El candidato ya se ve presidente

Sánchez apura las horas para ganar la investidura pese al 'no' en primera ronda

Rufián Sánchez
Rufián Sánchez
Efe

Pedro Sánchez ya se ve presidente del Gobierno. En menos de 48 horas lo conseguirá, si nada falla, pese al rechazo que ha recibido este domingo en la primer votación de investidura. Hoy era imposible pero el martes 7 de enero será un día histórico para el socialismo y para el sanchismo. El candidato sacará adelante su primera investidura, tras los intentos fallidos de 2016 y 2019. Y el PSOE tendrá a su tercer presidente, tras Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, que saldrá investido en el Congreso. En el partido ya empiezan a preparar sus trajes de gala.

En la primera votación de este domingo, que se ha iniciado a las 12:15 de la mañana, quedó reflejado cómo conseguirá Sánchez sacar adelante su votación del martes. 166 diputados han votado sí: PSOE (120 escaños), Unidas Podemos (32), PNV (6), Más País (2), Nueva Canarias (1), Compromís (1), Teruel Existe (1) y BNG (1). 165, por su parte, han votado no: PP (89), Vox (52), Ciudadanos (10), JxCAT (8), Navarra Suma (2), CUP (2), CC (1) y PRC (1). Y 19 se han abstenido: ERC (13) y EH Bildu (5). La votación definitiva se iniciará nunca antes de las 12:45 (la sesión se iniciará a las 12 horas). La canaria Ana Oramas, por cierto, ha votado 'no' contraviniendo la abstención que aprobó su ejecutiva.

El martes la cifra de síes se incrementará en un voto más, alcanzando los 167. El porqué lo tiene Aina Vidal, que no ha podido acudir a la primera votación de este martes por encontrarse enferma. Fuentes de su entorno aseguran que el martes, en la votación definitiva, sí estará. "Hará un esfuerzo", dicen, por trasladarse desde Barcelona al Congreso. Y es que la parlamentaria no ha podido tramitar su voto telemático por haber superado el plazo estipulado. Su voto no es definitivo, pero sí importante para que todo salga según lo previsto. Otro diputado del PNV, Íñigo Barandiaran, que también votará sí, ha solicitado su voto telemático al encontrase convaleciente de una operación. 

Hay que recordar que el artículo 99.3 de la Constitución establece que "si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple".

En el PSOE ya hay ganas de que Sánchez sea investido y proceda a comunicar la composición de su Consejo de Ministros. Este mediodía los diputados socialistas y de Unidas Podemos se despedían hasta el martes con sonrisas y cierta sensación de euforía ante lo que ocurrirá el día 7 en torno a las 12:30 del mediodía. 

Los socialistas han tenido que superar la crisis de la Junta Electoral Central, que provocó cierta sensación de nerviosismo el pasado día 2. Sin embargo ayer desde ERC ratificaron a Sánchez su abstención e incluso Gabriel Rufián llegó a decir que la música que escuchan desde las filas del PSOE y de Unidas Podemos les suena bien. Es el principio de una relación. Hay que recordar que antes de finales de enero tiene que constituirse la mesa de negociación bilateral y el futuro de Quim Torra y del Govern de coalición todavía se encuentra en el aire.

El PSOE también se encontró en las últimas horas con palos en las ruedas en forma de rumores. La palabra maldita de nuevo sobrevoló el techo de cristal del hemiciclo: transfugismo. Lo hizo con Rafael Simancas, el principal perjudicado del famoso 'tamayazo' que le impidió convertirse en presidente de la Comunidad de Madrid por la decisión de dos de sus diputados, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, de austentarse de la votación. El propio Sánchez reprochó a Inés Arrimadas que aireara ese movimiento que favoreció a Esperanza Aguirre y lo definió como un "síntoma preocupante de la colonización del discurso conservador por parte de la ultraderecha".

Con esta primera votación se cierran dos jornadas de duro debate parlamentario. El de este sábado fue la imagen del abrazo y el del trato con guante blanco entre PSOE y Podemos. Eso de puertas para afuera. Porque entre bambalinas sus equipos están haciendo auténticos malabares para que la relación esté encauzada. Y eso que ni siquiera han tomado posesión de su cartera. Mantener la concordia y las formas a lo largo de los próximos meses va a ser una prueba de fuego, según aventuran desde ambos bandos.

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