El 'paseíllo' del juicio del procés: de la mujer de Junqueras a los 'vivas' a Abascal

  • La entrada del alto tribunal ha sido escenario de diferentes manifestaciones: independentistas y defensores de la unidad de España, frente a frente.
Juicio al procés en el Tribunal Supremo
Juicio al procés en el Tribunal Supremo
José González

La primera jornada del juicio del procés también ha tenido su propia alfombra de personalidades. La diferencia, en esta ocasión, es que en lugar de ser roja ha sido de asfalto y arena, el terreno de la Plaza de París, a las puertas del Tribunal Supremo. Allí se han dado cita familiares y partidarios de los independentistas, que han acudido a arropar a los doce exdirigentes de la Generalitat acusados. Pero los grandes protagonistas han sido los representantes de Vox, que ejercen la acusación popular y que tienen ante sí una impagable campaña política durante las próximas semanas.

Conscientes de la trascendencia del juicio, Santiago Abascal, Javier Ortega-Smith y el equipo jurídico de Vox han preparado a conciencia este día. Han accedido al Supremo a pie, atravesando la plaza y rodeados de decenas y decenas de cámaras y micrófonos. Nadie ha logrado más expectación que ellos. Abascal ha aprovechado la ocasión para intentar arañar unos votos en el caladero en el que 'bebe' el partido verde, el votante del PP, y ha criticado la inacción del Gobierno de Rajoy con los separatistas. El titular importa, tanto en España como en el extranjero, por eso Vox se ha dirigido a los medios extranjeros en un perfecto inglés. Lo ha hecho su dirigente Iván Espinosa de los Monteros consciente de la repercusión del juicio fuera de nuestras fronteras.

A apenas unos metros de Abascal estaba Pere Aragonès. El vicepresidente de la Generalitat también ha hablado en inglés con televisiones anglosajonas denunciando que los nueve encarcelados son "presos políticos". El número dos de la Generalitat tiene el teléfono abierto, por si Carmen Calvo quiere llamarle para negociar los Presupuestos. Pero quedan apenas 24 horas y el propio Aragonès ha dado por descartado un giro de los acontecimientos de última hora. Todo indica que no habrá PGE y Sánchez tendrá vía libre para convocar elecciones el 14 de abril.

A escasos metros de Abascal también estaba Neus Bramona, la mujer de Oriol Junqueras. La catalana ha tenido un rifirrafe con los policías nacionales encargados de custodiar el acceso al Supremo. Al principio no le dejaban acceder al edificio pero tras una breve conversación con los agentes ha podido entrar en el antiguo convento, hoy sede del, probablemente, juicio más importante de la democracia.

El aspecto de los doce acusados

Este martes se ha visto por primera vez en público a los nueve encarcelados y a los otros tres acusados en libertad provisional. Así, todos ellos han lucido un pin institucional, como el que portaban en la solapa cuando eran cargos electos. Jordi Sànchez, por su parte, ha elegido un lazo amarillo y Jordi Cuixart no llevaba ningún símbolo.

Junqueras ha escogido acudir sin corbata, como Sànchez y Cuixart, pero el resto sí han elegido traje y corbata. Carme Forcadell, Dolors Bassa (ambas encarceladas) y Meritxell Borràs son las tres mujeres sentadas en el banquillo de los acusados. A todos se les ha visto algo más delgados, pero con buen aspecto en general. Antes de comenzar el juicio han podido bromear, desde la distancia, con sus familiares y amigos presentes en la sala.

Los doce líderes independentistas acusados por el proceso soberanista catalán
Los doce líderes independentistas acusados por el proceso soberanista catalán / EFE

Desde las 5:30 en la puerta del Supremo

Como si del sorteo de la Lotería de Navidad se tratara, varios curiosos se agolpaban desde primera hora de la mañana a las puertas del Supremo para poder acceder al salón de plenos. Solo cabían 55 personas y había que estar pronto. El primero en llegar ha sido un estudiante de Derecho. Eran las 5:30 de la mañana cuando se colocó en la cola. Otra mujer, que se define como "una española que quiere a su país", afirma que llegó sobre las siete y que asistía porque quería estar presente en "el acontecimiento más importante de Europa".

El exterior del Supremo también ha sido escenario de excepcionales medidas de seguridad. El recorrido entre el alto tribunal y la Audiencia Nacional ha estado blindado por más de un centenar de agentes de la Policía Nacional, la mayoría de ellos, 'antidisturbios'. Había que evitar encontronazos entre partidarios de los independentistas y los fieles de Vox. Y lo consiguieron: apenas se produjo un cruce de palabras como "fascistas" o "viva España" sin ninguna importancia. Los asiduos a procesos judiciales comentaban que nunca habían visto unas medidas de seguridad tan férreas como las de este martes, con helicóptero policiales sobrevolando la zona incluido.

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