La coalición anti-EI se reúne en París para intensificar la lucha en Siria e Irak

  • La coalición dirigida por Estados Unidos que lucha contra la organización yihadista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak se reúne el miércoles en París con el objetivo de movilizar más medios militares.

Los ministros de Defensa de los siete países que participan en la campaña aérea y en la formación de las fuerzas iraquíes (Estados Unidos, Francia Australia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y Holanda) se reúnen a las 11H00 GMT en el ministerio francés de Defensa.

Implicada militarmente en Siria, Rusia no participa en esta reunión.

El encuentro, copresidido por los ministros francés, Jean-Yves Le Drian, y estadounidense, Ashton Carter, permitirá hacer "balance de las acciones de la coalición" y "estudiar pistas para intensificar la campaña militar", según fuentes francesas.

Van a estudiar las medidas "necesarias para acelerar el ritmo" de las operaciones, según las mismas fuentes.

Emprendida a mediados de 2014, esta campaña estuvo afectada durante mucho tiempo por los compromisos dispersos de sus miembros, pero empieza finalmente a dar frutos, según los expertos. El EI sufrió derrotas en Kobane (Siria), Sinjar y últimamente en Ramadi (Irak).

La reunión abordará también la situación en Libia, donde el EI gana terreno aprovechando el caos político que reina en el país. No obstante, no habrá al respecto propuestas concretas el miércoles, según una fuente norteamericana.

En Irak y Siria, los bombardeos se intensificaron desde los atentados del 13 de noviembre en París, en particular contra las instalaciones de producción de petróleo, cuyo tráfico es uno de los principales recursos del EI.

Antes del inicio de la reunión, Carter depositó unas flores en la plaza de la República de París en memoria de las víctimas de esos ataques yihadistas.

Para Estados Unidos, la reunión de París debe permitir conseguir más apoyos. "Muchas naciones pueden hacer más", suele decir Ashton Carter.

Este mensaje está dirigido sobre todo a los países árabes y del Golfo, que intervienen más en Yemen desde marzo, y de los que se apreciaría una mayor participación, aunque sea simbólica, señala una fuente del equipo de Carter.

Los países de Asia, implicados esencialmente en actividades humanitarias, podrían aumentar su apoyo en términos de entrega de equipos militares, según la misma fuente.

Recientemente, el jefe de operaciones del estado mayor francés, general Didier Castres, reconoció que la estrategia militar de la coalición tiene "debilidades para producir efectos rápidos", en particular a raíz de los "medios utilizados" y de los procedimientos para evitar daños colaterales.

Los siete ministros analizarán asimismo los medios necesarios para "acelerar el aumento de la capacidad de las fuerzas locales", es decir los peshmergas kurdos y el ejército iraquí, según París.

Instructores estadounidenses, australianos y franceses han entrenado ya a unos 15.000 soldados iraquíes, sobre todo en la lucha contra las bombas artesanales y los vehículos kamikazes, armas habituales del EI.

Las potencias occidentales siguen siendo reticentes a repetir la experiencia de una presencia militar norteamericana masiva en Irak, pero reconocen la necesidad de aumentar el número de fuerzas especiales y la capacidad de colecta de información.

Entre los países europeos, Holanda prometió una respuesta sobre su participación antes de fin de enero. Australia, en cambio, ha rechazado ya toda idea de aumentar su ayuda militar.

Respecto a los conflictos en Irak y Siria, la idea sigue siendo agregar una parte diplomática al tema militar, se señala en París. Pero la propuesta de Francia de una gran coalición única contra el EI, incluyendo a Rusia, que no participa en esta reunión, ha quedado descartada.

Las conversaciones previstas por la ONU el 25 de enero en Ginebra sobre una solución política en Siria se anuncian arduas, dado que los principales participantes siguen sin estar de acuerdo sobre la composición de la delegación de la oposición siria.

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