Muere Kayali, hombre fuerte de la casa real saudí y mediador del AVE a la Meca

  • El sábado falleció en Madrid el empresario, amigo íntimo del rey emérito Juan Carlos I, y que estaba al frente del imperio patrio del príncipe Salman.
Mohamed Eyad Kayali
Mohamed Eyad Kayali
D.R.

Mohamed Eyad Kayali (Siria, 1935), administrador único de Casa Al Riyadh S.L., la empresa que gestiona el patrimonio inmobiliario saudí en España y entre cuyos accionistas está el príncipe Sultán Fahd Bin Salman, ministro de Defensa del país árabe, falleció el pasado sábado, según ha podido saber La Información por fuentes conocedoras. Influyente empresario de origen sirio nacionalizado español, su nombre estuvo asociado a las exitosas gestiones para la concesión del AVE a La Meca. El entierro fue ayer lunes en privado y se ha pedido a los allegados al empresario, entre los que está el rey emérito Juan Carlos I, que acudieran al madrileño tanatorio de La Paz el domingo. 

Su cuerpo fue velado en el mencionado tanatorio en la autovía de Madrid-Colmenar, que es el lugar donde van los residentes en La Moraleja, la urbanización de Alcobendas donde tenía su mansión en la calle Camino Alto. Allí, muy cerca de la casa de la baronesa Thyssen y a un paso de la que fue de Juan Luis Cebrián, ha vivido media vida en España  con su esposa, la ovetense Rosa Fernández Murias, y los siete hijos en común de esta pareja, seis de los cuales (y dos cuñados) participaban en los negocios del patriarca a través la inmobiliaria y empresa de decoración Euroamycasa S.L, que es uno de las proveedores oficiales de servicios de decoración de los palacios saudíes en España y en el extranjero. 

Kayali residía en Alcobendas, donde además tiene la sede social social de sus empresas, concretamente en el parque empresaria del Soto de La Moraleja, llamado también Minipark. No obstante, lo cierto es que pasaba gran parte del año entre la Finca Cantos Blancos que el hombre de la realeza saudí tenía sobre cuatro términos municipales toledanos: Hontanar, Navahermosa, Navalucillos y Navalmorales -limítrofe con la de Alberto Cortina - y en Marbella, donde los sauditas tiene el palacio de Mar-Mar y una veintena de posesiones sin contar los garajes en Puerto Banús y una flota de vehículos de lujo.

Un imperio inmobiliario paralelo

Kayali, que apareció en los Papeles de Panamá, capitaneaba 15 sociedades offshore en las que tenía todo tipo de negocios. El empresario argumentó que tenía en poder en todas esas sociedades porque pertenecen a la familia real de Arabia saudí para la que trabaja desde los años setenta en España. 

De hecho, Kayali conoció al príncipe Salman cuando empezó a trabajar como traductor en la Embajada de Arabia Saudí en Madrid. Pronto se convirtió en su mano derecha para tratar con nuestro país. En paralelo, no dejó de hacer negocios y se convirtió en proveedor de servicios de los saudíes. A su esposa asturiana la había conocido previamente en Siria, cuando trabajaba en un banco estatal en la ciudad de Alepo y Rosa Fernández Murias también residía en la ciudad. Por esta circunstancia el empresario logró la nacionalidad española con relativa facilidad.

Fruto de su labor empresarial en España, surgieron dos entidades: Eurocastellana de Edificaciones y Servicios, una empresa promotora, y Amykasa, una compañía también promotora, pero que además prestaba servicios auxiliares para la construcción, y que durante los años 70 y 80 había llevado a cabo múltiples promociones en Madrid y Marbella. Ambas participaron, por ejemplo, en la construcción del Hotel Rey Juan Carlos I de Barcelona, un cinco estrellas de lujo que se inauguró en 1992.

