Un inspector del BdE admite que suavizar el análisis de Bankia fue un "gran error"

  • Casaus asegura que el informe de seguimiento del 31 de marzo fue edulcorado y dice que la salida a bolsa era una "bombona de oxígeno", no la solución.
José Antonio Casaus
José Antonio Casaus
La Información

José Antonio Casaus, el inspector del Banco de España autor de los famosos correos que envió a sus superiores en los que advertía de la mala situación de Bankia, ha apuntado en su declaración como testigo en la Audiencia Nacional que su "gran error" fue suavizar el informe de seguimiento que emitió el supervisor sobre el proceso de integración a fecha de marzo de 2011. Al respecto ha asegurado que matizaron el último párrafo en el que apuntaban que los saneamientos realizados eran suficientes para afrontar el deterioro de activos inmobiliarios durante tres años por recomendación expresa de su superior, pese a que el equipo de seguimiento consideraba que faltaban saneamientos por importe de entre 8.000 y 10.000 millones de euros.

"Hablamos con Pedro (Comín) y le dijimos: 'Pedro, no lo vemos porque lo que vamos a poner es que faltan saneamientos'. Entonces nos dijo: 'Poned una cosa que no comprometa mucho' y él redactó la primera parte del párrafo", ha asegurado Casaus durante su testifical en este procedimiento que sigue la Audiencia Nacional y en la que ha añadido que incluyeron esta parte en contra de lo que pensaban. El inspector se refería así a Pedro Comín, entonces director general adjunto de Supervisión del Banco de España y que declara también como testigo los próximos 23 y 24 de abril.

En relación a los famosos correos enviados los meses de abril y mayo de 2011, previa salida a bolsa de Bankia, Casaus ha insistido en que el banco "no era viable" y, por tanto, la opción del debut bursátil con la que barajaban captar 3.000 millones de euros se podía entender como un "chute", una "bombona de oxígeno", pero no la solución definitiva para los problemas de solvencia de la entidad. Consciente de la relevancia que tuvieron sus comunicados -y que devinieron en la imputación durante la instrucción de la cúpula del BdE y de la CNMV-, Casaus ha matizado que simplemente planteó unas opciones teóricas ante el temor de que el grupo finalmente tendría que ser intervenido, especialmente por la mala situación de la matriz BFA. De hecho, ha llegado a apuntar que si se tratara de dos bancos separados "BFA hubiera sido intervenido y Bankia no".

Sobre el informe de PwC: "Se quedó corto"

En lo que respecta al informe de PwC elaborado en 2010 y que ampliaba el rango de ajuste inicial recogido en el plan de integración hasta los 11.500 millones de euros, el inspector ha asegurado que se trató simplemente "de una decisión estratégica" de la cúpula de la entidad. "Sencillamente se dieron cuenta de que quedaban saneamientos pendientes y que la pérdida no era de 6.000 millones sino de mucho más. Pensaron que si no lo hacían entonces lo tendrían que hacer en dos años y esto se iría al garete", ha asegurado.

Aunque ha reconocido que cuando la reunión a la que fueron convocados para presentarles este informe a finales del año 2010 les pilló "por sorpresa", lo cierto es que se dio cuenta de que Bankia contrató a la consultora para justificar en cierta manera su intención de sanear contra patrimonio en diciembre de ese ejercicio y dejar las cuentas saneadas para un futuro; teniendo en cuenta, además, que coincidió en tiempo con la cercana aprobación del Real Decreto Ley 2/2011 para el reforzamiento del sistema financiero. "No perdí mucho tiempo en analizar los numeritos que había ahí. Se seguía quedando corto", ha apostillado.

"Se hizo lo que se pudo, no lo que se tenía que hacer"

El inspector del Banco de España ha vuelto a mostrar la discrepancia que ha mantenido con sus superiores en torno a la mala situación de Bankia antes de la salida a bolsa afirmando que cuando se incorporó al equipo de inspección de Caja Madrid, antes de la creación del SIP, la situación "preocupaba" por un lado porque el equipo de supervisión estaba "descabezado" y, por otro, porque la caja –que en aquel entonces era la cuarta de activos de España- tenía un perfil de riesgo alto.

"Si las cajas hubieran hecho todos los saneamientos que pensábamos que le faltaban hubieran entrado en pérdidas. No se puede exigir en base a un ejercicio generalizado que no da nombre a nombre. Esto se ve desde un punto de vista analítico y te da una idea del posible quebranto de las entidades", ha apuntado Casaus quien durante su testifical ha recordado en varias ocasiones que "se hizo lo que se pudo hacer, no lo que se tenía que hacer" teniendo en cuenta que "no fue una época nada fácil".

Al igual que han hecho otros altos cargos del Banco de España en su declaración en este procedimiento, Casaus ha aludido expresamente a la situación de Bancaja, la cual estudió otro equipo de supervisión del Banco de España previa fusión que dio lugar al nacimiento de BFA. Los expertos, según ha relatado a preguntas de la fiscal Anticorrupción del caso, Carmen Laúna, se fijaron especialmente en el balance de la caja valenciana y concluyeron que había reconocido un porcentaje mucho menor de créditos dudosos que Caja Madrid, por lo que cabía esperar que tuviera unos activos peores que los demás.

"El auditor nos dijo que le faltaban papeles"

Ya en la sesión de tarde, el inspector crítico con la salida a bolsa de Bankia se ha referido a la reunión que mantuvo el supervisor con el auditor externo del banco, Francisco Celma. Al respecto ha reconocido que en el encuentro mantenido entre las partes apenas semanas antes de que Bankia presentara los estados anuales de 2011 a la CNMV sin auditar, el socio de Deloitte le trasladó "tres cosas fundamentales": la incertidumbre ante la cercana aprobación del segundo Real Decreto de Guindos, la ausencia de documentación para pronunciarse sobre las cuentas y la estimación por parte de la firma de que se iban a producir unas pérdidas no esperadas de 5.000 millones de euros.

También se ha referido a la reunión que mantuvieron en la sede de Bankia con Rodrigo Rato el 6 de marzo de 2012 en la que los inspectores del supervisor le comunicaron "sin miedo" su análisis acerca de la mala situación de la entidad. "Estuvimos una hora y media con Rato y le dijimos todo lo que opinábamos de la gobernanza y de BFA. Pusimos todo sobre la mesa… le dijimos que era inviable y Rato respondió que estaba de acuerdo", ha asegurado Casaus.

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