La audiencia nacional procesa a “cásper”, el ladrón que robaba cocaína a los narcos


El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a los 28 presuntos miembros de una de las organizaciones criminales más peligrosas y violentas que operaban en España, liderada por Ángel Suárez Flores, alias “Cásper”, que se dedicaba supuestamente a robar cargamentos de cocaína a los propios narcotraficantes.
El auto dictado por el juez acusa a los procesados de un total 450 delitos -50 de ellos a “Cásper”-, como tráfico de drogas, secuestro, lesiones, robo con violencia, mutilación de miembros, extorsión, coacciones, tenencia ilícita de armas, allanamiento de morada, asociación ilícita, blanqueo de capitales y contra la salud pública.
Velasco señala en la resolución que los procesados formaban “una organización de organizaciones criminales”, en la que “Cásper” actuaba como “líder férreo” y que se dividían en diferentes ramas especializadas, cada una con su propio jefe.
ROBO DE COCAÍNA
“Cásper”, también conocido como “Óscar”, “El Loco” o “El Padrino de Madrid”, se encargaba de obtener la información inicial sobre los cargamentos de cocaína que otras organizaciones de narcotraficantes pretendían introducir en España, para después robarla. En ocasiones, era él mismo quien incitaba el tráfico de drogas -financiando una parte-, para finalmente apoderarse de ella y aparecer como perjudicado.
Una vez obtenía la información, “Cásper” ponía a trabajar a todos sus hombres desempeñando cada uno de ellos una función específica, por cuyo trabajo eran altamente remunerados. Había expertos en informática, cerrajería, reparaciones, electrónica, camuflaje, espionaje, balizas, infraestructuras de coches y localizadores de vehículos.
Cuando la información no era completa, la organización utilizaba investigaciones confidenciales y seguimientos muy sofisticados con medios tecnológicos avanzados sobre la persona objetivo y sus familiares, así como domicilios, empresas y lugares públicos. Como ejemplo del grado de sofisticación, llegaron a colocar una cámara de visión nocturna camuflada en la rama de un árbol.
SECUESTROS Y TORTURAS
Entre otros hechos, el juez atribuye a “Cásper” la financiación a un presunto narcotraficante con 450.000 euros para la importación de un cargamento de cocaína desde Colombia, préstamo por el que recibiría un millón de euros de “intereses”. Gracias a ello, pudo obtener información de primera mano sobre la entrega de la mercancía, con el objetivo de apoderarse íntegramente de ella.
A partir del 31 de agosto de 2009, la banda se fijó en el robo de dos contenedores procedentes de Bolivia en cuyo interior, oculto entre madera, viajaba un cargamento de cocaína. Para lograr la información necesaria que le llevara hasta su botín, “Cásper” y varios de sus secuaces secuestraron, haciéndose pasar por guardias civiles, a un individuo al que llevaron hasta una nave de Algeciras (Cádiz). Allí, durante más de diez horas le amenazaron, golpearon y le cortaron el dedo pulgar del pie, tras lo cual obtuvieron el nombre del encargado de tramitar el contenedor. Una vez localizado su siguiente objetivo, le raptaron igualmente y le llevaron hasta la misma nave, donde le golpearon de forma repetida.
El cargamento entró en España a finales de 2009 y quedó depositado en una nave de Jerez de la Frontera (Cádiz). Para apoderarse de la droga, “Cásper” y sus hombres secuestraron a cuatro encargados de su traslado y distribución haciéndose pasar por agentes de la Benemérita, por un juez y un secretario. A uno de ellos le rompieron el codo con la barra de hierro de una chimenea y a otro le partieron las dos piernas, las muñecas y las costillas y le quemaron con un soplete, torturas que le causaron un paro cardíaco. Finalmente, consiguieron hacerse con los 211 kilos de cocaína procedente de Bolivia oculta entre las losetas de madera.
DETENCIÓN DE “CÁSPER”
La Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron a “Cásper” en mayo de 2011 junto a otras 21 personas de diferentes nacionalidades acusadas de integrar la organización criminal. El arresto tuvo lugar después de que el líder de la organización financiase a un supuesto narcotraficante con 217.500 euros para que introdujera en España cocaína y así poder tener información preferente para efectuar el robo.
Como no conseguían localizar al narco y con el objetivo de cobrar la deuda, amenazaron a uno de los intermediarios de la operación, que les denunció y permitió la detención de “Cásper”. En el momento de su captura, Suárez Flores portaba una pistola con número de serie borrado, dos cargadores y munición.
BLANQUEO DE DINERO
Para “blanquear” el dinero obtenido con los robos de droga, “Cásper” se embarcó consecutivamente en gran cantidad de negocios vinculados, entre otros, con el mundo de la prostitución. Así, intentó comprar un hotel de Santa Pola (Alicante) para abrir el mayor prostíbulo de Europa, para lo cual hizo entrega de 120.000 y 660.000 euros en efectivo en billetes pequeños, operación que quedó abortada por su detención.
Además, trató de hacerse un hueco en el mundo de la hostelería, como prueba que intentara adquirir un establecimiento de Marbella, un centro comercial entero en A Coruña -valorado en 140 millones de euros-, o la concesión de un hipermercado en Madrid.
Otros de sus propósitos eran adquirir una vacuna contra el cáncer en Sudamérica, entrar en el negocio del biodiesel en Ucrania y en el de la madera, así como participar en la construcción de un puerto en Kribi (Camerún).

Mostrar comentarios