Japón puede abrir este domingo una nueva era política

  • Tokio.- Japón abrirá este domingo una nueva era si se cumplen las previsiones de todas las encuestas, que señalan que la oposición barrerá en las elecciones al PLD, el partido que ha dominado la vida política nipona durante medio siglo.

Un cuarto de los votantes en Japón todavía está indeciso a dos días de las elecciones
Un cuarto de los votantes en Japón todavía está indeciso a dos días de las elecciones

Tokio.- Japón abrirá este domingo una nueva era si se cumplen las previsiones de todas las encuestas, que señalan que la oposición barrerá en las elecciones al PLD, el partido que ha dominado la vida política nipona durante medio siglo.

Más de 104 millones de nipones están convocados a las urnas el día 30 en los comicios a la Cámara Baja más emocionantes de las últimas décadas y la participación será previsiblemente alta, a tenor del aumento registrado en el voto anticipado.

Los últimos sondeos divulgados hoy coinciden con encuestas anteriores en augurar más de 300 escaños para el opositor Partido Democrático (PD), de un total de 480, y dejar en poco más de 100 la representación de la actual fuerza gubernamental conservadora.

De ser así, el PD de Yukio Hatoyama, de 62 años, y el Partido Liberal Demócrata (PLD) de Taro Aso, de 68, cambiarían tornas en la futura Cámara de Representantes, pues ahora tienen 112 y 303 diputados, respectivamente.

A dos días de las elecciones, sería una sorpresa mayúscula que no alcanzase una mayoría cómoda Hatoyama, pero una hipotética victoria del PLD se ve ya como un milagro.

Conocidos "pesos pesados" de ese partido dan prácticamente por hecha la derrota y remiten a fenómenos meteorológicos para definir lo que ha sucedido las últimas semanas, al más puro estilo japonés.

El ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, habla de "fuertes olas" para explicar el imparable avance de la oposición, el ex primer ministro Koizumi se refiere a las "ráfagas en contra" del PLD y el titular de Reforma Administrativa, Akira Amari, utiliza también la metáfora del viento.

Koizumi, elegido por mayoría abrumadora en los últimos comicios de 2005, ha llegado a admitir que "el pueblo japonés ya está aburrido del Partido Liberal Demócrata".

Contra el PLD se han unido, además del cansancio de unos electores que ven al mismo partido en el poder desde 1955, la crisis económica, la parálisis política, su falta de un líder claro y mucha inercia interna.

En estos cuatro años de legislatura ha tenido cuatro primeros ministros, perdió el control del Senado en 2007 -lo que le dificultó gobernar-, fue derrotado en las recientes elecciones a la Asamblea de Tokio y se tuvo que enfrentar a la peor recesión económica de Japón desde la II Guerra Mundial.

Hoy mismo, su candidato Taro Aso, primer ministro desde septiembre de 2008, vio su campaña torpedeada por la divulgación de que el desempleo se situó en julio en Japón en el 5,7 por ciento, récord en la época de posguerra.

Aso ha basado toda su campaña en defender que el PLD es el único partido que puede gobernar Japón y responder a la crisis con unas políticas económicas adecuadas, mientras Hatoyama ha insistido en el mantra de la necesidad de un "cambio" para Japón, al estilo Obama.

El encargado de prensa del PD aseguró hoy a Efe que "el pueblo japonés quiere cambiar la situación, porque ha ido acumulando el descontento hacia el mismo partido que rige desde la II Guerra Mundial".

Su líder Hatoyama promete acabar con la burocracia que ha dominado durante décadas la política nipona, recortar el gasto público, buscar una relación más equilibrada con EEUU aunque sin cambios radicales en política exterior y bajar los impuestos.

La insistencia del PD en la necesidad de un "cambio" en unas elecciones que prometen hacer "historia" parece haber calado en los votantes, de confirmarse los resultados de las encuestas, que auguran también de una alta participación.

Un sondeo que publica hoy el diario progresista "Mainichi" indica que la participación podría ser la mayor en dos décadas, del 70 por ciento frente al 67,5 por ciento de los comicios de 2005.

Los datos del voto anticipado también parecen confirmar esa tendencia.

Según el Ministerio de Interior, en los primeros cinco días en que pudo votarse anticipadamente para los comicios lo hicieron más de tres millones de personas, un 50 por ciento más que en todo 2005.

Patricia Souza

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