"Nuestras informaciones nos indican que (Ghazanfar) Roknabadi sigue vivo y pedimos a Arabia Saudita que nos lo entregue vivo" en Irán, afirmó el viceministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en entrevista a la cadena de televisión árabe Al Mayadeen, citada por la agencia iraní Isna.
Ghazanfar Roknabadi, de 49 años, fue embajador en Beirut entre 2010 y 2014, un cargo muy sensible debido a las relaciones estrechas entre Teherán y el movimiento chiita libanés Hezbolá, a la guerra en Siria y también a la proximidad de Israel, fronterizo con Líbano pero enemigo jurado de Irán.
Estas últimas semanas, algunos medios han aludido a un posible secuestro de Roknabadi tras la avalancha en La Meca que dejó el 24 de septiembre al menos 2.236 muertos, de ellos 464 iraníes, según un recuento de la AFP.
Irán ha recuperado a la mayoría de los cuerpos de sus ciudadanos muertos, pero unos quince siguen desaparecidos, como Roknabadi.
Las relaciones entre el Irán chiita y la Arabia Saudita sunita se han envenenado en los últimos meses.
Los dos países se oponen no solamente en Siria --Teherán apoya al régimen de Bashar al Asad, Riad a los rebeldes-- , en Bahrein o en Yemen, pero también en el propio Líbano.
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