Kiev pide a la OSCE el envío de 1.500 observadores para supervisar la tregua

Kiev, 7 oct.- El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, pidió hoy a la OSCE el envío de 1.500 observadores para completar la misión internacional para la supervisión del alto el fuego decretado entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos en el este del país.

Según cálculos de las autoridades ucranianas, ése es el número de observadores necesarios para garantizar, con ayuda de al menos 29 aviones no pilotados, un control efectivo sobre los territorios en la zona del conflicto.

El mandatario ucraniano, en una reunión con representantes de los países miembros de la OSCE, pidió una urgente implementación de los acuerdos de Minsk, que contemplan la supervisión internacional tanto del alto el fuego como de la frontera ruso-ucraniana.

"Únicamente tal control favorecerá la rebaja de tensión en el este de Ucrania", dijo Poroshenko, citado por su gabinete de prensa.

Ya durante su reunión de ayer con la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, Victoria Nuland, el presidente ucraniano subrayó que "es imposible alcanzar un acuerdo de paz (con los rebeldes prorrusos) sin que Ucrania restablezca el control total sobre la frontera" con la vecina Rusia.

No obstante, aunque el protocolo de alto de fuego firmado hace un mes de Minsk prevé la creación de una zona de seguridad bajo vigilancia internacional en la frontera con Rusia, los rebeldes entienden que las tropas ucranianas no pueden acceder a esa demarcación, controlada ahora mismo por sus milicias.

A pesar de que la tregua entre las fuerzas de Kiev y los prorrusos se respeta en general, en las últimas 24 horas cinco soldados ucranianos han muerto y otros 28 han resultados heridos en las escaramuzas que prosiguen en el este del país.

Desde hace varios días, los dos bandos luchan por el control del aeropuerto internacional de esa ciudad, una batalla que ya ha dejado varios muertos en ambos bandos.

Los prorrusos han justificado su asalto al recinto en medio de la tregua con el argumento de que las fuerzas ucranianas disparan desde ese lugar contra la ciudad, mientras Kiev acusa a los rebeldes de atacar sus posiciones con el objetivo de arrebatarles la estratégica plaza.