Berlín, 29 jun.- La amenaza de suicidio de un grupo de cincuenta peticionarios de asilo africanos en Múnich, en huelga de hambre y sed desde el pasado martes, desató hoy la alerta de las autoridades de Baviera, que consideran muy seria la situación.
El primer ministro bávaro, Horst Seehoffer, calificó de "muy preocupantes" las advertencias y convocó una reunión de crisis para este mismo sábado con los responsables de Interior y Sanidad del "Land" alemán, así como el alcalde de Múnich, Christian Ude.
"Tenemos que abordar juntos la situación", apuntó Seehofer, candidato a la reelección en las próximas elecciones regionales, el 15 de septiembre, cuyo principal rival es Ude, el carismático alcalde socialdemócrata de la capital bávara.
La convocatoria de la reunión sigue a la amenaza lanzada ayer por las 50 personas, que el pasado martes entraron en huelga de hambre y sed y amenazan con llevarla hasta las últimas consecuencias, de no atenderse positivamente a su petición de asilo en Alemania.
El grupo permanece acampado en el casco urbano de Múnich y cuenta con un número creciente de simpatizantes, solidarios con su situación.
Los peticionarios de asilo han puesto como ejemplo el caso de dos miembros de la extinta organización terrorista alemana Fracción del Ejército Rojo (RAF) y de la irlandesa IRA, muertos ambos como consecuencia de una huelga de hambre.
En un comunicado emitido ayer, los asilados aludían al alemán Holger Meins, muerto en 1974 en la cárcel, así como Bobby Sands, fallecido en 1981 en parecidas circunstancias.
Ude reaccionó a la amenaza de suicidio advirtiendo de que se les prestará asistencia sanitaria, con o sin su consentimiento e incluso si es preciso para ello recurrir a la intervención policial.
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