Cambios en los organismos reguladores

Juego de sillas en la CNMC: cinco plazas y siete partidos obligados a negociar

CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Paseando, gente en la
CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Paseando, gente en la
EUROPA PRESS - Archivo

Juego de sillas en la Comisión  Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), el "superregulador" de los mercados. Cinco de sus  diez consejeros, incluidos presidente y vicepresidenta, han cumplido su mandato de seis años. Trabajan en funciones. El acuerdo de PSOE y Unidas Podemos para formar Gobierno despeja el camino para renovar el organismo, que es clave para el funcionamiento de sectores como la energía, las telecomunicaciones, el transporte o el sector postal. El mecanismo de nombramientos en el Congreso, previsto en la Ley que creó el organismo, obliga a entablar negociaciones entre, al menos, siete partidos. Con tres claves: posibilidad de una mujer para la presidencia; entrada de consejeros a propuesta de ERC y de Podemos y control de la Sala que vela por los grandes negocios regulados.

PSOE, PP, Ciudadanos y PNV están y estarán representados en los consejeros que aún no han agotado su mandato: Mariano Bacigalupo, María Ortiz, Pilar Canedo, Bernardo Lorenzo y Xavier Ormaetxea. El resto de partidos no. A los consejeros de la CNMC los nombra el Gobierno, a propuesta del Ministerio de Economía, pero sólo si han pasado el filtro de la Comisión de Economía del Congreso. La Comisión puede vetar la propuesta de Economía en el plazo de un mes por mayoría absoluta, lo que fuerza la negociación política.

La ley establece que los consejeros, en teoría, no tienen por qué responder a ningún perfil político. Los nombramientos deben realizarse "entre personas de reconocido prestigio y competencia profesional en el ámbito de actuación de la Comisión". Pero la realidad es otra. Los partidos negocian, proponen y deciden -normalmente antes de que Economía haga la propuesta al Congreso- en un juego de equilibrios que, en el inicio de legislatura, tiene como claves la posible presidencia del organismo para una mujer, el control de la sala clave del organismo -la de Regulación- a través de la vicepresidencia y las propuestas de los partidos clave en la legislatura, ERC y Podemos.

Con tres vicepresidencias del Gobierno gestionadas por mujeres -Carmen Calvo, Nadia Calviño y Teresa Ribera-, el nombramiento de una mujer para sustituir al presidente en funciones de la CNMC, José María Marín Quemada, se considera una opción muy probable en fuentes ministeriales y de los partidos. En las áreas de actividad de la Comisión sólo ha habido una mujer en la presidencia: Maite Costa, que presidió la Comisión Nacional de la Energía (CNE) entre 2005 y 2011 con José Luis Rodríguez Zapatero.

Si el control de la presidencia es importante, también lo es el de la vicepresidencia. El número uno de la CNMC controla la Sala de Competencia y, el número dos, la Sala de Regulación. Esta es la que se encarga de los sectores 'sensibles' en los que el Gobierno puede tomar decisiones, como la energía o las telecomunicaciones. En los últimos seis años, la Sala de Regulación ha estado presidida por María Fernández, nombrada a propuesta del PP, que ha mantenido fuertes encontronazos con Marín Quemada en asuntos importantes, el último, a propósito de los recortes al sector gasista.

El papel clave de la vicepresidencia ha puesto el foco sobre uno de los consejeros que sigue en el cargo: Mariano Bacigalupo, nombrado a propuesta del PSOE en 2017. Bacigalupo, casado con Teresa Ribera -flamante vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico- podría haber sido la apuesta socialista para la presidencia de la CNMC, pero la situación lo ha colocado en las primeras quinielas como un posible 'número dos'.

Todo dependerá de la negociación entre partidos y de la posición final que adopte el PP: si decide negociar nombramientos en los órganos reguladores o por el contrario, como hizo el PSOE en 2013, se cierra en banda. El PP puede reclamar a otro consejero -mantiene a la consejera María Ortiz- en función de cómo se desarrolle un proceso en el que piden paso ERC y también Podemos, partidos clave en el apoyo al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.

ERC puede aspirar a una de las cinco vacantes, en clave catalana, tras la salida de Josep Maria Guinart, consejero a propuesta de CiU. Entre los candidatos figura Josep Maria Salas Prat; fue el elegido por la formación republicana para formar parte del comité de expertos en energía que reunió el exministro Álvaro Nadal en el Gobierno de Rajoy para abordar reformas en el sistema energético. 

La renovación de la CNMC acabará con una situación de interinidad que ha impedido también cumplir con el Estatuto y el Reglamento del organismo. Ambas normas prevén la rotación de consejeros entre las Salas de Competencia y de Regulación. Si la coyuntura política lo hubiera permitido, los consejeros llamados a intercambiar sus puestos eran Mariano Bacigalupo y Maria Pilar Canedo, nombrados hace dos años a instancias del PSOE el primero y de Ciudadanos la segunda.

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