Irlanda afronta semanas de negociaciones para formar gobierno

  • Los partidos políticos irlandeses seguían este domingo el recuento de las elecciones para medir sus fuerzas en unas negociaciones para formar gobierno que durarán semanas, después de que el primer ministro Enda Kenny admitiera su derrota.

Los electores irlandeses se tomaron la revancha de años de austeridad, recortes de servicios y ayudas públicas, subidas de impuestos y estancamiento salarial, todo ello para equilibrar las cuentas públicas, aunque el país sea ahora el que más crece de la Unión Europea.

Se repite de este modo una historia que se ha vivido en Portugal y España: la de un partido conservador en el gobierno que aplica recetas de austeridad, devuelve al país a los buenos datos macroeconómicos pero sin lograr los niveles de riqueza de antes de la crisis vuelvan a sus ciudadanos, que se vengan castigándoles en las urnas.

"Claramente, el Fine Gael y el Partido Laborista no serán reelegidos y visiblemente habrá que esperar al final del escrutinio de los votos para ver qué opciones se presentan", dijo Kenny, el líder del partido de centroderecha Fine Gael, a la televisión RTE.

A las 16H30 GMT del domingo, y con 124 de los 158 escaños atribuidos, el partido de Kenny lograba 37 escaños, el Fianna Fail 36 y el Sinn Fein 17. El resto estaba repartido entre cinco formaciones y candidatos independientes, lo que da una idea de la fragmentación del parlamento.

Los resultados definitivos y completos de estas elecciones, a las que estaban llamados a participar 3,2 de los 4,5 millones de irlandeses, podrían no estar listos hasta la semana que viene, pero se espera que este domingo por la noche haya una idea clara de las fuerzas de cada partido.

La prensa dominical dedicó sus portadas al revés del primer ministro. El Sunday Business Post titulaba: "Kenny en la línea de tiro después de que los electores provocaran un seísmo". El Sunday Times afirmaba: "Fine Gael, maltratado por los electores", y el Irish Sun on Sunday se limitaba a hablar de "Rebelión".

"Veo tres opciones posibles: nuevas elecciones en 2016, un gobierno del Fine Gael en minoría que tendría el apoyo del Fianna Fail desde la oposición, pero que sería demasiado inestable. O una solución más radical a ojos de los irlandeses, que sería una coalición entre Fine Gael y Fianna Fail", explicó a la AFP Gail McElroy, profesor de ciencias políticas del Trinity College de Dublín.

Sólo una improbable coalición con Fianna Fail, un partido similar ideológicamente, pero rival desde los tiempos de la guerra civil que siguió a la independencia, en los años 1920, podría asegurar una coalición de gobierno de dos partidos.

Ambos se han alternado en el poder desde 1932. El nuevo gobierno necesitaría la presencia de uno de ellos como partido mayoritario de una coalición.

El partido nacionalista de izquierda Sinn Fein lo tiene todo a favor para convertirse en tercer partido del país. De este modo, y abanderando la oposición a los recortes, el partido de Gerry Adams parece haberse sacudido el lastre de décadas de lazos con la organización armada IRA.

"El cambio está en marcha", declaró Adams, estimando que "sólo es una cuestión de tiempo" para la elección de un "gobierno progresista". De fracasar las negociaciones, Irlanda podría volver pronto a las urnas.

"Con 46 o incluso 50 escaños, el Fine Gael no puede sumar un número suficiente de escaños con los pequeños gobiernos para obtener los 80 que necesita", estimó en la cadena RTE Michael Marsh, profesor del Trinity College de Dublín. "O hay otros elecciones ahora o les dejamos meditando durante un mes y puede que incluso piensen en lo impensable", una alianza Fine Gael/Fianna Fail, insinuó.

mc-nol.al.zm/pc

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