Un día de trabajo con Iván Redondo: así funciona la sala de máquinas de Moncloa

Una hora con Iván Redondo: así funciona la sala de máquinas de La Moncloa
Una hora con Iván Redondo: así funciona la sala de máquinas de La Moncloa
EFE

Iván Redondo Barbaicoa es desde hace algo más de un año el jefe de la fontanería de Moncloa. El 'spin doctor' de Pedro Sánchez, esa persona que se tiraría "por un barranco por su presidente", tal y como le dijo a Pablo Iglesias en su programa de 'La Tuerka'. Ahora dirige la sala de máquinas de la Presidencia del Gobierno y por primera vez ha ofrecido detalles desconocidos sobre su día a día. Así, una de las herramientas más importantes para el equipo del asesor de cabecera de Sánchez es el Departamento de Comunicación de los Ciudadanos, un área clave para convertir los mensajes en votos.

"El 80% de los votos los produce el 20% de los mensajes", le dijo Redondo a Iglesias en el mismo programa televisivo. Esa es la forma de trabajar que el director de gabinete más mediático de cuantos ha habido en Presidencia está aplicando en La Moncloa. Su objetivo es que "el jefe" no esté desconectado de la calle y para eso ha desarrollado una política de "escucha activa" de las opiniones ciudadanas. Lo hizo nada más llegar al 'ala oeste' tras la moción de censura y así funciona.

Cuenta Iván Redondo que en Moncloa se escucha a todos: desde el consejero delegado de una empresa del Ibex 35 al parado de clase baja que se anima a escribir al presidente del Gobierno. Sus votos valen lo mismo. De hecho, el 64% de las demandas que le llegan al equipo de Sánchez proviene de empresas, organizaciones de poder, sindicatos... y el 36% son peticiones u opiniones de personas individuales. Los últimos son los que interesan realmente a Redondo y los suyos, los que llaman "los imprescindibles". De hecho, al Departamento de Comunicación con los Ciudadanos han llegado 60.000 cartas desde que Sánchez es presidente y se ha respondido a casi todas. Eliminando las que contienen insultos o términos soeces solo quedan por dar respuesta a 159, un 0,3%.

A partir de ahí entra en juego un trabajo de 'ingeniería social' que se lleva a cabo en el Departamento de Análisis y Estudios que dirige el sevillano Francisco (Paco) Salazar. Su misión: "Transformar los datos en información", explica Redondo. ¿Y qué se hace con esa información? "Actuar", dice. "Tener conocimiento de la opinión pública y aplicar el criterio presidencial", añade el jefe de máquinas de Moncloa.

Para Redondo "todo lo que no se mide no me interesa". Y así trabaja. A partir de esas opiniones ciudadanas el gabinete del presidente elabora unos informes semanales (también los hay mensuales, semestrales y anual) que traslada a Sánchez. El objetivo es fijar los "temas de discusión" de la semana. Todo ello apoyado por los datos que salen de las encuestas que llegan a Moncloa y de las opiniones en redes sociales, que también se analizan. Nada se deja al albur. 

Iván Redondo promete su cargo como director de Gabinete del presidente del Gobierno, secretario de Estado de Comunicación, en presencia de Pedro Sánchez. (Moncloa)
Iván Redondo promete su cargo como director de Gabinete del presidente / Moncloa

Iván Redondo explica que este método de trabajo no es arbitrario y que en esos informes que elevan a Sánchez se pueden identificar las demandas de los ciudadanos: Salario Mínimo Interprofesional, pensiones, cambio climático, Cataluña, el sentimiento independentista... Todo está estudiado, medido y el Gobierno actúa en consecuencia para intentar transformar en votos esas opiniones. El jefe de gabinete de Sánchez destaca, además, que toda esta información es "de primer nivel" y les lleva de forma primaria.

Anécdotas: la chica de Tailandia y el reloj para 'Isidoro'

La orden que ha impartido Iván Redondo en Moncloa es que todas las demandas de los ciudadanos se tienen que intentar responder, una política que ha provocado alguna anécdota curiosa. Es el caso de los padres de una joven, que pidió a Presidencia del Gobierno ayuda para que su hija pudiera participar en un concurso en Tailandia. El Departamento de Colaboración con los Ciudadanos lo consiguió. Otra anécdota: a Moncloa llegó recientemente un reloj despertador dirigido a 'Isidoro', el sobrenombre con el que se conoció a Felipe González en la clandestinidad del franquismo.

Para cuidar a "los imprescindibles" Redondo creó 'Moncloa abierta', un proyecto para abrir las puertas del complejo presidencial y que ciudadanos anónimos pudieran visitar los jardines, la sala del Consejo de Ministros o la Secretaría de Estado de Comunicación. Sánchez llegó a ejercer de guía turístico de los primeros visitantes que, incluso, podrían llegar a convertirse en votantes del PSOE. Cada voto suma. 

El equipo de Redondo, incluso, ha llegado a ofrecer a algunos ciudadanos poder conocer al presidente o a alguno de los ministros. Son encuentros que no se publicitan, pero que sirven para "humanizar el Gobierno" y acercarlo a los españoles. Son historias personales a las que se les intenta dar solución desde el gabinete presidencial.

"La alerta permanente es nuestra misión", dice Iván Redondo, que define el Gobierno como "un organismo vivo" que va cambiando continuamente. Recuerda, además, que la política es como un Fórmula 1 y que "si construyes un buen chasis" tienes "un coche" ganador. A él le gusta compararse con Ferrari, por ser la escudería roja. "La política es mensaje y el contenido es fundamental", concluye. 

Todas estas confesiones fueron realizadas por Iván Redondo en la presentación de la correspondencia que recibió el expresidente Felipe González y que su Fundación acaba de hacer públicas esta misma semana. Es de los pocos actos a los que ha acudido el gurú de Sánchez.

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