Conversación con el expresidente del Gobierno

Zapatero revela dos reuniones intensas con Díaz sobre la nueva reforma laboral

Reconoce "escepticismo" con la derogación de las normas del PP e invita al Gobierno a subir el SMI o mejorar las rentas de inclusión. Sobre los fondos europeos: "No vamos a tener otra oportunidad igual".

Zapatero, tras verse con Díaz: "No tengo gran expectativa en la reforma laboral"
Zapatero revela dos reuniones intensas con Díaz sobre la nueva reforma laboral
José Castro

José Luis Rodríguez Zapatero (León, 1960) se ha visto en dos ocasiones en privado con Yolanda Díaz. Dos "reuniones muy intensas" entre la hoy vicepresidenta tercera y exjefe del Gobierno, en formato almuerzo, de las que ha salido con una "muy buena opinión" de la hoy líder de Unidas Podemos en la coalición. El exmandatario mira desde la distancia la reforma laboral en la que está trabajando y le surgen dudas: "Tengo un cierto escepticismo en torno al impacto de las regulaciones laborales en las condiciones del mercado de trabajo; no deberíamos de poner excesivas expectativas ni en una dirección ni en otra". ¿Por qué, presidente? "Porque la experiencia me dice que hemos tenido momentos de crisis con una regulación laboral más proteccionista, pongo el ejemplo de 2009, donde el coste del despido era de 42 días por año trabajado, y sin embargo, fue el año de más destrucción de empleo; la empresa española se gastó 8.500 millones de euros en despidos". Para él dos aspectos son esenciales en esta negociación abierta y no cerrada: "Fortalecer la negociación colectiva y limitar el excesivo campo de la subcontratación, que ha sido evidentemente un elemento muy determinante en la precariedad" de ciertos puestos de trabajo".

Zapatero es consciente, por tanto, del problema "estructural" del mercado laboral español, algo que Sánchez y Díaz pretenden solucionar, o al menos orientar en lo que queda de legislatura. Presidente y vicepresidenta tercera han hablado en los últimos días de "derogar" una reforma laboral del PP con la que el exjefe del Ejecutivo tampoco conculca: "No creo en el dogma de la derecha según el cual la reforma laboral de Rajoy fue la causante de la creación de empleo". "Realmente quien creó empleo fue Draghi, facilitando liquidez y, por tanto, permitiendo a las empresas funcionar; esta es la verdad verdadera, en mi opinión", añade Zapatero. 

- ¿Hacia qué modelo económico, entonces, debería caminar en este momento el Gobierno?

- Para España hay dos condiciones que me parecen fundamentales para el fortalecimiento económico que tenemos pendiente desde la transición y desde la entrada en el euro. En primer lugar, convertir nuestra economía en una economía más competitiva, incrementando la productividad con los dos elementos que hoy son claves: la digitalización de la economía y la transición energética. En segundo lugar, tenemos que superar nuestros problema en el mercado de trabajo, tanto en la tasa de empleo como en la precariedad -vamos a ver si acertamos. Y, además, tenemos que incrementar la cohesión social para reducir las desigualdades. Esto último supone básicamente mejorar las condiciones de las personas con más dificultades económicas. Es decir, subir salarios mínimos [aviso para el Gobierno que pospuso esta decisión por la pandemia], por incrementar las rentas de inclusión, por mejorar las pensiones mínimas y, en definitiva, por elevar las condiciones de vida de los sectores con menos ingresos o más castigados.

Rodríguez Zapatero atiende a La Información mientras Sánchez presenta ante el Ibex el Plan España 2050. Para el expresidente los fondos europeos son la gran oportunidad para modernizar el país. "No vamos a tener otra", concluye. Él lo intento en sus dos gobiernos ("en mis mandatos hice un esfuerzo importante en el incremento de I+D+i, que es fundamental"), pero la crisis económica arrasó con todo lo que tenía planificado. Ahora habla de "una remodernización" de España, "una reconversión industrial histórica". Más 200.000 millones de euros a disposición del país -140.000 del programa Next Generation y más 80.000 de los fondos ordinarios- para, como firma el expresidente, dar "un salto de competitividad, de productividad y convertirnos en una gran economía exportadora". 

