Juan Carlos I cree que su reinado cumplió el objetivo de poner a España en el mundo

    • Don Juan Carlos destaca "de forma especial" el ingreso de España en la OTAN y en Europa", ambas, añade el monarca, "significaban la consecución de uno de mis objetivos: poner a España en el mundo"
Juan Carlos I sintió dolor, satisfacción y orgullo en el día de su abdicación
Juan Carlos I sintió dolor, satisfacción y orgullo en el día de su abdicación

El Rey Juan Carlos I albergó sentimientos contradictorios durante su abdicación, el pasado 19 de junio, en favor de su hijo Felipe: el de "la satisfacción del deber cumplido", "el dolor de la despedida" y el "orgullo de un padre de ver a su hijo allí".

Así se recoge este domingo en el suplemento 'XL Semanal' de 'ABC', que publica extractos de una entrevista que el periodista Fernando Ónega hizo al Rey Juan Carlos cuatro meses después de ese momento y que el escritor gallego incluye en su libro 'Juan Carlos I. El hombre que pudo reinar'.

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"Quizá la palabra emoción se quede corta. Fueron sentimientos contradictorios: la satisfacción del deber cumplido y el dolor de la despedida; la pena de pensar que me retiro y el orgullo de un padre de ver a su hijo allí", afirma en esa entrevista el Rey Juan Carlos a Ónega.

El Rey Juan Carlos recuerda en la entrevista dos momentos fundamentales en su vida: cuando Franco le comunicó su decisión de designarle "sucesor a título de rey" y el 23F "donde la monarquía se jugó su prestigio y continuidad".

Asimismo, Don Juan Carlos destaca "de forma especial" el ingreso de España en la OTAN y en Europa", ambas, añade el monarca, "significaban la consecución de uno de mis objetivos: poner a España en el mundo".

"Aunque no guste a todo el mundo, nunca podré olvidar el comportamiento del Partido Comunista y del PSOE durante la Transición", dijo el rey a Ónega añadiendo que "si en aquellos momentos a la izquierda española, y concretamente a Santiago Carrillo, se le hubiera ocurrido sacar su militantes a la calle, hoy ni tú ni yo estaríamos aquí".

De su proclamación como Rey de España el 22 de noviembre de 1975, refiere que "más que vértigo sentía una enorme responsabilidad por todo lo que se me venía encima".La abdicación se adelantó al conocer los planes dos personas ajenas al secreto

La abdicación de don Juan Carlos I se tuvo que adelantar al enterarse de los preparativos dos personas ajenas al secreto, la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el que fue secretario general de presidencia con Aznar, Javier Zarzalejos.

Las personas que verdaderamente conocían los preparativos sobre la abdicación del Rey eran contadas con los dedos de la mano: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el exsecretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba que por aquel entonces ya tenía fecha para dejar su cargo y los expresidentes Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar.

Mientras que por parte de Zarzuela estuvieron en esa reunión: Rafael Spottorno, Alfonso Sanz Portolés, Jaime Alfonsín, Domingo Martínez Palomo y Javier Ayuso.

Ónega destaca que en una interpretación rápida durante esa reunión se pudo adivinar que a Fernández de la Vega se lo había contado el expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero y a Zarzalejos, José María Aznar. Rubalcaba, aseguran, que reaccionó con agilidad y comentó que había que adelantar la abdicación. La abdicación

la abdicación quedó señalada para el 2 de junio y cuenta el periodista que Rajoy se sumo a colaborar para adelantar el proceso como si se hubiesen puesto de acuerdo. El presidente solo se lo comentó a su mano derecha y vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y a Pérez Renovales, subsecretario de Presidencia.

La abdicación fue llevada en secreto absoluto pero también corrió algunos riesgos. En febrero de 2014, el periodista relata en su libro que el Rey quiso visitar los países del Golfo viajando en un avión lleno de empresarios y periodistas. Lo que nadie se pudo imaginar era que por aquel entonces Spottorno y Ayuso estaban perfilando el discurso de abdicación en un avión lleno de informadores. La noticia no trascendió.

Fue en la primavera de 2013 cuando Juan Carlos llamó a Spottorno para encargarle el trabajo:"Vete estudiando cómo se podría instrumentar una posible abdicación", cuenta que le dijo. En numerosas ocasiones le reiteró si continuaba con el trabajo y si se sentía seguro de tomar la decisión. Juan Carlos estaba convencido, sin prisa pero sin pausa.

Ónega está convencido que el empujón definitivo para su abdicación se produjo al cumplir setenta y seis años. Se celebraba la Pascua Militar y al leer su discurso, don Juan Carlos se perdió. Cuenta que estaba agotado, había estado respondiendo él mismo a los mensajes que le enviaban de cumpleaños y no durmió en toda la noche."¿Es que no hay nadie que me defienda?", llegó a decir a una persona de confianza, según cuenta en 'XL Semanal'.

El periodista destaca la soledad que pasó don Juan Carlos los meses previos a su abdicación. "La relación con sus hijos era complicada: con Cristina por las razones procesales conocidas y porque se había marchado a a vivir a Suiza; con la Infanta Elena a pesar de que se profesaban un afecto mutuo y el príncipe Felipe por el 'factor Letizia'. La sintonía suegro-nuerano sobrepasaba mucho los límites de la cortesía, incluso hubo momentos de desafecto, creo que superados", señala Ónega.

