Israel celebrará elecciones anticipadas a principios de 2013

  • El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció hoy el adelanto a principios de 2013 de las elecciones generales, ante la dificultad de sacar adelante los presupuestos y con buenas expectativas de revalidar su mandato.

Jerusalén, 10 oct.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció hoy el adelanto a principios de 2013 de las elecciones generales, ante la dificultad de sacar adelante los presupuestos y con buenas expectativas de revalidar su mandato.

En una breve comparecencia ante los medios, Netanyahu dijo que los comicios se celebrarán "lo antes posible" tras un "proceso rápido de tres meses", aunque no desveló la fecha exacta que reemplace a la inicialmente prevista de octubre de 2013.

Netanyahu basó el adelanto en la imposibilidad de pactar en el seno de la coalición de Gobierno unos presupuestos restrictivos para evitar que Israel acabe como "países europeos", una vez que ha empezado a sentir las consecuencias de la recesión en sus principales socios comerciales.

"Llegué a la conclusión de que en este momento no es posible acordar un presupuesto responsable (...) Tengo la obligación de poner el interés nacional por encima de todo", declaró en su intervención, tras la que no admitió preguntas.

Netanyahu adoptó este verano algunas medidas para paliar la falta de liquidez en las arcas públicas, como el aumento del IVA en un punto y una subida de impuestos, que le han restado popularidad, si bien sigue fuerte en las encuestas de opinión, que le dan una ligera subida respecto a los 27 escaños que obtuvo en 2009.

El primer ministro, que opta a un tercer mandato tras el que recibió en los noventa y el actual, abogó por continuar con "una política de seguridad y económica responsable" frente a los "retos" que afronta su país, entre los que citó impedir que Irán alcance el arma nuclear, asegurar una economía estable y firmar un acuerdo de paz con los países vecinos.

Algunos comentaristas apuntan que el adelanto electoral significa, por un lado, que Israel no atacará Irán en los próximos meses pero, por otro, que si Netanyahu sale reforzado de la cita con las urnas se sentirá arropado internamente para lanzar la operación.

Netanyahu, que hizo el anuncio tras concluir las consultas con sus socios de Gobierno, es partidario de un proceso electoral con celeridad para forzar que el tema de la seguridad, uno de sus puntos fuertes, figure en la agenda de los candidatos, según fuentes de su entorno citadas por medios locales.

Una encuesta de intención de voto publicada por el diario "Haaretz" el pasado 28 de septiembre auguraba una victoria del Likud con 28 escaños (+1), una importante subida del Laborismo (20), un desplome del Kadima (de 28 a 8) y un resultado estable del ultraderechista Israel Beitenu (14, sólo uno menos).

Poco después del anuncio comenzaron las reacciones de los líderes políticos y el Canal 10 de la televisión israelí adelantó que el anterior primer ministro, Ehud Olmert, anunciará su regreso al ruedo político en los próximos días, tras haber quedado recientemente limpio en los principales procesos legales que forzaron su dimisión.

El líder del centrista Kadima, Shaul Mofaz, se presentó como la "única alternativa" a Netanyahu; mientras que la laborista Shely Yajimovich interpretó el adelanto de los comicios como una estrategia para aprobar "un presupuesto duro y cruel".

La estrella mediática Yair Lapid se apresuró a atribuirse 22 de los 120 diputados de la Kneset en el que será su primer examen ante las urnas.

Entre los socios de Gobierno, el partido ultraortodoxo sefardí Shas dejó claro que coincide con Netanyahu en el tema iraní, pero no en las políticas sociales, mientras que el ministro de Defensa, Ehud Barak, apeló a la "responsabilidad nacional" para "reforzar la seguridad" del país con el apoyo a su formación, Atzmaut.

Netanyahu llegó a la jefatura del Ejecutivo tras las elecciones de febrero de 2009, en las que el Kadima -entonces liderado por Tzipi Livni- obtuvo un diputado más, pero no logró formar gobierno.

El líder del Likud formó un variopinto Ejecutivo de coalición al que los analistas vaticinaron corta vida, pero tres años y medio después ha logrado consolidar su liderazgo gracias a una situación de seguridad relativamente buena, una economía pujante y una gran habilidad para sobrevivir en el juego político.

De hecho, el primer ministro israelí ya había anunciado el pasado mayo un adelanto de los comicios que quedó en agua de borrajas apenas horas antes de que el Parlamento aprobara la nueva fecha al integrar en la coalición de Gobierno al Kadima, que apenas permaneció 70 días.

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