La izquierda mejora posiciones en las zonas afectadas por los cierres del carbón

  • El Gobierno de Sánchez ha anunciado planes para ayudar a las comarcas más afectadas en Asturias, Castilla-León y Aragón.
Gráfico carbón
Gráfico carbón

La izquierda ha aguantado el tipo e incluso ha mejorado posiciones respecto a las generales de 2016 en las comarcas mineras afectadas por los cierres anunciados de centrales de carbón y de explotaciones no rentables. En Asturias, Castilla-León y Aragón -las zonas más golpeadas por la reconversión- PSOE y Unidas Podemos, las formaciones con más presencia en los municipios que albergan centrales, han mantenido y mejorado en algunos casos los porcentajes de voto. No obstante, la auténtica reválida será el día 26 de mayo, en las elecciones autonómicas y locales, donde el voto que entra en la urna está más pegado a la realidad del entorno más próximo al votante.

En municipios como Andorra (Teruel), donde se ubica la gran central de carbón de Endesa; Carreño (Asturiss, central de Aboño); Ribera de Arriba (Asturias); Lena (Asturias); Laviana (Asturias) o Páramo del Sil (León, central de Anllares), el PSOE ha mejorado posiciones respecto a las elecciones generales de 2016. Por provincias, los socialistas han mejorado resultados en A Coruña, León, Palencia y Teruel.

El año 2018 y lo que llevamos de 2019 han estado plagado de anuncios de cierre de explotaciones mineras por parte de las empresas. Aunque en la minería del carbón apenas si quedan 2.200 trabajadores en activo, en las centrales térmicas de Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo, hay centenares de empleos amenazados. Esos empleos son vitales para municipios como Andorra (Teruel), As Pontes (A Coruña), o para los ayuntamientos de las cuencas mineras asturianas, de Mieres a Lena, pasando por Langreo. También para comarcas palentinas con municipios afectados como Velilla del Río Carrión (Palencia) o almerienses (Carboneras).

Agonía minera

Las comunidades más afectadas por la agonía del carbón son Asturias, Castilla-León y Aragón. El PSOE gobierna en dos de ellas, Asturias y Aragón, y vive con inquietud un proceso que periódicamente genera tensiones en el seno del partido

Gráfico centrales.
Gráfico centrales.

Con tensiones o no, la reconversión del sector parece imparable. La eléctrica Endesa ha reactivado sus planes para cerrar, en 2020 a más tardar, las centrales eléctricas que funcionan con carbón nacional: Andorra (Teruel) y Compostilla (León). También Iberdrola lo tiene claro. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán ha anunciado el próximo cierre de las centrales de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), que suman una potencia conjunta de 874 megavatios (MW), petición que no afectará al empleo.

Aunque el impacto en términos de puestos de trabajo no es grande, la reconversión minera es una drama en comarcas que tienen difícil encontrar nuevas actividades para fijar población. El Gobierno socialista aprobó en febrero un anteproyecto de Ley de Cambio Climático en el que, sin detalles, se tenía en cuenta la situación de las zonas afectadas por los cierres de centrales térmicas y de minas.

Transición energética

En concreto, para aquellas comarcas donde la transición energética y ecológica pudiera suponer dificultades para la actividad económica y las empresas, el Gobierno prometió la firma de un Convenio de Transición Justa. El fin: articular un plan de acción orientado a generar proyectos integrales de desarrollo territorial que garanticen el empleo a medio y largo plazo, y dinamicen la transición hacia un nuevo escenario productivo.

Los planes son necesarios porque el Ministerio de Transición Ecológica que dirige -en funciones- Teresa Ribera estima que a partir de 2020 cerrarán al menos siete de las 15 centrales térmicas de carbón que funcionan en el país. Para seguir produciendo con carbón a partir del próximo año, Bruselas exige costosas inversiones en el control de emisiones o limitar la actividad a menos de 1.500 horas al año. Pero los cierres de centrales pueden ir más allá de lo que asume el Gobierno hasta ahora.

Fuentes del PSOE que participaron en los debates sobre la transición energética y sus consecuencias consideran más que probable que a partir de 2021 sólo se mantengan activas cuatro centrales localizadas en Asturias, Galicia y Andalucía. Serán las de Aboño y Soto de la Ribera, ambas propiedad de EDP Energía y ambas en Asturias y las de As Pontes (Galicia) y Carboneras (Andalucía), propiedad de Endesa.

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