Zapatero habla de "un nuevo Banco Central Europeo", muy diferente al que él conoció, y de vientos favorables que soplan desde Bruselas y desde Washington. Y pone el acento en "la experiencia equivocada de la crisis financiera de 2008-2009". "Yo he renovado mi fe en el proyecto europeo", reconoce, gracias a la "política keynesiana, de compromiso claro con el proyecto de integración económica" por la que se está apostando desde las instituciones comunitarias.

José Luis Rodríguez Zapatero
José Luis Rodríguez Zapatero

José Castro

- ¿Qué le parece Yolanda Díaz como figura emergente de la izquierda?

- Me parece que su tarea al frente del Ministerio [de Trabajo] ha sido, en conjunto con todo el Gobierno, muy positiva. Me gusta, además, que haga política con ese respeto a las formas e interés en los argumentos. Pienso que, para el Gobierno, y con la lealtad que ella ha expresado, es un activo muy importante.

El expresidente del Gobierno considera que, aprovechando esta ola favorable, España debería acometer un "giro estratégico". ¿Cómo? "Tenemos que convertirnos en una potencia fuertemente exportadora". ¿Para qué? "Para no ser una economía dependiente de la UE; tenemos que fortalecer nuestra autonomía económica y eso sólo se consigue como hizo Alemania, teniendo un poderoso aparato productivo y una gran capacidad exportadora". "Este es el gran reto": que el Gobierno oriente la economía que surgirá tras el Covid a la exportación hacia los grandes mercados y mire a "Asia y a los países emergentes". El reto que fija Zapatero no es menor.

José Luis Rodríguez Zapatero
José Luis Rodríguez Zapatero

José Castro

- ¿Es el momento de subir los impuestos o no?

- Yo relativizo alguno de los debates apasionados sobre la fiscalidad que tenemos en estos momentos en España. Esta es mi experiencia. Tengo una concepción de la fiscalidad no como un elemento o un principio finalista o excesivamente condicionado ideológicamente. La fiscalidad debe responder a un principio instrumental. ¿Qué quiero decir con ello? Quiero decir que habrá ocasiones en que hay que incrementar una presión fiscal y actuar a lo mejor en determinados campos y habrá otros en que no. Incluso que a lo mejor es más aconsejable tener una flexibilidad fiscal.

Zapatero se alinea con el Impuesto de Sociedades global que está promoviendo Joe Biden: "Lo que me parece más importante es que la comunidad internacional logre una integración o una cierta equiparación fiscal. En primer lugar, en lo que afecta a Impuesto de Sociedades y, también, en lo que afecta a los impuestos a las grandes tecnológicas". Añade que le ha parecido "muy interesante la propuesta de Biden de establecer una tasa con sociedades exactamente igual y creo que ese es el horizonte en el que tendríamos que centrarnos y no distraernos tanto". "Si cada día la economía es más global, para que las reglas sean equitativas, para que los estados y las organizaciones internacionales dispongan de recursos fiscales, debe haber una respuesta global", considera.

​El 4-M y la jubilación política de Pablo Iglesias

- Hablemos de política y de una cuestión doméstica. El 4-M: ¿cambio de tendencia o accidente?

Zapatero se moja: "La política es cíclica. Y más en la sociedad de las emociones. Creo que el 4-M supone ante todo la aceleración de una tendencia, en la que yo siempre he creído, de reagrupamiento del centro derecha en torno al PP. Pero no determina nada el futuro en cuanto a los ciclos electorales que tendremos dentro de dos años. Hay que verlo con esa perspectiva. El Gobierno progresista tiene, en mi opinión, una hoja de ruta poderosa, que ha sido el escudo social en la pandemia, y que deberá convertirse en cohesión social aprovechando los fondos europeos. Eso, seguramente, dará una potencialidad grande. Pero bueno, la democracia es cíclica, es cíclica y no contemplo con preocupación que el PP reagrupe el voto del centroderecha".

