Los árabes israelíes son descendientes de los palestinos que se quedaron en su tierra cuando la creación del Estado de Israel en 1948. Representan aproximadamente una quinta parte de la población israelí, mayoritariamente judía, y se quejan de ser discriminados.
Según un comunicado de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu, este plan concierne sobre todo a sectores como la educación, los transportes, el mercado de empleo, las infraestructuras, la cultura y el deporte. No dio más detalles sobre los proyectos que serán financiados con esta inyección de capital.
Este plan aprobado el miércoles estará escalonado a lo largo de cinco años y podría alcanzar un monto final de entre 2.350 y 3.520 millones de euros, indicó a la AFP un responsable del gobierno bajo la cubierta del anonimato.
El líder de los partidos árabes en el parlamento israelí, Ayman Odeh, acogió con prudencia este plan que, a su parecer, es "el resultado de una larga lucha que aún no ha terminado".
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