Juguetes cubiertos de polvo, ropa abandonada, así era el hogar de Aylan

    • Mohamad, de 47 años, recuerda que su hermano ya había vivido la odisea de huir a Damasco donde fue detenido y torturado.
    • El temor de a caer en manos del EI llevó a Abdullah a arriesgarlo todo. Otros once miembros de su familia han perdido la vida por culpa de la guerra.
Abdullah Kurdi, father of three-year old Aylan Kur
Abdullah Kurdi, father of three-year old Aylan Kur

Las imágenes del hogar abandonado por el pequeño Aylan y su familia estremecen. En una exclusiva del diario Daily Mail, se pueden ver las habitaciones que dejaron atrás en busca de la esperanza. Encontraron la muerte. Ahora un padre destrozado vuelve a Kobani, hundida por una guerra que no tiene fin. En las habitaciones de Aylan y Galip se ven diminutos zapatos cubiertos de polvo, juguetes, ropa de niño abandonada ante el avance del EI.EXCLUSIVE: Aylan Kurdi's family home before ISIS forced them out http://t.co/IQo1UncIfwpic.twitter.com/QSsFDoTSNM— Daily Mail Online (@MailOnline) septiembre 6, 2015

Abdullah, que ahora se culpa sin compasión por la muerte de toda su familia, no quería que sus hijos vivieran en ese mundo hostil y menos que pudieran caer en manos del EI. Así que no dudó en subir a un pequeño bote para huir de la barbarie.

Mohamad Kurdi, el hermano de Abdullah, también inició su propio viaje a un campo de refugiados en Alemania y su angustia al escuchar las noticias de sus parientes habían muerto. En medio de una dolorosa huida se daba cuenta de que la familia de su hermano copaba todas las portadas de Occidente y provocaba una reacción de la que él mismo era el primer favorecido. La foto del pequeño Aylan había tocado los corazones de Europa.

Las últimas palabras de Aylan aún resuenan en los oídos de su padre: El niño no quería que nadie muriera.

Mohamad, de 47 años, recuerda que su hermano ya había vivido la odisea de la huida en Damasco, donde fue detenido y torturado por el gobierno.

Cuando finalmente fue liberado, se trasladó con su familia a la ciudad cerca de la frontera con Turquía, donde vivían en dos habitaciones en la casa propiedad de los padres de su esposa durante unos 18 meses, según relata el DailyMail. La llega del EI a la zona obligó a Abdullah a huir de nuevo. Pero esta vez el final que le esperaba era aún más trágico.

Hace cuatro meses, Mohamad, el hermano de Abdullah se embarcó en el peligroso viaje, dejando a su esposa embarazada y los niños detrás. Llegó a Kos en un pequeño bote de goma y fue capaz de hacer su camino a Alemania, sobre todo a pie. Mohamad recuerda a sus sobrinos, felices, contentos, con un padre que luchaba para cubrir siempre todas sus necesidades, no les faltó lo imprescindibles para tener una infancia que no era desgraciada. Mohamad cree que tal vez Dios haya decidido que le fin de la vida de sus sobrinos fue su triste final, pero confiesa que está desolado ante esta nueva pérdida.

"Hace sólo unos meses hemos perdido 11 miembros de la familia y ahora esto", confesaba el abuelo de la familia a la revista Newsweek. 'Ahora mi hija y nietos también cayeron mártires para Kobane.' Mohammad sabe que la muerta de Aylan es una entre muchas, aunque el mundo se haya conmovido con su imagen: "Todos los días muere gente en las carreteras, en los bosques, necesitan un lugar seguro donde sobrevivir. El mundo tiene que saberlo", concluye.

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