La casa cuartel de Burgos, la mayor condena de ETA

  • La sentencia a 3.860 años de cárcel impuesta hoy por la Audiencia Nacional a cada uno de los tres etarras del comando Otazua que atentaron en 2009 contra la casa cuartel de Burgos es la mayor condena a miembros de ETA en su medio siglo de historia terrorista.

Paco Pardo

Madrid, 11 dic.- La sentencia a 3.860 años de cárcel impuesta hoy por la Audiencia Nacional a cada uno de los tres etarras del comando Otazua que atentaron en 2009 contra la casa cuartel de Burgos es la mayor condena a miembros de ETA en su medio siglo de historia terrorista.

Daniel Pastor, Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria, todos ellos terroristas de la última generación de ETA, mucho menos conocidos que los históricos pistoleros de la banda, han alcanzado el triste récord de convertirse en los etarras a los que mayor pena ha impuesto la Audiencia Nacional, en su caso como autores, cada uno de ellos, de 160 asesinatos en grado de tentativa.

No obstante, la mayor condena por terrorismo dictada en España fue por los atentados del 11-M, ocurridos en 2004 en Madrid, en la que los 18 acusados en el proceso fueron condenados en 2007 a penas de hasta 42.919 años por 191 muertos y 1.841 heridos.

Además de los tres sentenciados por la casa cuartel de Burgos, la siguiente mayor condena contra fue para el exdirigente de ETA Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y el principal artificiero de la banda, Jose María Arregui Erostarbe, Fitipaldi.

En 2003, Pakito y Fitipaldi fueron condenados a 2.354 años de prisión por el atentado cometido en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en el que murieron 11 personas, cinco de ellas niñas.

Los antiguos miembros del comando Madrid Esteban Esteban Nieto, José Ignacio de Juana Chaos, Antonio Troitiño e Inés del Río fueron condenados en 1989 cada uno de ellos a 2.232 años de cárcel por el atentado de la plaza de la República Dominicana, ocurrido el 14 de julio de 1986, en el que murieron 12 guardias civiles.

El etarra francés Henri Parot, cuyo apellido dio nombre a la doctrina que ha tumbado ahora el Tribunal de Estrasburgo, fue sentenciado en 1994 a 1.802 años de prisión también por el atentado con coche bomba contra la casa cuartel de Zaragoza de 1987.

El 21 de noviembre de 1996, Parot recibió otra condena a 1.170 años por el atentado contra la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid en 1988.

Irene Idoia López Riaño, la Tigresa, fue condenada el 9 de julio de 2003 a 1.572 años de cárcel por el atentado perpetrado en la plaza de la Republicana Dominicana de Madrid en 1986.

José Zubieta Zubeldia recibió otra milenaria condena en 1993, cuando la Audiencia Nacional le sentenció a 1.311 años de cárcel por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona) en el que murieron 9 personas, entre ellas cinco niños en mayo de 1991.

Los etarras José Gabriel Zabala Erasun y Gonzalo Rodríguez fueron condenados a 1.170 años cada uno el 21 de noviembre de 1996 por el atentado contra la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid en noviembre de 1988. En él murieron dos personas, una de ellas un niño de dieciocho meses, y resultaron heridas otras ochenta y ocho, cuarenta y seis de ellas guardias civiles.

Otro histórico de ETA, Jose Antonio López Ruiz, Kubati, recibió en 2001 una condena a 1.128 años de prisión por esta acción.

Cierra esta tétrica colección del horror el conocido atentado de Hipercor, precisamente la mayor matanza cometida por ETA en Barcelona en 1987, con 21 muertos, lo que supuso una condena de 794 años de cárcel para sus autores, entre ellos Domingo Troitiño y su ideólogo Santiago Arróspide, Santi Potros.

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