INVESTIDURA. LOS 'SANCHISTAS' ASEGURAN QUE EL DIVORCIO CON LOS MILITANTES TAMBIÉN SE DARÁ CON LOS VOTANTES

El sector del PSOE afín al ex secretario general Pedro Sánchez, partidario del 'no' a Mariano Rajoy, avisa de que el divorcio entre la dirección y los militantes que está provocando la abstención en la votación de investidura se hará extensivo a los votantes, en particular si se adelantan las elecciones por la difícil gobernabilidad.
Según los diputados de este sector consultados por Servimedia, es falsa la dicotomía que hacen sus adversarios, dominantes en la Gestora, de que hay que elegir entre buscar el apoyo de los militantes, supuestamente más radicales, o ampliar la base de votantes para volver a ser un partido de mayoría social.
Todos ellos, que dan por hecho que el Comité Federal de mañana optará mayoritariamente por la abstención, aseguran que votantes socialistas de sus respectivas circunscripciones les han advertido de que nunca más votarán al PSOE si permite la investidura de Rajoy, y uno apuntó en este sentido que "la credibilidad se gana gota a gota pero se pierde a litros".
Otro alertó de que en unos meses ese crédito se habrá perdido por completo, antes de que se haya podido consolidar un nuevo liderazgo en el partido, sobre todo si la Gestora aplaza el Congreso Federal con la esperanza, confesada abiertamente por un diputado afín a la nueva dirección socialista, de que la figura de Sánchez se diluya.
Por lo pronto, está convencido de que el Comité Federal de mañana aprobará la abstención con una mayoría mucho más amplia de la que tumbó la propuesta de Congreso en noviembre que pretendía el el exsecretario general.
"SUICIDIO"
El viraje, obviamente, no convence a quienes auguran que los votantes lo van a penalizar tanto como los militantes. En entrevistas en la radio, el exportavoz socialista en el Senado, Óscar López, advirtió en este mismo planteamiento que la abstención "es un mal primer paso" para recuperar la credibilidad; el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, que por evitar un retroceso en unas terceras elecciones el partido cometería el "suicidio" en las siguientes; y la presidenta balear, Francina Armengol, que rompiendo la promesa de oponerse a Rajoy "los ciudadanos difícilmente van a volver a confiar en el partido".
Ninguno de los integrantes del llamado sector 'sanchista' creen que el PSOE esté en buenas condiciones para afrontar unas terceras elecciones, pero, como dijo uno de los diputados consultados, de una federación hostil a Sánchez, esas malas condiciones se dan precisamente porque los enemigos del ex secretario general rompieron en dos el partido, no antes.
El temor de que el PSOE se hunda en las siguientes elecciones es mayor en el caso de que Rajoy las adelante en cuanto vea imposible la gobernabilidad, como amenazó el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, citando el 3 de mayo como primera fecha posible de disolución de las cámaras. "En ocho meses estamos muertos", apuntó uno de los diputados 'sanchistas' consultados en referencia a esa fecha.
Naturalmente, desde el bando de la Gestora las cosas se ven de otra manera. Un diputado de este sector aseguró que a él lo que le dicen los votantes socialistas es que como tengan que volver a las urnas dejarán de depositar la papeleta del PSOE, y otro advirtió de que el electorado es "flexible" y sólo hace falta un liderazgo fuerte en el partido para atraerlo de nuevo.
Estos últimos afirman que el viraje hacia la abstención se ha producido porque, con la dimisión de Sánchez, por fin se han sentido libres de expresar lo que ya opinaban. En el bando contrario, uno de los diputados consultados llamó la atención sobre el hecho de que hasta hace nada todos parecían estar de acuerdo en el no. "Me pregunto de dónde habrán salido tantos abstencionistas", comentó, entre el sarcasmo y la amargura.

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