Indaga mordidas millonarias

El juez estrecha el cerco a Duro Felguera por la fortuna de sus socios en Andorra

​Tras tres años de causa, los investigadores acotan el rastro de las comisiones de Nervis Villalobos por mediar a favor de un proyecto en Venezuela.

Duro Felguera
La compañía, que se plantea una ampliación de capital, siempre ha negado irregularidades.

La causa penal que arrancó en la Audiencia Nacional en 2017 por las mordidas que habría pagado hace una década Duro Felguera en Venezuela encara una fase clave. Los investigadores han podido acotar en este tiempo no solo los pagos que salieron desde la constructora asturiana sino también el recorrido del dinero que percibieron dos exaltos cargos del Gobierno de Hugo Chávez, implicados en el procedimiento. De hecho, una de las últimas diligencias acordadas fue la petición de más información bancaria de Nervis Villalobos en Suiza y Andorra. Los investigadores están a la espera de recibir documental clave de este último país sobre el exviceministro de Energía venezolano para impulsar las pesquisas, que ya encaran su recta final. 

Las diligencias practicadas hasta el momento llevaron a los agentes de la UDEF a solicitar a comienzos de año que se libraran comisiones rogatorias a Suiza, Andorra y Mónaco por las cuentas abiertas en esos países de sociedades gestionadas por Villalobos y otros imputados. El magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno investiga si los pagos de Duro Felguera -que inicialmente fueron de 25 millones de dólares- se enmarcan en labores de asesoramiento o bien se trataron de mordidas para adjudicarse la megacentral de ciclo combinado Termocentro (Caracas) en 2010. De acuerdo con documentación que obra en la causa y a la que ha tenido acceso La Información, los hechos se remontan al año 2008 cuando la asturiana firmó dos contratos con Técnica Reunidas (TERCA) por supuesto asesoramiento sobre los proyectos que gestionó la estatal C.A Electricidad de Caracas. 

Apenas unos años después, en abril de 2011, el presidente de Tercas, Luis Barrios, subrogó el contrato a Ingespre, sociedad esta última de Villalobos. La Fiscalía Anticorrupción sospecha que este convenio-que se produjo sin que Barrios recibiera contraprestación alguna- en realidad fue "ficticio" y se hizo así para realizar pagos al exministro bolivariano. De hecho, consideran que Villalobos medió desde un primer momento para que Hugo Chávez diera luz verde al macroproyecto de 1.500 millones de euros, si bien utilizaron a Tercas de 'tapadera' puesto que el código deontológico de la asturiana no permite contratar a un excargo público en un margen de cinco años y Nervis Villalobos salió del Ministerio en 2006. De este modo, entendieron que Barrios no era más que un "testaferro" del exalto cargo bolivariano. 

Advertencia de la banca suiza

El avance de la causa, que abrió el Juzgado Central de Instrucción número 2 por los delitos de corrupción internacional y blanqueo de capitales, ha permitido constatar que Villalobos percibió ya en un primer momento parte de los 25 millones iniciales que cobró Tercas por el contrato con Felguera. Las pesquisas partieron de la investigación sobre Banco Madrid tras una comunicación del Sepblac de marzo de 2015 que alertaba de una serie de cuentas sospechosas, entre ellas la de Villalobos. Los investigadores partieron de ese dato y a partir de ahí fueron rastreando el entramado de empresas offshore ubicado en paraísos fiscales desde el cual se habrían gestionado estas mordidas, repartidas además con el también investigado Javier Alvarado Ochoa. Se da la circunstancia de que el expresidente de Electricidad de Caracas, cuya extradición a Estados Unidos ha rechazado la Audiencia Nacional, está también imputado con Villalobos en la causa por el presunto saqueo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

Las alarmas saltaron en Banque Safdie desde donde se abrió una investigación interna al comprobar que los pagos que realizó Barrios a Villalobos (cercanos a 14 millones de dólares) provendrían de una relación mercantil que no estaba justificada. La diligencia derivó en la rescisión de las relaciones comerciales entre los dos clientes del banco suizo al sospechar que en realidad se trataban de comisiones ilegales. Además, en estos últimos meses se ha constatado que Nervis, a su vez, repartió parte de los fondos percibidos desde Terca entre altos cargos de la empresa pública bolivariana que licitó la obra adjudicada a Duro Felguera. En concreto, desde sus cuentas en Mónaco, Andorra o Suiza, Nervis benefició a Alvarado Ochoa y a Luis Carlos de León Pérez, exalto cargo de Electricidad de Caracas. 

Aunque Villalobos trasladó ya en 2009 a la entidad suiza que los millones transferidos a su cuenta eran consecuencia de su actividad de consultor, el banco concluyó que parecía "poco probable" que pudiera obtener esa comisión neta para "un proyecto tan gigantesco, a menos que fuera un elemento clave (como viceministro en la sombra)". "Lo más probable es que los fondos provendrían de un patrón de corrupción", determinó el Departamento Legal y de Cumplimiento de la entidad. Con todo, otro de los aspectos que les permite apuntalar su acusación contra todos ellos es que Barrios, a pesar de haber subrogado su contrato a Ingespre en 2011, siguió cobrando de Duro Felguera.

Blanqueo de capitales

 Los rastreos de las cuentas en Mónaco y Suiza también implican en este procedimiento a la mujer de Barrios. La UDEF apuntaló las sospechas de blanqueo de capitales al constatar que el empresario y su pareja, Marelis Morales, introdujeron 2,5 millones de euros en España a través de operativas desarrolladas desde Euro Terca y también con la compra de una casa por importe superior al millón de euros. "En definitiva, se ha puesto de manifiesto que los investigados acordaron establecer un mecanismo que les permitiera recibir los pagos de Duro Felguera de forma que los controles de prevención de blanqueo no detectara la ilicitud de los pagos", reza uno de los informes de la Policía Judicial. Según concluyen, los investigados acordaron que Barrios ejerciera la "cara visible del grupo o primer eslabón de los pagos" dirigidos a Villalobos y Carlos de León.   

Estos los canalizaron a través de empresas pantalla con cuentas en Suiza y Mónaco para enviarlos, a su vez, a funcionarios venezolanos y a Alvarado Ochoa. Con todo, las pesquisas también se dirigen contra Milagros Coromoto (mujer de Villalobos), Julia Van den Brulen (abogada del Ministerio de Energía que habría recibido dádivas de 70.000 en 2009 por mediar a favor de Duro Felguera); los expresidentes de la empresa asturiana Ángel del Valle y Juan Carlos Torres Inclán, así como Duro Felguera, la venezolana Terca e Ingespre como personas jurídicas. La constructora asturiana, que siempre ha defendido la legalidad del proyecto, abrió una investigación interna a tenor del procedimiento penal que sigue la Audiencia y, en el marco de la misma, anunció en marzo la interposición de querella criminal contra Del Valle por administración desleal y apropiación indebida. 

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