El libro también se para a relatar cómo fue esa relación con doña Sofía. "Algunos libros publicados aseguraban que la pareja afectiva estaba rota y que hacía décadas que no convivían como un matrimonio", pero el periodista ha querido señalar las palabras de gratitud a la reina en su discurso de abdicación: "Gratitud a la reina, cuya colaboración y generoso apoyo no me han faltado nunca".

La abdicación salió según lo previsto, tanto que en la entrevista señalan que el Rey dijo a los suyos: "No sé cómo han salido las cosas tan bien. A veces tengo la impresión de que se me aparecía una paloma, se me posaba en el hombro y me iba inspirando".

"Quizá la palabra emoción se quede corta. Fueron sentimientos contradictorios: la satisfacción del deber cumplido y el dolor de la despedida; la pena de pensar que me retiro y el orgullo de un padre de ver a su hijo allí", afirma en esa entrevista el Rey Juan Carlos a Ónega.23-F: "Ignoro quién era el elefante blanco, aunque todo apunta que era Armada"

El propio rey asegura que hay dos momentos fundamentales en su vida. El primero fue con la muerte de Franco y su sucesión; "por una parte era un desaire tremendo a mi padre, que era legítimo titular de la Corona; pero por otra, era la única solución posible y lo importante era que salvaba la monarquía y mi padre lo entendió", asegura don Juan Carlos.

El segundo momento, Juan Carlos menciona al 23-F donde sintió mucha responsabilidad. Así, desvela que lo que le quitó el sueño casi durante tres años fue reinar con la pena de muerte vigente. "Nunca estaría dispuesto a aceptar aunque estaba dentro de la legalidad", señala el monarca.

Don Juan Carlos reconoce que tenía noticias de que había reuniones de mandos militares, pero ni él ni el Gobierno pensaron que se iba a actuar de esa manera, reconoce al periodista. "Aún hoy mantengo algunas incógnitas: ignoro quién era el 'elefante blanco', aunque todo apunta que era Armada", destacó el monarca.

Durante la entrevista, don Juan Carlos se encarga de desmentir a Ónega la conversación que mantuvo con Suárez, de la que se ha llegado a escribir que el perro del monarca casi se lanza sobre el presidente: "No hubo ni perro ni hubo nada. Fue una conversación cordial, muy agradable y de reconocimiento a Suárez".Su relación con la izquierda política

También el Rey quiso reconocer el comportamiento que tuvieron el Partido Socialista y el Partido Comunista si en aquel momento (durante el 23-F) se les hubiera ocurrido sacar a sus militantes a la calle. Juan Carlos asegura que prometió a Santiago Carrillo (líder por aquel entonces del PCE) que decidiría el cómo y el cuándo pero que lo legalizaría. Cuenta que Carrillo aceptó.

Asimismo, Juan Carlos tuvo palabras para que el fuera presidente del Gobierno, Felipe González. "No hemos tenido ningún problema ni personal ni institucional. Me llevaba y me llevo divinamente con él. Es un hombre que piensa en España y piensa en el Estado".Sus problemas de salud

El periodista señala que don Juan Carlos estuvo al borde de la muerte cuando la infección que sufría etsuvo a punto de convertirse en una septicemia (enfermedad portencialmente mortal). "Se puede decir que la última intervención para cortarla le salvó la vida", asegura Ónega.

También destaca que la primera vez que el Rey solicitó que se fuese estudiando su abdicación fue en la primavera de 2013. Un año después del suceso de Botsuana pero meses antes de la operación efectuada por el doctor Cabanela, cuando se encontraba ya muy limitada su movilidad.Al final de su reinado la palabra que más repite es "gracias"

El periodista escribe que don Juan Carlos tras su abdicación está más relajado y afectuoso. "De salud se encuentra bien. Por fortuna ya no tiene que hacer rehabilitación". Entre sus actividades, destaca que cada mañana se levanta para hacer gimnasia y que camina ochocientos metros en la cinta.

"Es posible que hoy, después de todo lo vivido, se sienta un poco más solo todavía. Le fallaron algunos amigos. O quizá no tuvo la suerte en la elección de los mismos", cuenta Fernando Ónega y describe otro aspecto, "Al final de su reinado, hubo una palabra que repetía cada minuto, en público y en privado "gracias". Se marchó agradecido por todo".Sus mejores frases durante la entrevista


"Ignoro quién era el elefante blanco, aunque todo apunta que era Armada"

- "Nunca estaría dispuesto a aceptar aunque estaba dentro de la legalidad"- "No hubo ni perro ni hubo nada"

- Con Felipe González, "me llevaba y me llevo divinamente con él"- "Nunca podré olvidar el comportamiento del PSOE y del PCE"

- "Quizá la palabra emoción se quede corta"- "No sé cómo han salido las cosas tan bien"- "¿Es que no hay nadie que me defienda?"

- "Vete estudiando cómo se podría instrumentar una posible abdicación"- Rubalcaba: "Hay que adelantar la abdicación"

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