Jerusalén, 5 jun.- Israel se ha anexionado de facto la zona C del territorio ocupado de Cisjordania mediante decisiones destinadas a ampliar los asentamientos judíos y a desplazar a la población palestina, según un informe difundido hoy por la organización israelí de derechos humanos Betselem.
"Las acciones de Israel están destinadas regularmente a fortalecer su control de la zona C, a desplazar la presencia palestina, a explotar sus recursos en beneficio de la propia población israelí y a fomentar una situación permanente en la que florezcan los asentamientos y se debilite la presencia palestina", refiere el documento.
Publicado con motivo del 46 aniversario, hoy, de la Guerra de los Seis Días, en la que Israel ocupó Cisjordania a Jordania, el Sinaí y Gaza a Egipto (se retiró de ellos en 1982 y 2005 respectivamente), y la Meseta del Golán a Siria, Betselem afirma que, con su política, Israel se ha "anexionado de facto la zona C" y actúa para "perpetuar esta situación e influir en el estatus final de la zona" en un futuro proceso de paz con los palestinos.
La zona C de Cisjordania comprende el territorio ocupado en esa guerra que no fue transferido entre 1994 y 1997 a la administración de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a diferencia de las "A" que están bajo su pleno control o las "B" que están sometidas a gobierno civil palestino.
En las "C", según el informe titulado "En la función de propietario", Betselem acusa a la Administración Civil israelí, el organismo público israelí que lo gobierna, de "violar sus obligaciones de administrarlo para el beneficio de la población palestina".
"Aplica una política exactamente contraria, la de preferir insistentemente los intereses israelíes y de los asentamientos", subraya.
Las zonas C, bajo pleno control militar y civil israelí, representan el 60 por ciento del territorio de Cisjordania, y en ellas viven unos 180.000 palestinos y más de 200.000 colonos.
A los palestinos, denuncia la ong, Israel les "prohíbe construir y desarrollar cerca del 70 por ciento de la zona C", y para ello se vale de argumentos como el de declarar las tierras como "estatales" o "zona de fuego" para uso militar.
"Las autoridades israelíes de planificación y construcción ignoran casi completamente las necesidades de la población local", asegura la investigación, que subraya que el control que ejerce de esa zona afecta irremediablemente a las A y B, porque no pueden expandirse ni tener acceso a recursos a su alrededor.
En ese sentido, se han convertido en 165 "islas" rodeadas por zonas bajo exclusivo control israelí, según Betselem.
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