Jesuita presenta a la Reina datos del proyecto para el desminado en Camboya

  • Madrid.- El jesuita español Enrique Figaredo, obispo de la prefectura apostólica de Battambang (Camboya), ha presentado hoy a la Reina los últimos datos sobre el proyecto apoyado por España para la desactivación de minas antipersona en ese país, objetivo para el que el misionero trabaja desde hace más de 25 años.

Jesuita presenta a la Reina datos del proyecto para el desminado en Camboya
Jesuita presenta a la Reina datos del proyecto para el desminado en Camboya

Madrid.- El jesuita español Enrique Figaredo, obispo de la prefectura apostólica de Battambang (Camboya), ha presentado hoy a la Reina los últimos datos sobre el proyecto apoyado por España para la desactivación de minas antipersona en ese país, objetivo para el que el misionero trabaja desde hace más de 25 años.

Doña Sofía, que conoció de primera mano la labor humanitaria de Figaredo en Camboya durante el viaje de cooperación que efectuó al país asiático en febrero de 2008, ha recibido al religioso con un saluda muy cordial y, tras posar junto a él para los medios gráficos, le ha invitado a pasar a su despacho para mantener una reunión centrada en el proyecto de desactivación de minas.

El jesuita asturiano, nacido en Gijón en 1959 y conocido como Kike Figaredo, comenzó a trabajar a mediados de los años ochenta con los refugiados camboyanos en Tailandia y más adelante se volcó en la asistencia a las víctimas de las minas antipersonas y del virus del sida en Camboya.

En 1990 creó Banteay Prieb, una escuela de formación de discapacitados donde además se fabrican las "Mekong", unas sillas de ruedas especialmente diseñadas para facilitar la movilidad en terrenos embarrados, y en 2000 fue nombrado obispo de la prefectura apostólica de Battambang, que comprende casi la mitad del territorio de Camboya y un tercio de su población.

Finalista del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2009, Figaredo cuida personalmente a los niños y adolescentes que llegan cada mes al centro de acogida Arrupe, en la prefectura de Battambang, un lugar en el que los discapacitados por las minas o la poliomielitis encuentran un hogar, una educación y un futuro.

La Guerra de Vietnam dejó en el norte de Camboya un rastro de bombas dormidas que mutilan a unas cincuenta personas al mes, la mayoría de ellas niños, y el número de víctimas anuales que causan los 110 millones de minas repartidas por todo el mundo asciende a 26.000, según cálculos de algunas organizaciones no gubernamentales.

Actualmente puede verse en Madrid, en la Fundación Mutua Madrileña, una exposición fotográfica que recoge el trabajo de la ONG creada por Figaredo en Camboya, Sauce, a través de 40 imágenes tomadas por el reportero Josep María San Saturnino, "Sansa".

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