Interior vigila a 60 presos yihadistas que podrían tratar de captar nuevos adeptos

    • El departamento llama la atención sobre la capacidad que tienen estos internos para reclutar a los presos musulmanes para organizaciones terroristas.
    • Insta además a controlar a los imanes que prestan asistencia religiosa en las cárceles para evitar discursos radicales.

Detención en Melilla del jefe de una célula terrorista vinculada al Estado Islámico (EI)
Detención en Melilla del jefe de una célula terrorista vinculada al Estado Islámico (EI)

El ministerio de Interior tiene en especial vigilancia a unos 60 presos islamistas que considera podrían tratar de reclutar a otros internos musulmanes para perpetrar atentados terroristas o bien actuar como "lobos solitarios", ejecutando esas acciones de forma individual, según informa hoy La Razón.

La influencia que los presos yihadistas internos en cárceles españolas tienen para la captación de futuros terroristas es motivo de preocupación para el departamento que dirige Fernández Díaz, que en julio puso en marcha un nuevo programa para la Prevención de la Radicalización en los Establecimientos Penitenciarios, en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

En este sentido, y según se explicita en el programa, el entorno carcelario resulta "propicio para captación por internos radicalizados de personas proclives a la utilización de la violencia, así como de evolución hostil a los valores que configuran a los estados democráticos".

El programa obliga a que, una vez detectado un recluso con "peligrosidad elevada", éste no sea destinado a ningún módulo de respeto ni se le autorice para la realización de talleres fuera de su departamento. Tampoco se le permitirá estar en posesión de sistemas de almacenamiento de audio o vídeo que puedan contener "reflexiones o discursos de autores radicales", ya que los mismos favorecen "el reclutamiento o radicalización de los internos islamistas". Interior advierte además de que el encarcelamiento supone, en algunos casos, una mayor radicalización del islamista y sirve para que éstos recluten a nuevos terroristas.

El programa insiste también en el papel que juegan los "imanes radicales", que han podido acceder al interior de los centros penitenciarios y adoctrinar a los presos musulmanes. La Razón destaca, no obstante, que los más "peligrosos" son los imanes "autoproclamados" entre los internos, y que se considera tendrían una influencia determinante sobre el resto de internos. Interior trata de controlar que sean "imanes moderados" los que proporcionen asistencia religiosa a los internos, y de evitar que éstos asuman el liderazgo de los ritos.

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