José Eduardo dos Santos, el "eterno" presidente de Angola

  • El presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, uno de los líderes africanos que más tiempo lleva en el poder, desde 1979, no parece aburrido en el cargo, a juzgar por su disposición a renovar mandato en las próximas elecciones generales.

Manuel Sebastiao

Luanda, 28 ago.- El presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, uno de los líderes africanos que más tiempo lleva en el poder, desde 1979, no parece aburrido en el cargo, a juzgar por su disposición a renovar mandato en las próximas elecciones generales.

Sólo el jefe de Estado de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, le hace realmente la competencia en todo el continente a Dos Santos en cuanto a "longevidad presidencial", pues acumula escasamente un mes más que él como máximo responsable del Gobierno.

Con casi 33 años como presidente, el líder tiene grandes posibilidades de renovar su mandato y prolongarse en la poltrona del poder otro lustro, ya que su partido, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), parte como favorito en los comicios.

En caso de victoria, sería la segunda vez que Dos Santos se impone en unas elecciones desde el final, en 2002, de la guerra civil que durante 27 años asoló el país.

De carácter reservado y tranquilo, el gobernante nació el 28 de agosto de 1942 en Luanda y, pese a haber amasado una amplia fortuna personal, es de origen humilde, pues su padre, Eduardo Avelino dos Santos, era albañil, y su madre, Jacinta José Paulina, ama de casa.

Tras cursar el bachillerato en el Liceo Salvador Correia de la capital angoleña y cumplir 18 años, Dos Santos se unió al Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), grupo nacionalista y marxista contrario al colonialismo portugués.

Después de alzarse en armas ese movimiento contra la ocupación lusa en 1961, el joven revolucionario, forzado por la represión colonial, huyó del país en una barcaza y se exilió en la República del Congo, donde contribuyó a fundar las Juventudes del MPLA.

En 1963, se benefició de una beca para recibir instrucción superior en la antigua Unión Soviética con un grupo de estudiantes.

Seis años más tarde, Dos Santos se graduó como ingeniero petroquímico en el Instituto de Estudios de Petróleo y Gas de Baku y en 1970, tras hacer un curso militar de telecomunicaciones, volvió al área de Angola controlada por el MPLA.

El 11 de noviembre de 1975, Angola declaró su independencia y el MPLA accedió al poder, pero enfrentado a la rebelde Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), lo que provocó una larga y sangrienta guerra civil.

En el primer Gobierno angoleño, presidido por Agostinho Neto, Dos Santo fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores, cargo con el que logró que la ONU y la Organización para la Unidad Africana (OUA) reconocieran al país.

Tras la repentina muerte en 1979 de Neto, el carismático primer presidente de Angola, Dos Santos asumió la jefatura del MPLA y la Presidencia del Gobierno.

Apodado por un diplomático "el Maquiavelo de África", el nuevo jefe de Estado, visto entonces por muchos como un gris tecnócrata sin poder real, consolidó su liderazgo poco a poco y alejó al MPLA del marxismo.

Las primera elecciones multipartitas llegaron en 1992 y Dos Santos resultó ganador frente al líder de UNITA, Jonas Savimbi, pero sin lograr una mayoría absoluta, lo que obligaba a una segunda vuelta electoral.

Savimbi rechazó los resultados, que tildó de fraudulentos, y retomó la lucha armada contra el Gobierno del MPLA.

En 2001, el mandatario causó una mayúscula sorpresa al anunciar que no se presentaría a las próximas elecciones presidenciales: "Está claro -aseguró- que el nombre del candidato (del MPLA) no será José Eduardo Dios Santos".

Lo que sí quedó claro, sin embargo, es que esas palabras se las llevó el viento sin más, toda vez que se anunciaron comicios presidenciales para 2006, 2007 y 2009 que no se celebraron nunca.

Sí hubo elecciones legislativas en 2008, que ganó el partido gubernamental con el 80 por ciento de los sufragios, lo que ayudó a a Dos Santos a permanecer el poder.

Una nueva Constitución aprobada en 2010 cambió la elección directa del jefe del Estado por un sistema de voto indirecto, de manera que el presidente sería el líder del partido ganador en unas elecciones generales.

En la práctica, el cambio significó que Dos Santos continuaría en el poder hasta 2012, lo que indignó a la oposición, que acusó el Ejecutivo de "destruir la democracia".

El "eterno" presidente ha desempeñado un papel clave en la paz y la estabilidad del país, así como en el rápido crecimiento económico -con aumentos anuales de más del 20 por ciento- en los últimos años de Angola, segundo productor petrolero de África.

Sin embargo, la mayoría de la población sigue ahogada en la pobreza y los jóvenes han expresado su descontento con protestas en las que han llamado a Dos Santos "monstruo saqueador".

La rampante corrupción y la represión de opositores, denunciada por la organización pro derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), son también asignaturas pendientes del líder angoleño.

En el plano personal, el gobernante, dado a aparecer en público siempre sonriente e impecablemente trajeado, está casado con Ana Paula Dos Santos, con la que tiene tres hijos.

El estadista volverá a exhibir su sonrisa si su partido vence en las elecciones del próximo viernes, triunfo que le consolidaría como uno de los "dinosaurios" de la política africana.

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