El hombre que intentó asesinar al presidente estadounidense Ronald Reagan en 1981 será puesto en libertad condicional.
John Hickley --internado en un hospital psiquiátrico desde hace más de treinta años-- podrá ser puesto en libertad después del 5 de agosto, y deberá residir permanentemente la casa de madre en Williamsburg (Virginia), según ordenó el juez Paul Friedman.
Hinckley intentó asesinar a Reagan a la salida del hotel Hilton de Washington el 30 de marzo de 1981.
Entre las condiciones impuestas para su liberación, Hinckley deberá limitar sus movimientos a un radio de 50 millas alrededor de Williamsburg, deberá proporcionar información sobre su teléfono así como de los vehículos que maneja. Igualmente, no podrá utilizar redes sociales, descargar contenido en su ordenador o borrar el historial de páginas visitadas.
Estas condiciones podrán ser modificadas si muestra buen comportamiento entre los 12 y 18 meses posteriores a su salida del hospital.
Reagan, que acaba de dar un discurso, recibió una bala que le perforó el pulmón. Junto al expresidente, también resultaron heridos el portavoz de la Casa Blanca James Brady y el agente del servicio secreto Tim McCarthy.
Hinckey, de 59 años, mandó últimamente cartas a asesinos en serie y tiene fotos de celebridades en su pared, alegó el fiscal.
Enamorado de Jodie Foster
Hinckley confesó que buscaba impresionar a la actriz de Hollywood Jodie Foster. "En 1981, John W. Hinckley, Jr. era un joven de 25 años con problemas y que padecía una activa y profunda sicosis y una gran depresión", explica el juez. "Su condición mental había empeorado en los últimos años transformándose en una profunda obsesión con la actriz Jodie Foster y la película Taxi Driver. El señor Hinckley comenzó a identificarse con el protagonista de la película, Travis Bickle, quien trata de asesinar al presidente sin conseguirlo para ganarse el cariño de una joven mujer".
Después de un juicio que duró ocho semanas, un jurado determinó que Hinckley era inocente debido a ser un enfermo mental y lo liberó de los 13 cargos de los que se le acusaba. Sin embargo, estuvo recluido en el hospital del que, de manera gradual, se le permitieron salidas.Murió el guardaespaldas que salvó la vida de Reagan
Jerry S. Parr, un agente del Servicio Secreto de Estados Unidos que ayudó a salvar la vida del expresidente estadunidense Ronald Reagan tras un intento de asesinato, murió a los 85 años.
Parr puso la mano sobre el hombro del presidente y lo llevó hacia la limusina oficial, un vehículo a prueba de balas.
El agente sintió algo de alivio al no encontrar ninguna herida de bala visible en el cuerpo del presidente, pero pronto vio la sangre en los labios de Reagan, que se quejaba de dolor en el pecho.
Parr ordenó que la limusina no se dirigiese a la Casa Blanca sino al hospital más cercano, donde confirmaron que el mandatario había recibido un impacto de bala en el pecho y tenía una hemorragia interna
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