Victoria de las Kellys: los turoperadores europeos dejan los hoteles con 'externas'

  • La presión del colectivo ha hecho que una veintena de hoteles en Lanzarote hayan decidido volver a contratar a las camareras de piso directamente.
Camareras de piso
Camareras de piso
EUROPA PRESS

'Las Kellys', las camareras de piso de los hoteles, han conseguido un importante paso en su lucha por conseguir unas condiciones de trabajo dignas. Tras el discurso de la presidenta de la asociación en la ITB de Berlín -la feria de turismo más grande del mundo- en el que señaló las dificultades que se encuentran cada día en su trabajo y las precarias condiciones laborales que soportan, esta asociación de trabajadoras ha conseguido arrancarles a los turoperadores internacionales un compromiso de que no trabajarán con hoteles que externalicen este servicio que ellas consideran "estructural". 

Tras varios años de presión a los hoteles y los poderes públicos, han ido consiguiendo pequeños pasos que empezaron por poner sobre la mesa el debate sobre sus condiciones laborales y conseguir el reconocimiento de tres enfermedades propias de su trabajo dentro de lista de enfermedades laborales. Pero no se cansan, y gracias a la presión han conseguido que en mercados más pequeños, como es el caso de Lanzarote, los hoteles cedan y dejen de lado la externalización. 

Según destacan desde la asociación de 'Las Kellys', "el hecho de que Lanzarote sea un mercado pequeño, hay los trabajadores que hay y no puede haber más, hace que sea más fácil hacer presión". Gracias a ello han conseguido que una veintena de hoteles de varias categorías hayan decidido volver a internalizar el servicio de limpieza de las habitaciones y rescindan sus contratos con las tan señaladas empresas de 'outsourcing'.

"Los hoteles tienen miedo de que hagamos una concentración en la puerta y les espantemos a los clientes", señala Miryam Barros, presidenta de la asociación 'Las Kellys' a La Información. Es por ello, que varios han decidido volver a la contratación directa y dejar de lado la externalización que las profesionales -porque son en una gran mayoría mujeres- del sector sufren cada día. 

Y es que según ellas mismas señalan, los clientes extranjeros son "mucho más comprensivos" que los nacionales. "Se interesan sobre las condiciones de los trabajadores del hotel", confirman, mientras señalan que los españoles no se preocupan tanto de esto y valoran más otras condiciones del establecimiento.

Pero ¿por qué es tan importante que sea el hotel el que contrate directamente a las camareras y no se utilicen las empresas de servicios? Desde este colectivo señalan que las condiciones laborales tienen unas diferencias "abismales" en función del contratante. "Las empresas multiservicios no están sujetas a convenio sectorial y firman sus propios convenios colectivos", señala Esther Comas, abogada del Colectivo Ronda, por lo que normalmente se rebajan las condiciones con respecto al primero. 

Es por ello que llevan años reclamando la modificación del Estatuto de los Trabajadores en varios de sus artículos. En concreto, para ellas el cambio más importante es el que tiene que ver con el artículo 42.1, lo que supondrá que tanto las contrataciones directas como las subcontrataciones a través de empresas de servicios deberán adecuarse al convenio colectivo del sector, que normalmente tiene unas condiciones mejores que los de empresa. 

Pero no es la única de sus reivindicaciones. Desde el colectivo también solicitan la incorporación de una larga lista de enfermedades propias de este trabajo que tienen su origen sobre todo en la espalda, como pueden ser las hernias discales, las olvidadas de la anterior incorporación como dolencias profesionales. 

La solución a esta problemática pasa por la modificación del Estatuto de los Trabajadores para lo que es necesario un acuerdo político. En este sentido, desde 'Las Kellys' confiaban en la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para capitanear esta lucha. De hecho, llegó a prometerles una modificación para el mes de octubre que no se cumplió, por lo que volvieron a intentarlo.

La segunda ofensiva fue en febrero, durante Fitur, cuando les prometió que el 30 de marzo sería la fecha tope para "descorchar el champán", según las propias trabajadoras señalan. Pero tampoco se produjo la aprobación y con la convocatoria de elecciones generales sobre la mesa las cosas se dificultaron cada vez más. Es por ello que por ahora "la única vía es llevar a los juzgados caso por caso", tal y como señalan los abogados del Colectivo Ronda. 

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