Finca Cantos Blancos propiedad de la Familia Real saudí.
Finca Cantos Blancos en la provincia de Toledo. / Google Maps

De la Costa del Sol a Toledo

La actividad en la Costa del Sol se centró en la edificación de viviendas de lujo, sobre todo para clientes del golfo Pérsico, que solicitaban el proyecto de construcción, la promoción y la decoración del inmueble. En principio se subcontrataron los servicios de interiorismo, pero, de forma progresiva, se evidenció la conveniencia de crear un departamento propio. Después de haber establecido este servicio, nuestra familia se hizo con la propiedad de toda la compañía. "Fue entonces cuando fusionamos ambas entidades y las rebautizamos, teniendo en cuenta la mayor presencia de Amykasa, bajo la denominación de Euroamykasa", afirma Samir en el libro Testimonios para la Historia.

El millonario hispanosirio adquirió Cantos Blancos a principios de la década de los 90 y reformó el palacio que ya se había construido en la finca, restauró un viejo molino -que le sirve de refugio cuando caza con mal tiempo- y a su lado, y orientada en dirección a La Meca, construyó una mezquita con su correspondiente minarete. Kayali es una persona muy querida en esta zona de los Montes de Toledo. Por la finca de Cantos Blancos han pasados personajes tan diversos como Jesús Gil o Pepe Bono.

De La Meca al coto: la amistad con el rey emérito

Otra la las pasiones de Kayali era la caza, algo que le ha llevado a compartir grandes viajes con Juan Carlos I, sobre todo en África y en Rumanía. El más famoso por su gran repercusión mediática fue el de Botswana, en el corazón de África. Normalmente, los desplazamientos del emérito hasta el Delta del río Okavango corrían por cuenta de Kayali, que es ya era cliente habitual de Johan Calitz Safaris. De hecho, fuentes de su entorno aseguran a este medio que Kayali es el dueño en Sudáfrica de un paraíso cinegético, al sur del desierto del Kalahari. 

La amistad de Juan Carlos I y el fallecido siempre ha gozado de buena salud y nunca ha habido fisuras en más de cuatro décadas. No hay que olvidar que el príncipe Salman ha sido uno de los principales artífices de que el polémico AVE que unirá Medina con La Meca, un proyecto presupuestado en 6.736 millones de euros, lo construyera un grupo de empresas españolas entre las que se encuentran las públicas Adif, Renfe e Ineco, y las privadas OHL, Indra, Cobra (ACS), Consultrans, Copasa, Imathia, Dimetronic, Inabensa y Talgo.

Los problemas (zanjados) con Hacienda

Uno de los momentos más delicados administrando el patrimonio del príncipe Salman fue hace dos años, cuando Hacienda incluyó la mercantil Casa Al Riyadh S.L. en la lista de morosos, que puntualmente publica cada año antes del verano. La familia real saudí zanjó en 2018 un pleito de 5,4 millones con Hacienda por el autoalquiler de sus palacios en Marbella. La sociedad que levantó las sospechas de los inspectores de Hacienda fue precisamente la sociedad de Kayali, Euroamykasa S.A., principal proveedor de Casa Al Riyadh S. L. 

El conflicto surgió por las desproporcionadas tarifas cobradas por los "servicios complementarios" prestados por Euroamykasa SA a Casa Al Riyadh, siendo el gasto de compras por adquisición de decoración y mobiliario y gastos de reforma en los inmuebles de Las Lomas del Marbella Club superior y, en algunos casos muy superior, a la cifra total de ingresos de Casa Al Riyadh. Por poner un ejemplo sacado de la memoria del ejercicio contable de 2017: "Las obras de redecoración en la Casa Medina y Daharan ascienden a 692.ooo y 1.454.000 euros, respectivamente".

Ahora solo queda saber quién será el nuevo hombre fuerte de la realeza de Arabia Saudí en España, ya que Kayali deja un listón muy alto de lealtad y servicios. Hay quien apunta a la propia familia del que fue el fiel compañero de confidencias de Juan Carlos I. 

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