ser presidente de España.

Pero algún defecto tendrá...

Sí, sí, muchos. Es muy despistado, siempre se deja el móvil, la cartera y no para, es muy nervioso también. Pero es un político de primer nivel. Yo creo que nos hace falta un presidente del Gobierno que tenga liderazgo, que comunique bien, que no vaya dudando de si España es una nación o no, cosas que hemos visto en presidentes y personas que aspiran a presidentes. Creo que hace falta una persona así para recuperar la ilusión de país, de ser españoles, para poder conducir y hacer reformas importantes en España.

Dice usted que es una gran tímida, ¿cómo lleva esto del circo político?

Siempre he sido muy tímida. Y no me levanté un día y dije, voy a ser candidata a la presidencia de la Generalitat. Es un proyecto muy largo en el que poco a poco vas asumiendo responsabilidades y conviviendo con ello porque estás convencida de que tenemos un proyecto y que lo que estamos haciendo es necesario y hay que hacerlo e intento aportar mi granito de arena y vas conviviendo con ello. Nunca me imaginaba estar en las teles pero es algo que si estás en política tienes que hacer. A mi me encanta la labor en el Parlament pero también tienes que dar la cara, porque no podemos obligar a la gente a tragarse ocho horas de sesión parlamentaria.

Con tanto ajetreo, ¿puede conciliar?

El sueño bien... Pero últimamente la vida personal y política, bastante mal. Espero que se vaya reconduciendo todo un poco y lo pueda organizar mejor. La verdad es que cuando no tienes horarios es complicado. Pero bueno, hay muchos trabajadores, yo he trabajado años en la empresa privada y también sé que para muchos trabajadores de la empresa privada es complicado conciliar, así que no nos podemos quejar por eso.

¿Qué echa de menos del anonimato?

La libertad de ir en metro sola, que ahora por motivos de seguridad no puedo hacer, por la calle o tener momentos de anonimato. De momento no lo llevo muy mal, tampoco soy archiconocida.

Con una pareja de CiU, ¿cómo se lleva esto en casa?

Bueno, en las redes se ha dicho mucho de mi vida privada, y yo prefiero no opinar de eso.

Se ha dicho de Ciudadanos que es un partido de pijos. ¿Se siente usted pija?

Para nada. Vengo de una familia muy normal, he estudiado en la universidad pública. He sido trabajadora de una empresa privada normal. Creo que Ciudadanos es el partido que más gente tiene que viene de las empresas, de la calle, no de haber estado treinta años en política. El nombre de Ciudadanos está muy bien escogido, me parece que representa muy bien lo que es el partido.

¿Cómo lleva que a veces se hable más del físico que de las ideas?

Bueno, al estar expuesto en los medios te critican cómo vas peinado, o vestido, o cómo eres. Pero creo que hay que centrarse en lo que importa, creo que a los ciudadanos les da igual si llevas una chaqueta de este color o del otro, o si no llevas chaqueta...Lo que les importa es qué vas a hacer por ellos, qué reformas vas a impulsar...

¿A qué político ficharía de otro partido para el suyo?

Ufff... (silencio) Pues me lo tengo que pensar...

Al final de la entrevista se lo vuelvo a preguntar entonces... Un vicio que tenga Inés Arrimadas...

Tengo pocos. Pero el queso me gusta mucho. Necesito de vez en cuando comer algo de queso.

¿Por qué dejaría la política?

Cuando no sea feliz en política me marcharé.

¿Por qué dimitiría?

Pues, por estatutos si me imputasen en un caso de corrupción política, que espero que no pase nunca, evidentemente dejaría la política. Por cuestiones que yo crea que son incompatibles con el cargo público que tengo. No voy a tener mucho apego a la silla, ya lo digo yo.

¿Daría el salto a Madrid?

Yo ahora mismo tengo una responsabilidad muy grande que es ser líder de la oposición en Cataluña en un momento como el actual. Así que no me planteo por el momento hacer ningún cambio porque creo que lo que tengo encima es una responsabilidad muy importante y que tengo que ejercer con los cinco sentidos.

¿A qué político ficharía?

Pues no sé... hombre, en el Parlamento de Cataluña hay algunos diputados que son buenos...pero tampoco para ficharlos. Pero políticos en activo de otros partidos políticos... no... no hay ninguno de momento... Pero bueno, la vida da muchas vueltas.

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