
Santander.- El escritor y ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina considera que nunca ha dejado la política, aunque ni se plantee volver alguna vez a un cargo público, y se declara "un antisectario militante", que es, advierte, una militancia "muy difícil en los tiempos que corren".
De esa militancia dan cuenta las páginas de su última novela, "La luz crepuscular", que hoy presentará en su tierra, Cantabria, el origen, también, del personaje que la protagoniza, Ángel Equsquiza.
Leguina ha partido de su autobiografía para hablar de toda una generación de españoles en una novela que puede interesar a quienes compartieron con él tiempos y vivencias y también a los más jóvenes, que "a lo mejor se caen del guindo y ven que Franco no era un rey godo, sino un gallego de nuestra época", ha dicho en un encuentro con periodistas.
Y en esa historia, que es y no es la suya, hay algunos políticos que no salen muy bien parados, como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras otros, que precisamente no son de su partido, el PSOE, "salen muy guapos en la foto".
"Me he hecho un antisectario militante", ha subrayado el escritor cántabro, quien ha aclarado que ni ha acabado "harto" de la política ni tampoco resentido, porque no tiene razones para estarlo.
Se considera, por el contrario, un hombre afortunado, que ha sido presidente de una comunidad, ha visto "las piernas de Lady Di de cerca" y ha conocido a Gorbachov y a Reagan. "Y eso se lo tengo que agradecer al PSOE", ha apostillado.
Además ha afirmado que nunca ha "salido" de la política, aunque no se encuentre "ni en condiciones ni con ganas" de desempeñar un cargo institucional.
"Los griegos llamaban idiotas a quienes no se interesaban por la política y yo no quiero ser un idiota", ha aclarado Leguina, quien cree que la política es un arte, si está "en buenas manos".
Precisamente "La luz crepuscular" se cierra con una reflexión acerca de la política, una visión que se resume en un decálogo.
La novela está contada "desde el presente" y arranca cuando Ángel Egusquiza está viendo un documental sobre el Mayo del 68 "y se da cuenta de que no entiende nada".
Ese es el principio de una historia, protagonizada por un hombre que "no es ni un héroe ni un cobarde", que se adentra en la aventura vital del autor y su generación y que podría haberse titulado "Tal como éramos", como "aquella película tan bonita", ha apuntado.
Ha aclarado además que los personajes reales que desfilan por el libro aparecen con sus nombres y apellidos y el resto, son de ficción. "Así que no busquen claves para ver que novias he tenido", ha advertido.
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