Madrid, 18 nov.- La Audiencia Nacional estudiará el próximo miércoles si extradita a Serbia a Vladimir Milisavljevic, miembro del "Clan de Zemun" y presunto autor material del asesinato del exprimer ministro de aquel país Zoran Djindjic en 2003, así como a otro de los integrantes de esta banda criminal, Sinisa Petric.
Durante la vista de extradición, que comenzará a las 10.15 horas, la fiscal Rosana Lledó apoyará la entrega de ambos, considerados por la justicia de Serbia como dos de los delincuentes más buscados, dada la gravedad de los delitos cometidos y la peligrosidad de los mismos, han informado fuentes jurídicas.
En concreto, las autoridades del país acusan a Milisavljevic -"Budala" (El Tonto)- de ser el ejecutor del asesinato de Zoran Djindjic el 12 de marzo de 2003, hechos por los que ya fue condenado en ausencia por un tribunal serbio a 35 años de cárcel en 2007, y sobre él pesa además una pena de 40 años por otros crímenes del "Clan de Zemun".
Mientras, a Sinisa Petric, alias "Baku", le reclaman por cuatro asaltos a domicilios de particulares en los que sistemáticamente mataba a todos sus moradores, llegando a asesinar a ocho personas entre diciembre de 2003 y enero de 2004 en varias localidades de Hungría y en Subotica, al norte de Serbia.
Ambos fueron arrestados el pasado 10 de febrero en Valencia y desde entonces se encuentran en situación de prisión provisional decretada por orden del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es Fernando Andreu.
Ese día también fue detenido el presunto cerebro del crimen de Djindjic, Luka Bojovic, sobre el que constan diversas condenas en su país por delitos de asesinato, prostitución y tráfico de seres humanos, drogas y armas, y es uno de los fugitivos más buscados por distintos países e Interpol por más de veinte asesinatos.
Además, Andreu les abrió otra causa por delitos de depósito de armas de guerra, pertenencia a organización criminal, falsificación documental y resistencia a la autoridad, por el material que se intervino en el registro practicado en la vivienda en la que Bojovic residía desde hacía varios meses en Valencia.
Entre este material, figuraban más de medio millón de euros (660.000 dólares), tres subfusiles de asalto -de la marca Scorpio, el tipo de arma utilizada habitualmente por los sicarios de la mafia serbia para la ejecución de sus acciones-, nueve pistolas semiautomáticas, un llavero pistola, una escopeta, silenciadores, cargadores y numerosa munición, entre otros efectos.
Dentro de la operación que permitió sus detenciones, la Policía encontró restos óseos tras dragar una zona del río Manzanares a su paso por Madrid y que, tras realizarle las pruebas de ADN, pertenecen a un ciudadano serbio que formaba parte también del grupo criminal.
En sus declaraciones policiales, los presuntos asesinos confesaron que separaron la carne de los huesos de la víctima tras asesinarle en un piso de Madrid a base de martillazos, tras lo cual se comieron parte de la carne y se deshicieron de los restos que no quisieron tirándolos por el inodoro.
Posteriormente, intentaron moler los huesos con una maquina trituradora, que finalmente se atascó y, ante la imposibilidad de triturar todos los restos, decidieron arrojarlos al río.
Los tres eran miembros del grupo paramilitar "Los Tigres de Arkan", grupo conocido por su crueldad durante las guerras de los Balcanes y que con posterioridad se convirtió en la mafia serbia "Clan Zemun".
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