La Audiencia condena a 65 años de cárcel a cinco acusados del crimen de Alcantarilla

  • Murcia.- La Audiencia Provincial de Murcia, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, ha condenado a penas que suman 65 años de prisión a los cinco jóvenes que fueron juzgados hace ahora un mes por la muerte de un hombre y el intento de homicidio del hermano, hechos ocurridos en un bar de Alcantarilla en agosto de 2007.

La Audiencia condena a 65 años de cárcel a cinco acusados del crimen de Alcantarilla
La Audiencia condena a 65 años de cárcel a cinco acusados del crimen de Alcantarilla

Murcia.- La Audiencia Provincial de Murcia, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, ha condenado a penas que suman 65 años de prisión a los cinco jóvenes que fueron juzgados hace ahora un mes por la muerte de un hombre y el intento de homicidio del hermano, hechos ocurridos en un bar de Alcantarilla en agosto de 2007.

La Sala considera que el autor material de la agresión que acabó con la vida de Óscar O. y causó heridas graves al hermano de éste Francisco O. fue Eduardo G.B., al que condena a 12 años y seis meses por un delito de homicidio y a siete años y seis meses por un delito de homicidio intentado.

Para el tribunal, los otros cuatro acusados, Antonio G., Juan G., Antonio S. y Antonio G. son cómplices de los hechos, y condena a cada uno de ellos a penas que suman once años y dos meses de prisión por los dos delitos citados.

Asimismo condena a los acusados a indemnizar a los padres de la víctima en cien mil euros y al hermano herido en 10.161 euros por las lesiones sufridas y las secuelas que le han quedado.

La Audiencia Provincial declara como hechos probados que los procesados Antonio G. y su hermano Juan G. llegaron el 9 de agosto de 2007 al bar "Mustafá", de Alcantarilla, junto a su primo Antonio G., en el momento en que se disponían a salir unos antiguos vecinos suyos, los hermanos Óscar y Francisco O.

Entonces, dice la sentencia, se originó un incidente que comenzó cuando Antonio G. "comenzó a propinar a Francisco pequeños golpes en el cuello, que si en un principio parecían inspirados en un talante burlón, por sus desabridas maneras y mortificante insistencia acabaron molestando a Francisco, que hizo patente su protesta y malestar".

A continuación se desencadenó una reyerta en la que los dos grupos familiares se enfrentaron a golpes y puñetazos, y cuando la misma parecía que iba a cesar, entraron en el local los otros dos acusados, uno de los cuales, Eduardo G., con un arma blanca, asestó a Óscar dos puñaladas que le quitaron la vida, y a su hermano, otras siete de gravedad.

El tribunal no ha conseguido esclarecer si la presencia de estos dos últimos respondía a la llamada efectuada por los tres procesados que habían llegado antes al bar.

Sobre este extremo, comenta la sentencia que "uno de los tres inculpados hizo una llamada por telefonía móvil, que coincidirá con la pronta llegada al lugar de los otros dos acusados".

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