¿Juancarlismo o República? Pese al repunte del republicanismo, primará la estabilidad

    • Tres sociólogos analizan las consecuencias políticas de la abdicación de Don Juan Carlos en el Príncipe de Asturias.

    • La abdicación de Juan Carlos I en su hijo Felipe suscita a los ciudadanos una serie de interrogantes sobre el futuro del país.

       

Amando de Miguel, Alejandro Néstor García y Juan Carlos Jiménez

La abdicación de Juan Carlos I en su hijo Felipe suscita a los ciudadanos una serie de interrogantes sobre el futuro del país. A lo largo del día algunos partidos políticos como Podemos, Izquierda Unida, Geroa Bai o Bildu han pedido públicamente la convocatoria de un referéndum vinculante sobre la jefatura de Estado. Este medio ha preguntado sobre esta cuestión a tres sociólogos para que analicen las repercusiones del adiós.

Según Amando De Miguel, sociólogo y escritor, “los partidos de izquierdas son cada uno de su padre y de su madre. Lo único que les une es la república”. En su opinión, estos partidos tienen “difícil unirse”, ya que sólo comparten la misma idea a cerca de la figura del Jefe de Estado. “Todos están de acuerdo en la convocatoria de un referéndum.

Alejandro Néstor García Martínez, sociólogo del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, ha señalado que “la tercera república ha sido siempre un anhelo de la izquierda, pero el PSOE no está por la labor de llevar a cabo una transformación tan profunda que supondría la renovación de todo el sistema político español”.

Las dudas al respecto de la convocatoria de esta consulta también las comparte Juan Carlos Jiménez, profesor titular de Historia del Pensamiento de los Movimientos Sociales de la Universidad CEU San Pablo. El profesor afirma que “el resultado del referéndum estaría muy empatado o parcialmente a favor de la república”. Sin embargo, ha indicado que la idea de la república “es un mito, ya que no se sabe lo qué es”. Para él la monarquía es “garantía de estabilidad basada en una figura meramente testimonial”.El momento de la abdicación, un error

También estos expertos comparten la opinión de que el momento elegido por el Rey Juan Carlos I para abdicar no es el ideal. Para Jiménez, “abdicar después de las elecciones europeas ha creado el arma perfecta para la extrema izquierda”. “Rafael Spottorno está sobrepasado, ha cometido un error muy básico”, ha afirmado en referencia a los comicios.

“La abdicación llega tarde, debería haber sido hace tres o cuatro años, no ahora”, ha declarado con contundencia De Miguel, quien ha añadido que en los últimos dos años “el desprestigio de la institución ha sido imparable”. “La monarquía actual es error tras error. Hace unos años la abdicación hubiera sido efectiva y positiva para la Casa Real”, ha manifestado. Una opinión similar a la De Miguel es la de García, quien ha explicado que “en 1997 la Casa Real era la institución mejor valorada”. “Tras el Caso Nóos, la Casa del Rey suspendió por primera vez y en el último CIS de 2013 sacó un escaso 3,6. Han sido varios años para el descrédito, pero el único que se salva es el Príncipe Felipe, quien ahora es el mejor situado para recuperar la confianza de los ciudadanos”.

Este sociólogo de la Universidad de Navarra cree que “la abdicación no ha sido dejada al azar”. “El momento estaba escogido. Si hubiese sido antes de las elecciones europeas, este asunto hubiera tenido una resonancia y una visibilidad pública mucho mayor que ahora”, ha explicado.Ser Juancarlista y republicano a la vez

Numerosos ciudadanos de España han escuchado o han pronunciado alguna vez la afirmación de “soy Juancarlista, pero no monárquico”. Sin embargo, según De Miguel, esta frase se contradice en a sí misma ya que lo que realmente se está diciendo es que sé es monárquico y republicano al mismo tiempo.“Es un absurdo ya que la monarquía y al república son entidades abstractas. No sé puede decir soy monárquico de 'Fulanito' y republicano de 'Menganito'. Es un sin sentido”, ha explicado de Miguel.

Por otra parte, para Jiménez el término juancarlista dejó de tener sentido al terminar la Transición. “El Rey es un hombre de otra generación y él mismo se da cuenta de que su tiempo ya ha pasado”.

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