Kerry, que compareció junto al ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, afirmó que ambos están de acuerdo en que "un apoyo militar sostenido al régimen por parte de Rusia o de cualquier otro país podría atraer a más extremistas y fortalecer a Asad, obstaculizando el camino para una solución".
Washington ha expresado su preocupación por el aumento de la presencia militar de Rusia en Siria y el temor de que pueda fortalecer al régimen de Bashar al Asad.
Por su parte, Moscú argumenta que el apoyo militar se reduce a contratos ya existentes, aunque hay informaciones de que ha habido despliegues secretos de tropas en una base naval de la era soviética.
El viernes, el portavoz de Putin señaló que Moscú iba a considerar cualquier petición de envío de tropas por parte de Siria.
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