Revuelo en 'las kellys' por la elección de representantes para reunirse con Valerio

  • Este colectivo han puesto sobre la mesa una iniciativa para que los clientes sepan si los hoteles cumplen o no con los derechos laborales.
Magdalena Valerio
Magdalena Valerio

Las denominadas Kellys -como así se hacen llamar las camareras de pisos- han conseguido reunirse con la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, para expresarle sus reivindicaciones laborales en primera persona en un encuentro que ha tenido lugar en Baleares. En cambio, no lo han hecho como les habría gustado. El Gobierno balear ha organizado un encuentro con los sindicatos para tratar temas laborales relacionados con el turismo y ellos han sido quienes han elegido a algunas representantes de este colectivo para reunirse con Valerio. 

'Las kellys', que tienen agrupaciones a lo largo de toda España para denunciar su situación, se han sentido "menospreciadas" tras no ver su movimiento plenamente representado en la reunión celebrada este miércoles en Palma de Mallorca. "Nos parece un grave error no haber invitado a las principales afectadas, las kellys", comentan. 

Tras el cambio en el gobierno, las camareras de piso han continuado con sus reivindicaciones y luchan por conseguir la modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores, la ya conocida como 'Ley Kelly'. En cambio, parece que las negociaciones van por otro lado, y se centran ahora en el artículo 84 del Estatuto, el que regula la concurrencia de convenios colectivos y la prevalencia de unos sobre otros, algo que no es lo que buscan las camareras de piso. 

Este colectivo lleva años reivindicando unas condiciones laborales dignas, la eliminación de la externalización y la modificación del estatuto de los trabajadores para equiparar los salarios de las camareras de piso contratadas directamente por los hoteles o a través de una empresa externa -la ya citada 'Ley Kelly'-. Por otro lado, este colectivo aboga por incrementar la dureza de las sanciones de las inspecciones de trabajo a los hoteles, que consideran "ineficaces". 

Más allá de lo puramente estatutario, 'las kellys' han conseguido pequeños pasos. El más importante se produjo tras la reunión con el expresidente Mariano Rajoy: el reconocimiento de algunas dolencias habituales en el colectivo como el túnel carpiano o el codo de tenista como enfermedades profesionales en el registro oficial. En cambio, no sucedió lo mismo con las hernias discales, enfermedad que también sufren de forma bastante generalizada y que continúan luchando para incluir entre las dolencias. 

Un sello para los hoteles que luchen por las condiciones laborales

Las 'kellys' prosiguen la lucha por sus derechos con nuevas acciones sobre la mesa. La última de las acciones se centra en la creación de un sello que certifique los hoteles que llevan a cabo buenas prácticas laborales. Esta iniciativa, una de las más llamativas de los últimos tiempos, tiene como fin "concienciar a los clientes de los hoteles sobre los salarios y las condiciones laborales de las 'kellys'". 

Este colectivo pide la unión de plataformas como Tripadvisor a la iniciativa con el fin de llegar a más clientes con la "firme convicción" de que "muchos no querrían alojarse en habitaciones de 200 euros la noche sabiendo que la camarera de piso solo se ha llevado dos euros por limpiarla", afirman representantes de las camareras.

Esta propuesta, que se encuentra dentro del manifiesto de las propias afectadas, se ha presentado en varias ocasiones ante diferentes grupos políticos. Un grupo de trabajadoras de Benidorm la pusieron sobre la mesa de Compromis, pero "aún debe ser aprobada por la Comunidad Valenciana", confirma a La Información una de las representantes de las trabajadoras.

En el caso de Madrid, la situación de estas trabajadoras, mujeres en la mayoría de los casos, es más complicada todavía y no se espera que las instituciones regionales apoyen esta iniciativa. "Todavía estamos reclamando el estudio que se aprobó en el pleno del octubre pasado", confirmaba Ángela Muñoz, portavoz de las Kellys en Madrid.  

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