Kabul.- El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, inauguró hoy el Parlamento tras la pugna que ha mantenido durante días con los diputados, a los que pidió que dejen a un lado las "diferencias" para evitar conflictos institucionales.
Karzai abogó por el consenso durante el discurso inaugural de la primera sesión de la nueva Cámara Baja ('Wolesi Yirga'), tras las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010, según imágenes retransmitidas por la televisión estatal.
"Nuestras últimas elecciones parlamentarias estuvieron acompañadas por una crisis de legitimidad y confusiones e interferencias", declaró el presidente afgana.
Para garantizar la seguridad durante la ceremonia, la Policía de Kabul desplegó medidas extraordinarias en las calles de la capital, según informó el cuerpo en un comunicado.
La voluntad presidencial era retrasar un mes la constitución del nuevo Parlamento, con el fin de que un tribunal especial investigara si los resultados de los comicios fueron fraudulentos, algo que levantó suspicacias sobre si el presidente estaba intentando alterar la Cámara para que fuera más favorable a sus intereses.
Ante la presión de los diputados, que amenazaron con contravenir la orden de Karzai y empezar las sesiones el pasado día 24, el presidente cedió y aceptó que la ceremonia tuviera lugar hoy.
La decisión fue tomada después de que el presidente arrancara a los diputados un compromiso por escrito, que fue enviado al Tribunal Supremo, por el que se avienen a aceptar las resoluciones de la corte especial, según la versión de Presidencia.
Aunque los legisladores no llegaron a pedir que el órgano fuera disuelto, insistieron en que la investigación compete a la Comisión de Quejas Electorales y exigieron que se respete su inmunidad parlamentaria.
Karzai, acusó ayer a "elementos extranjeros" de haber azuzado la polémica de estos días sobre las consecuencias de retrasar el inicio de las sesiones.
"La pregunta aquí es qué poderes quieren llevar a nuestro joven sistema hacia la crisis de legitimidad y a enfrentar a los tres pilares de nuestro Gobierno", deslizó hoy durante el discurso inaugural.
La decisión del presidente fue criticada tanto por EEUU como por la misión de la ONU en Afganistán, que expresaron su temor de que se pudiera abrir una crisis institucional.
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