La vida política catalana vive en un continuo 'déjà vu': segunda negativa y cuarto 'round' de investidura. El juez Pablo Llarena ha vuelto a denegar este jueves tanto la libertad como los permisos penitenciarios para que Jordi Sànchez, número dos de Junts pel Catalunya (JxCat), a acudir al pleno de este viernes o para participar en el mismo por videoconferencia.
De acuerdo al auto del juez que responde a una petición del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Llarena considera que persiste el riesgo de reiteración delictiva. Jordi Sànchez permanece en prisión preventiva en Soto del Real (Madrid) desde el pasado octubre, acusado de
Después de ofrecer al juez Llarena renunciar a su escaño y carrera política para volver a su puesto de profesor en la Universidad, Sànchez aceptó de nuevo ser candidato a la Presidencia de la Generalitat a petición del presidente del Parlament, Roger Torrent, el 8 de abril pasado. Esta es la segunda ocasión en que el exlíder de la ANC intenta presentarse, después de que Llarena frustrara la primera al mantenerlo en prisión.
El Tribunal Constitucional fijó en un auto del 27 de enero que cualquier candidato que quiera ser investido por el Parlament debe estar físicamente en el pleno y advirtió de que, de lo contrario, la investidura no sería reglamentaria. Sànchez ya intentó ser investido en marzo, pero la justicia le denegó la asistencia al pleno: no prosperaron los recursos de su defensa ni para que fuera excarcelado ni para obtener un permiso penitenciario.
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