Justicia difunde un “protocolo” frente a agresiones sexuales tras ser drogado


El Instituto Nacional de Toxicología, dependiente del Ministerio de Justicia, ha divulgado un protocolo sobre cómo actuar en casos de agresión sexual tras ser drogado, lo que se conoce como “sumisión química”.

Según informó Justicia, en España se denuncia menos del 20 por ciento de este tipo de agresiones sexuales, debido a la pérdida o disminución de memoria derivada de los efectos de las sustancias administradas por el agresor.
Con este fin, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (Intcf) ha difundido un documento con las “instrucciones” a seguir en los casos de "delitos cometidos contra las personas sometidas a sustancias psicoactivas que manipulan su voluntad", la llamada “sumisión química”.
En los últimos años se ha observado un incremento en estas prácticas, especialmente en delitos de índole sexual. El Intcf destaca que la rapidez en la denuncia y en la solicitud de asistencia a la víctima son vitales para la recogida de muestras.
El aumento registrado ha llevado a los científicos del Intcf, en colaboración con profesionales de los institutos de medicina legal, a publicar el citado documento con las instrucciones de actuación en casos de agresión sexual con sospecha de intoxicación.
RETRASO EN LAS DENUNCIAS
En España la actuación de los servicios asistenciales a las víctimas de agresiones sexuales (urgencias hospitalarias, Institutos de Medicina Legal, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, etc.) se rige por un protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género (orden JUS/1291/2012, de 13 de mayo), normalizado para todo el territorio nacional.
En el documento de instrucciones del Intcf, se señala la dificultad para determinar la frecuencia real con que se producen este tipo de delitos de sumisión química, debido a que se estima que sólo se denuncia a la autoridad un 20 por ciento de los casos.
Esto se debe, en la mayoría de ellos, a la pérdida o disminución de la memoria de la víctima, como consecuencia de los efectos de las sustancias administradas por el agresor. Además, existe otro obstáculo fundamental en la investigación de estos casos, que es la tardanza en la denuncia.
Esto puede impedir una adecuada recogida e identificación de muestras, por lo que el Intcf insiste en que las víctimas de estas agresiones sexuales soliciten asistencia con la máxima rapidez y colaboren en la preservación de los vestigios que pudieran tener un interés criminalística o toxicológico.

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