El FMI cuestiona a Guindos y sugiere que el Gobierno aceleró el ocaso de Bankia

Auditoría del FMI 2012
Auditoría del FMI 2012

"El 25 de abril de 2012, a petición del Gobierno, el FMI publicó sus conclusiones preliminares sobre el Programa de Evaluación del Sector Financiero". Así de rotundo se expresa el auditor del organismo financiero en su análisis sobre uno de los momentos clave en la crisis de Bankia y que se remonta a abril de 2012, apenas un mes antes del cambio de la cúpula de la entidad. La firma externa concluye en su valoración que el FMI se saltó el calendario previsto y anticipó sus conclusiones sobre la situación bancaria a petición del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Ahora, el mismo fondo quiere evitar que su presidenta dé la cara ante el juez para responder por el caso, como contamos este jueves 25 de abril.

Los aspectos que recoge el documento, al que ha tenido acceso La Información, vienen a poner en cuestión la versión que prestó este martes en sede judicial el exministro de Economía Luis de Guindos. El actual vicepresidente del BCE, que declaró por videoconferencia desde la sede del organismo en Alemania, negó por activa y por pasiva haber jugado algún papel en la inédita decisión del organismo que dirige Christine Lagarde de adelantar para el mes de abril las conclusiones que tenía previsto emitir en junio sobre las pruebas de resistencia de la banca española. En el punto 4 de dicho documento, el FMI identificó diez entidades "vulnerables".

Aunque no menciona Bankia, sí asegura que para preservar la estabilidad financiera era "crucial"que tres bancos españoles y especialmente el más grande -en referencia a la entidad presidida entonces por Rodrigo Rato- acometieran importantes reformas para fortalecer su balance consolidado y mejorar las prácticas de gobernanza. La emisión de este dictamen se produjo en un momento crítico para Bankia teniendo en cuenta que acababa de presentar las cuentas anuales de 2011 a la CNMV sin auditar, por lo que acabó acelerando el derrumbe de la entidad, que se escenificó en el cambio de gestores y posterior rescate, cifrado en 22.400 millones de euros por el propio De Guindos. 

"Quien se lo crea se equivoca absolutamente"

El exministro era plenamente consciente de que le iban a preguntar sobre este extremo y, de hecho, no llevaba ni una hora declarando cuando la fiscal Anticorrupción, Carmen Laúna, se interesó por los motivos que llevaron al FMI a adelantarse por primera vez en la historia en su evaluación bancaria. Desde ese mismo momento hasta el término de su testifical, insistió una y otra vez en que un ministro tiene capacidad de influencia "inexistente" en las decisiones que tome el FMI y que este pequeño adelanto de su informe fue un "elemento adicional de reconocimiento de la realidad" del banco. "Quien se crea que el ministro de economía de un país puede afectar a los comunicados del FMI se equivoca absolutamente", apuntó.

Sin embargo no es la primera vez que este asunto sale a relucir en el procedimiento que acoge la Audiencia Nacional. De hecho, este mismo lunes fue el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez quien se refirió al informe preliminar y, previamente lo hizo la exconsejera Araceli Mora, quien aseguró que el Gobierno popular instó al FMI a hacer público este extremo, sentenciando de esta manera el futuro inmediato de la entidad que acabó recibiendo el mayor rescate bancario de la historia de España. 

"Informe controvertido pero justificado"

El auditor del FMI concluyó en su análisis que este avance sobre el Programa de Evaluación del Sector Financiero era "controvertido pero justificado" por las circunstancias y despeja cualquier género de dudas en torno a los motivos que precipitaron su difusión ya que se trató de una petición del Gobierno presidido entonces por Mariano Rajoy. "En el contexto de ese momento, quedaba claro para todos los espectadores que el banco señalado era Bankia. Bankia era un conglomerado problemático de Caja Madrid, Bancaja y otras pequeñas cajas de ahorro", concluye el informe elaborado por la Oficina de Evaluación Independiente (OEI).

En su siguiente punto, la auditora se hace eco de la influencia que tuvo esta publicación al asegurar que "los eventos se aceleraron en los próximos días y semanas". De hecho, recoge la dimisión de Rodrigo Rato el 7 de mayo y la nacionalización de la entidad ese mismo mes. Precisamente, sobre este asunto concreto también se pronunció en la vista oral De Guindos. De nuevo, refutó la versión prestada por el exvicepresidente económico del Gobierno asegurando que en las reuniones mantenidas en la sede del Ministerio con los presidentes de Banco Santander, BBVA y La Caixa no se fraguó su salida.

Al contrario, se trataron de encuentros convocados por él mismo para estudiar el nuevo Real Decreto del Ejecutivo que obligaba a la banca a provisionar 30.000 millones de euros más. No obstante, sí que hizo alusión a la última reunión mantenida el día 6 de mayo de ese año en la que Rato presentó su plan de saneamiento de la entidad el cual, siempre según su versión, fue rechazado por Isidro Fainé y Francisco González. Se da la circunstancia de que un día antes Fernández Ordóñez recurrió a este momento para asegurar que el acuerdo era dejar a Rato como presidente en la sombra si bien el cambio de rumbo del Ejecutivo hizo que todo "estallara por los aires". 

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