Las tareas de búsqueda de Julen han arrojado los peores resultados. Los mineros han alcanzado el pozo de 100 metros de profundidad en el que se cayó el pasado 13 de enero el pequeño de dos años y han localizado su cuerpo sin vida. Eran las 1:25 horas de esta madrugada cuando se ha activado ya la Comisión Judicial para investigar lo sucedido, según fuentes del operativo de rescate. Se pone fin a un rescate agónico en el que los expertos solo se han encontrado problemas a los que buscaban solución sobre la marcha en una carrera contrarreloj cuyo único objetivo era localizar al pequeño. La vigilia de la pasada noche dejó imágenes del dolor que viven unos padres que horas antes de conocerse la noticia han sufrido un ataque de ansiedad.
Minutos antes de hacerse pública oficialmente la noticia, en la vivienda donde estaban acogidos desde hace varios días los padres del niño se han vivido momentos de tensión y se han escuchado gritos de "¡otra vez no!, ¡otra vez no!", posiblemente en referencia al otro hijo, de 3 años, hermano mayor de Julen, que la pareja perdió hace pocos años. Tras la localización del cuerpo, se ha activado la comisión judicial para investigar lo sucedido.
Posteriormente, sobre las cuatro de la mañana, el furgón funerario, que previsiblemente traslada los restos mortales del pequeño Julen ha abandonado el lugar, según informa Efe. Casi simultáneamente, los equipos que han participado en el rescate también abandonaban la zona de los trabajos, entre ellos los ocho mineros que durante más de 30 horas han buscado a Julen y que han partido en un coche de la Guardia Civil.
Hasta que el equipo de la Brigada de Rescate de Mineros ha llegado a Julen muchos han sido los trabajos realizados. Ellos, en grupos de dos y nunca durante más de una hora, han cavado una galería horizontal para unir el túnel paralelo que se ha perforado con el que tenía a Julen tras encontrar un tapón que no se podía perforar en el hueco donde ese fatídico domingo del pasado día 13 en el que la familia del niño se disponía a disfrutar de una comida familiar que ha acabado en tragedia.
Día y noche un total de 600 personas no han cesado en su empeño de ganar terreno a una montaña cuyos materiales hacían casi imposible perforarla. Hasta el último momento los mineros han tenido que utilizar pequeñas cargas para perforar esos cuatro metros de galería para acceder a Julen. El primer intento de llegar al pequeño fue hacer un túnel horizontal. Se tuvo que parar por la inestabilidad del terreno. No fue el único problema al que hacer frente. A continuación se optó por cavar dos túneles en vertical con el que en su dí aun pocero hizo y asegura que dejó sellado con dos piedras. Para ello se necesitaba maquinaria más potente. Se pidió a Madrid y cuando llegó no podía acceder hasta la zona. Se solucionó y a continuación se enfrentaron al momento en el que hubo que cambiar la cabeza de la perforadora porque se había roto.
Una vez acabado ese pozo que ha tenido a España entera en vilo había que encamisarlo para que los mineros pudieran descender en una jaula desde donde están trabajando. Tampoco el terreno lo puso fácil. Un saliente impedía que encajara a la perfección el tubo que se había creado. Se solventó y empezaron las horas más críticas del rescate: entran los dos primeros mineros. Eso sucedía el jueves 24. Han tardado las horas previstas en construir esa galería de cuatro metros que les separaba de Julen para dar a conocer la peor cara de la noticia: el pequeño está muerto.
Desgraciadamente...a pesar de tanto esfuerzo de tanta gente, no fue posible...#DEPJulen
— Guardia Civil 🇪🇸 (@guardiacivil) 26 de enero de 2019
Nuestras más sinceras condolencias a sus familiares pic.twitter.com/VVJck6QQeC
Estos días ha habido efectivos de la Guardia Civil de diversas unidades, como del equipo de montaña, unidades de la localidad de Vélez-Málaga, del Seprona, de Actividades Subacuáticas, Tedax; así como administraciones como el Gobierno central, la Junta de Andalucía, la Diputación malagueña y los ayuntamientos de Totalán y Málaga y organismos dependientes de las mismas como 112 Andalucía, el Consorcio Provincial de Bomberos y de la capital.
También han estado participando en el rescate profesionales de distintos sectores, como del Colegio de Ingenieros y Caminos de Málaga, de Minas, así como las empresas Expoa, Actua, Civiliza, Cemosa, Rodio, Narval Ingeniería, OHL y la empresa sueca SPT (Stockholm Precision Tools), encargada de geolocalizar a los 33 mineros chilenos que fueron rescatados en el año 2010. Además han colaborado en estas labores la empresa Pepe Nuñez, Acosol, Restitubo, SGO Obras y el Club de Montañismo de Rincón de la Victoria, entre otros.
También la brigada de Salvamento Minero de Hunosa, procedente de Asturias, se desplazó hasta la localidad malagueña para ayudar en las tareas de rescate, un trabajo crucial para sacar al pequeño y no exento de complicaciones que ha concluido finalmente en la madrugada de este sábado.
Desde la Guardia Civil han insistido todos estos días en que se ha estado trabajando con la idea de que Julen estaba vivo. El miércoles 16 de enero se conoció, además, que el mismo día de la caída al pozo se extrajeron restos biológicos que, tras analizarse y casar con el ADN de los padres y del propio biberón del niño, indicaron que eran del pequeño.
También se constituyó un comité asesor formado por el Colegio de Ingenieros de Málaga con técnicos diversos y empresas para ayudar en todo momento durante las complicadas labores de proyección y ejecución de las diversas medidas. Estos días el delegado de dicho Colegio en Málaga, Ángel García Vidal, ha sido el portavoz y ha estado explicando los pasos que se han ido dando para localizar al niño.
La subdelegada del Gobierno, María Gámez, ha recordado en diversas comparecencias el trabajo "sin descanso" realizado y la complejidad de las actuaciones, además de dar todo su apoyo y cariño a la familia de Julen; al igual que el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que se desplazó al lugar el sábado 19 de enero, destacando, asimismo, la labor sin descanso realizada para sacar al niño del pozo y la magnitud de los trabajos acometidos.
Mientras tanto, los padres del pequeño, José y Victoria, han estado en todo momento en el lugar, primero en una carpa en la zona y, después, por seguridad y dada la magnitud de las obras, en una casa cedida por una vecina de la localidad.
El padre del pequeño, José Roselló, que agradeció los trabajos que se han estado acometiendo, confió, en unas declaraciones que hizo a los medios de comunicación en los primeros días, que su hijo seguía vivo, admitiendo que tanto su mujer como él estaban "muertos" tras tantos días de espera pero con la esperanza de que tienen en el cielo un ángel, en referencia a un hijo de tres años que falleció hace algo más de un año.
Después de casi 13 días de intenso e incesante trabajo, en el que se ha utilizado maquinaria propia de una obra de ingeniería civil, que es lo que se ha ejecutado para llegar hasta el pequeño Julen, no han cesado las muestras de solidaridad con la familia del niño y todos los participantes en estas arduas tareas de rescate, quienes han recibido, además, el calor del pueblo de Totalán que ha llevado comida, bebida y otros útiles para todo el operativo.
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