El presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez, no está dispuesto a perder un solo voto durante la competida y breve campaña que comenzó el viernes, en un contexto en el que los pactos volverán a ser complicados y el bloqueo volverá a estar, casi con toda seguridad, presente. Para ello, está dispuesto a tirar de promesas y compromisos de inversión en todos los lugares en los que vaya desembarcando durante estos días y, uno de ellos, es la Comunidad Valenciana, antiguo granero y feudo del Partido Popular, y ahora en manos de los socialistas gracias a un acuerdo con Compromís.
Sánchez, en un mitin celebrado en Mislata (Valencia), en el que estuvo acompañado por el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, al que acudieron más de 2.500 personas, se comprometió a aumentar de forma importante la inversiones en el territorio y a presentar en el primer trimestre del año unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que "cumplirán con el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana". En este se establece en una cláusula que la inversión debe ser el equivalente a su peso poblacional, el 10%, una promesa que se anticipa a la negociación de una nueva financiación autonómica con el resto de los partidos.
El candidato también aseguró que "cuando presida un Gobierno en plenas funciones" se "volcará con muchas energía" en Valencia y afirmó que el actual ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización, José Luis Ábalos, seguirá siendo "una pieza fundamental". Mientras, Puig se mostró confiado en que el presidente en funciones "cumplirá" con una financiación justa para la Comunidad Valenciana, "porque tiene palabra", como ha demostrado en los pasados PGE que no pudieron aprobarse.
También el candidato socialista se comprometió a aprobar una nueva ley educativa, otra de Formación Profesional, de universidades y de lucha contra el cambio climático.
Todos contra el PSOE
Sánchez también aseguró que a la ultraderecha se la vence "aislándola" y defendiendo los valores democráticos, y advirtió de que Vox anda "con el pecho henchido" porque ha unido su destino "a la derecha". Quiso trasladar esta "reflexión" para dejar claro que la única forma de vencer a la ultraderecha es defendiendo los principios democráticos, "condenando el franquismo, condenando el machismo y la xenofobia y su banalización de la violencia de género".
Sánchez insistió en que la derecha y la ultraderecha quieren "frenar" al PSOE para que haya un gobierno débil, pero también en esa tesitura andan los independentistas y la "pretendida izquierda" y esa actitud general, aseguró, se vio ayer en el primer debate televisado de campaña, el de los siete portavoces parlamentarios.
"En esta campaña están todos contra el PSOE, y el PSOE está contra el bloqueo de todos. De eso va la campaña. El único voto útil es al Partido Socialista", aseguró. Sánchez admitió que le consta que hay "gente cansada" porque ya se votó el 28 de abril y el 26 de mayo, "que tenga dudas de qué hacer, a quien votar e incluso que se cuestionen el valor de su voto".
El candidato socialista dijo "empatizar" con ese "hartazgo" pero, ha subrayado, que la única forma de "romper el muro del bloqueo es dejar sin argumentos a aquellos que construyeron ese muro". "Habrá muchas siglas y muchas papeletas el 10N, por cierto, más que nunca; pero sólo una papeleta romperá ese bloqueo y ese voto es el Partido Socialista, y por eso nos tenemos que movilizar", añadió.
Sánchez insistió en la movilización y concluyó su discurso recordando que fue este Gobierno en funciones el que exhumó los restos del dictador, comenzando así a saldar la deuda contra las víctimas del franquismo.
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