Barcelona, 27 may.- La juez del caso del Hotel del Palau ha incorporado a la causa las agendas de Fèlix Millet, que revelan sus múltiples contactos con políticos relacionados con el proyecto, entre ellas cinco encuentros con el exconseller de Economía, Antoni Castells, en momentos clave de la tramitación urbanística.
Según han informado a Efe fuentes judiciales, las agendas, que hasta ahora estaban en manos del juez que investiga el saqueo del Palau, se han unido también a la causa del Hotel a petición de la Fiscalía, que pretende reforzar su acusación de tráfico de influencias a Fèlix Millet en la tramitación del fallido proyecto.
Por las irregularidades en la tramitación urbanística de un hotel de lujo junto al Palau de la Música, la titular del juzgado de instrucción número 10 de Barcelona ha enviado a juicio, además de Millet y su mano derecha Jordi Montull, a los ex responsables de Urbanismo de Barcelona Ramon García Bragado y Ramon Massaguer durante el mandato del socialista Jordi Hereu, acusados entre otros delitos de tráfico de influencias y prevaricación.
Las agendas demuestran la frenética actividad social de Millet, que aprovechaba su cargo para mantener contactos frecuentes con las personalidades más representativas de la vida política, económica y cultural catalana, lo que las acusaciones plantearán en el juicio para demostrar que intentó ganarse el favor de los poderosos para sacar adelante el proyecto.
En los agendas figuran encuentros con algunas de las personas que han tenido responsabilidad en la tramitación urbanística del fallido proyecto hotelero, entre ellos los imputados, aunque también con los exconsellers de Economía, Antoni Castells, y de Cultura, Joan Manel Treserras, ambos del gobierno tripartito.
Castells fue, precisamente, uno de los políticos que declaró como testigo ante la juez que investigaba el caso del Hotel del Palau, aunque cuando compareció en el juzgado las acusaciones no disponían de las agendas de Millet y no se le pudo preguntar por el motivo de sus encuentros con el ex presidente del Palau de la Música.
Entre los cinco encuentros entre Millet y Castells en los años en que se tramitó el proyecto hotelero, destaca una cita para desayunar el 13 de julio de 2007, justo el día siguiente a la firma de las escrituras por las que el Palau de la Música cedió al promotor hotelero Manuel Valderrama los solares donde se iba a construir el Hotel, sin que conste el beneplácito de la Generalitat.
La juez instructora ve indicios de que Valderrama habría pagado 900.000 euros de comisión a Millet y Montull para asegurarse la adjudicación del proyecto hotelero, y precisamente el día de la firma de las escrituras acudió al banco a sacar parte de ese dinero, según consta en un informe de Hacienda aportado en la causa.
La agenda de Fèlix Millet revela que se encontró con Castells en otras cuatro ocasiones entre 2007 y 2009, la última de ellas el 27 de febrero de ese último año, apenas unos días después de que el Palau de la Música iniciara los trámites para modificar el Plan de Mejora Urbana que iba a permitir la construcción del hotel de lujo, ocultando que el titular del proyecto era un promotor particular.
Otras personas que podían jugar algún papel en la tramitación urbanística del proyecto también se reunieron con Millet, según las agendas, como el entonces líder del grupo municipal de CiU y ahora alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y la concejal de esa formación Mercè Homs -responsable del distrito de Ciutat Vella-, en abril de 2008.
Millet también se reunió en junio de 2009 con el líder del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona Alberto Fernández Díaz, en vísperas de que el consistorio aprobara la modificación del Plan de Mejora que iba a permitir el fallido hotel, y unos meses antes con el exconcejal socialista Carles Martí y con el entonces delegado de Cultura del consistorio Jordi Martí.
Asimismo, el saqueador confeso del Palau de la Música se encontró en marzo de 2007 con el entonces conseller de Cultura, Joan Manuel Treserras.
El Departamento de Cultura también debía intervenir en el proceso para la tramitación del proyecto del hotel, dado que exigía la descatalogación de dos edificios protegidos que iban a ser derribados, aunque la comisión territorial de Patrimonio Cultural de la Generalitat acabó rechazándola en octubre de 2008.
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