Juan Pablo Fusi: "El nacionalismo y la democracia se relacionan ambiguamente"

  • El historiador Juan Pablo Fusi, que acaba de publicar "Breve historia del mundo contemporáneo", asegura que "el nacionalismo se relaciona de manera ambigua con la democracia", ya que pone el énfasis en la nación, en la colectividad y no en el individuo como hace la democracia y el liberalismo.

Víctor Usón

Madrid, 2 oct.- El historiador Juan Pablo Fusi, que acaba de publicar "Breve historia del mundo contemporáneo", asegura que "el nacionalismo se relaciona de manera ambigua con la democracia", ya que pone el énfasis en la nación, en la colectividad y no en el individuo como hace la democracia y el liberalismo.

"Eso no quiere decir que no crea en el concepto de liberación nacional o que no haya un nacionalismo que pueda construir una nación democrática" ha asegurado Fusi (Madrid, 1945) en una entrevista con Efe.

Fusi que ha publicado libros como "España, la evolución de la identidad nacional" y "La patria lejana. El nacionalismo" asegura que es un "problema" para los historiadores la búsqueda de legitimidad que los nacionalistas hacen en la historia.

"Todos (los nacionalismos) tratan de legitimarse pero hay un evidente choque con la propia interpretación historiográfica que no puede ser tan legitimadora con los nacionalistas como el nacionalismo quisiera", defiende.

Juan Pablo Fusi aborda en "Breve historia del mundo contemporáneo" (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores) los últimos 237 años de historia mundial (desde la Revolución americana de 1776 hasta hoy), haciendo un recorrido a lo largo de 300 páginas por las dos guerras mundiales, la revolución soviética, el fascismo, además de la revolución francesa y americana, entre otros muchos acontecimientos.

Una época que destaca por la gran cantidad de cambios que se produjeron en un corto espacio de tiempo. Un crecimiento económico o demográfico que, según este historiador, supera con creces el de cualquier otro periodo histórico.

"Antes de este periodo histórico, a comienzos del siglo XVIII no hay grandes ciudades, el tipo de vida que conocemos nosotros no existía todavía. Es una sociedad rural, las calles están sin asfaltar, no hay luz eléctrica, telégrafo, ni comunicaciones telefónicas o automóviles", recuerda el historiador.

Toma Fusi la frase de varios historiadores que defienden que en el siglo XIX Francia transformó un país de campesinos en uno de franceses, "y esto es plausible en otro países como Italia, Portugal o España".

Aunque los cambios han sido profundos en los últimos siglos, la violencia, las guerras o el hambre siguen siendo una constante en el mundo de hoy, algo en lo que no hemos sido capaces de evolucionar, y de hecho, Fusi defiende que el "mal acompaña siempre a la modernidad".

"Con la información que existe hoy en día todo esto es mucho más flagrante, tenemos más conciencia y por tanto, nos repugna más que en otras épocas" asegura.

Compara Fusi la sociedad actual con la del sigo XIX y XX y se pregunta si en este momento aguantaríamos una contienda como la Primera Guerra Mundial o si seríamos capaces de ver en televisión la gran cantidad de muertos que se produjeron en el conflicto.

"En la Primera Guerra Mundial el voluntariado es masivo, numerosos hombres acuden a la guerra, es algo que hoy dudo que se produjera", sostiene.

"Breve historia del mundo contemporáneo" narra también al mundo global que impera en nuestros días y se para en una crisis económica que, asegura Fusi, poco tiene que ver con la que ocurrió en el 29.

"En el 29, el dramatismo fue infinitamente mayor. Los plebiscitos que se ven todos los domingos en los campos de fútbol no se veían entonces, hemos pasado el verano con récord de turistas, por no entrar en el gasto que vemos en la propia sociedad española", asegura.

Esta Europa que Fusi define como "un gigante económico y un enano político" dejará, a juicio del historiador, de ser el centro de los mapas como hasta ahora estábamos acostumbrados, ya que tiene una débil presencia internacional.

"Para resolver los grandes problemas internacionales no llamaría nunca a (presidente del Consejo Europeo, Herman) Van Rompuy o a (la jefa de la diplomacia europea) Catherine Ashton". EFE

vug/cr

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com. Cód: 576071)

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