Zapatero insiste en diferenciar los partidos con "arraigo" de los recién llegados. "Esto es una reflexión que introduzco y que me parece que tiene cierto interés. Y es que los partidos con arraigo pueden retroceder electoralmente en un momento dado, pueden perder elecciones, pero tienen la capacidad de recuperarse. Los partidos con no arraigo, sin embargo, pueden tener una gran expansión, pueden lograr un resultado en un momento dado muy importante, pero si retroceden, normalmente ya no tienen capacidad de recuperación. Lo hemos visto con Ciudadanos. Quizá lo veamos con Podemos". Aviso a navegantes.

- ¿Qué le ha parecido la jubilación política de Pablo Iglesias?

- Era algo que intuía. Son siete años, pero han sido de una intensidad enorme para Pablo Iglesias, el pasar de ser un profesor de universidad y tertuliano a formar un partido político que llegó a tener cinco millones de votos. Pasar de una posición crítica al sistema a estar en el Gobierno y en una concepción que ha defendido y ha explicado, y es que él es un hombre más de política activa que de gobierno. Y, además, toda su última trayectoria ha estado sometida a una presión enorme, muy fuerte, muy dura, a una crítica furibunda que, a pesar de lo que digan sus adversarios, afortunadamente en todo político hay un ser humano con sus análisis de futuro de su vida, de su familia.... Debemos ser muy respetuosos. Han sido siete años y lo importante cuando alguien da un paso atrás en su vida es tener el respeto y la buena educación de respetarle y desearle lo mejor, que es lo que yo hago. Me da igual que sea Iglesias que Rajoy. Creo que forma parte de la escuela de la democracia que queremos, que se basa en el respeto y se fundamenta en nunca considerar enemigo a quien es adversario y menos introducirse en el camino del desprecio, que acaba siempre en el odio.

Zapatero y el final de ETA en el décimo aniversario

Quedan menos de cinco meses para que se cumpla el décimo aniversario del final de ETA y Zapatero habla sobre el que, probablemente, fue el mayor hito de sus gobiernos. "Siendo una persona que estuvo en el centro de la decisión y de la tarea para que ETA finalizase y, por tanto, que dispone de mucha información, mucha que no se ha conocido aún, porque estamos en una tarea muy delicada, los diez años van a marcar un momento en el que se va a debatir y reflexionar... Lo digo en primera persona. Aún dudo que tengamos la perspectiva suficiente y, por tanto, esta aproximación no la establezco como conclusiones definitivas. Haré una reflexión que es provisional, como casi todo en la vida (como decía Borges, todo son borradores). En el final de ETA hay una afirmación de dos principios, de dos grandes conceptos que están íntimamente vinculados: el principio de la superioridad moral de la democracia y el diálogo como mejor camino para afrontar incluso el peor conflicto que uno pueda tener encima de la mesa, para la convivencia, para la vida y para la libertad. Esos son las dos grandes lecciones que, de manera preliminar, atesoro. Y me gustaría que la reflexión que se va a producir en el décimo aniversario fuera un debate en el que nos proyectáramos hacia el futuro para reafirmar algunos valores".

"Dos principios sobre el final de ETA: el de la superioridad moral de la democracia y el del diálogo como mejor camino para afrontar el peor conflicto"

"Merece la pena la generosidad en democracia -añade Zapatero-. La superioridad moral de la democracia es que es capaz de integrar incluso a los que han sido sus peores enemigos. Así es como se ha construido las mejores democracias, con esa visión amplia, generosa, integradora... y que fuera un debate que trascendiera a la coyuntura. Afortunadamente, hoy el tema de ETA, salvo alguna cuestión menor como el acercamiento de los presos, ya no es un debate que pueda favorecer o perjudicar partidariamente. Ojalá la sociedad y los partidos hagamos esa reflexión en el décimo aniversario con una reflexión de altura política y de altura moral. Cuando conocí, trabajé y esperé el momento más intenso y que tengo más grabado en mis entrañas, que fue cuando sabía que venía el fin de la violencia, fue para mí la gran demostración de la superioridad moral de la democracia y del inmenso valor del diálogo ante cualquier conflicto".

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