La cirugía permite superar hasta el 90 % de tumores de colon en fase inicial

  • Cada año se diagnostican en España cerca de 28.000 nuevos casos de cáncer de colon, cuyo Día Mundial se conmemora mañana, pero pese a estas cifras sobre el tumor maligno más frecuente en el país hasta el 90 por ciento de estos tumores, si se diagnostican en las fases iniciales, se puede curar.

Belén Escudero

Madrid, 30 mar.- Cada año se diagnostican en España cerca de 28.000 nuevos casos de cáncer de colon, cuyo Día Mundial se conmemora mañana, pero pese a estas cifras sobre el tumor maligno más frecuente en el país hasta el 90 por ciento de estos tumores, si se diagnostican en las fases iniciales, se puede curar.

La cirugía es la única modalidad de tratamiento que por sí sola puede curar esta enfermedad si se detecta a tiempo, y en estadios avanzados es una herramienta imprescindible sin la que no hay posibilidad de curación o de supervivencia a largo plazo.

Y es que, según ha señalado en una entrevista a Efe el doctor Santiago González Moreno, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Oncológica (SEOO), aunque la quimioterapia y radioterapia tienen un papel importante en estos casos avanzados, por sí solas, sin cirugía, a largo plazo no pueden conseguir resultados.

Cuando la enfermedad está avanzada es imprescindible coordinar los esfuerzos de las tres terapias para obtener el mejor resultado, aunque "si el paciente no tiene opción quirúrgica los resultados son muy inferiores".

"Podemos decir, por tanto, -precisa González Moreno- que sin cirugía no hay curación en cáncer colorrectal".

P.- ¿Cómo se detecta el cáncer colorrectal a tiempo?

R.- Mediante las pruebas diagnósticas de cribado de la población general, a partir de los 50 años aproximadamente, o antes si hay antecedentes familiares. La prueba que ha demostrado ser más útil y eficaz es la colonoscopia, aunque hay otras también eficaces, como el test de sangre oculta en heces.

Es muy importante que la población sea consciente a la necesidad de cribado, como ya lo es con el cáncer ginecológico o el de mama, y también sobre los posibles síntomas ante los que debemos acudir a una consulta.

P.-¿Están disponibles en España todas las opciones quirúrgicas existentes?

R.- Sí, aunque los diferentes niveles de complejidad quirúrgica que se requieren, según el estadio de la enfermedad, están disponibles de una forma más o menos generalizada.

Cuando la enfermedad está localizada (cuando no hay metástasis) la cirugía se realiza de forma habitual en muchos hospitales generales, tanto públicos como privados.

La cirugía de la enfermedad con metástasis (en el hígado, la zona peritoneal o los pulmones) debe realizarse en hospitales de referencia, porque entrañan una especial complejidad y precisan de una formación quirúrgica específica.

Es la manera de evitar resultados mediocres y complicaciones innecesarias. En estos casos, es esencial que el hospital tenga una experiencia sólida y un volumen anual de pacientes adecuado.

La cirugía del cáncer colorrectal, sea localizado o metastásico, debe hacerse siempre por cirujanos expertos en cáncer. Una cirugía inadecuada puede dar al traste con las posibilidades de curación o del control oncológico de un paciente.

P.- ¿Qué alternativas hay disponibles cuando el cáncer se ha extendido?

R.- En estos casos es imprescindible la valoración por un grupo multidisciplinar donde se pondere la posibilidad de extirpar la enfermedad metastásica, dentro de una estrategia terapéutica que combina cirugía de las metástasis con quimioterapia, sea sistémica (intravenosa u oral) o intraperitoneal, y a veces con radioterapia.

Sin esta valoración inicial, desde el momento en que se conoce el diagnóstico de metástasis, podemos perder una oportunidad de abordaje con intención curativa a los pacientes.

Pero no todos los pacientes metastásicos son candidatos a cirugía. Si el paciente no lo es o se cree que no va a serlo en un futuro, tras un tratamiento inicial que reduzca la extensión, la base del tratamiento es la quimioterapia intravenosa.

P.- ¿Cómo es la calidad de vida de los pacientes sometidos a esta cirugía?

R.- En general, los pacientes recuperan una calidad de vida similar a la previa a la misma o a veces mejor. El tiempo que se tarda en llegar a ese punto, tras la cirugía, depende de la extensión de la cirugía, determinada a su vez por lo extendida que esté la enfermedad que tengamos que extirpar y dónde esté localizada.

P.- ¿Es necesario aplicar siempre quimioterapia tras la cirugía?

R.- En los casos localizados de cáncer de colon no siempre es necesario. Solo si hay ganglios regionales afectados o criterios de mal pronóstico.

En casos de cáncer de recto localizado, que llamamos localmente avanzado, el estándar es aplicar quimioterapia y radioterapia antes de la cirugía y en general quimioterapia tras la cirugía.

En cirugía de metástasis la quimioterapia es imprescindible, y puede darse antes de la cirugía, después, o antes y después.

P.- ¿Es recomendable la laparoscopia en el cáncer de colon y recto?

R.- En cáncer localizado, la laparoscopia hecha por un experto aporta las mismas posibilidades de control de la enfermedad que la cirugía tradicional. En cáncer de colon esto está científicamente establecido, aunque en cáncer de recto aun no hay una evidencia incuestionable. Pero no todos los pacientes son candidatos a cirugía laparoscópica. Cuando puede hacerse, las ventajas son cosméticas (la herida quirúrgica es menor) y se recupera la actividad habitual antes.

La cirugía robótica está irrumpiendo con fuerza en el panorama de la cirugía de mínima invasión, pero de todas formas sus ventajas frente a la cirugía laparoscópica habitual, intuitivamente claras, quedan por demostrar en un estudio a gran escala.

P.-¿Resulta siempre necesario colocar una ostomía (bolsa) tras la operación?

R.- No siempre es necesario. En general, la colocación de un estoma -una abertura al exterior que se practica en un órgano hueco, como el intestino, o entre dos de ellos- sólo se aplica a los casos de cáncer de recto, no a los de colon.

Cuando el cáncer está muy cerca del ano, este estoma es definitivo, de por vida. Cuando está más lejos del ano, pero se ha usado radioterapia antes de la cirugía, el estoma es también necesario pero temporalmente. Luego, tras unos meses, se reconstruye el tránsito normal.

Hay que desmitificar los problemas y tabús asociados a los estomas. Una persona puede hacer una vida prácticamente normal (laboral, hacer deporte, relacionarse, vida sexual) si se implica en su cuidado y lo acepta como una actividad más de cuidado personal. Esto necesita del concurso imprescindible e insustituible de enfermería especializada, que educa y ayuda a los pacientes en esta labor hasta que son independientes.

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