La coalición de centro derecha avanza en las elecciones regionales y la izquierda pierde su hegemonía

  • El auge del partido de extrema derecha Liga Norte ha sido, junto a la abstención, una de las claves de los comicios regionales de Italia, en los que la coalición de derechas arrebata a la izquierda cuatro regiones y pasa a controlar seis de las trece plazas en liza.
EFE

El centro-derecha político italiano, liderado por el primer ministro, Silvio Berlusconi, ha logrado un importante avance en las elecciones regionales celebradas entre el domingo y el lunes en Italia al hacerse con seis de las trece regiones en liza y arrebatar al centro-izquierda cuatro plazas.

Con casi el cien por ciento de los votos escrutados en la mayoría de las divisiones regionales, el centro-derecha cierra estas elecciones con un claro aumento con respecto a las dos regiones con las que llegaba, mientras que el centro-izquierda se queda con siete, después de presentarse con los gobiernos de once.

Con el líder de la LN, Umberto Bossi, proclamando la desaparición de la izquierda en el norte del paísy el principio del federalismo en las regiones que controlen, laverdadera protagonista de los comicios fue la abstención, que fuesuperior en 8 puntos a las elecciones de 2005, con apenas un 65 porciento de participación.

Y a la abstención le acompañó la Liga Norte: el partido de Bossi seconvirtió en la formación más votada en Véneto y la segunda enLombardía, así como triplicó sus votos en Emilia-Romaña y losquintuplicó el Toscana.

Lo que en un principio parecía a todas luces una clara victoria por parte de las formaciones de centro-izquierda, proclamada incluso por el opositor Partido Demócrata (PD) instantes después de cerrar los colegios y cuando aún sólo se tenían proyecciones de votos, terminó por convertirse en una importante remontada de la derecha.

La clave estuvo en las regiones de Piamonte y Lacio, donde la lucha fue muy ajustada en todo momento y en la que sólo hasta última hora no se pudo saber que el centro-derecha italiano había conseguido invertir ese castigo del electorado a Berlusconi que muchos vaticinaban.

A falta de la confirmación oficial definitiva con el total de los votos escrutados, el mapa de las trece regiones que concurrían en los comicios queda así: el centro-izquierda gana en Liguria, Emilia-Romaña, Umbría, Basilicata, Toscana, Las Marcas y Apulia, mientras que el centro-derecha vence en Lombardía y Véneto -las dos únicas que traía de 2005- más las sureñas Campania y Calabria, así como la norteña Piamonte y la capitalina Lacio.

En el Véneto, el ministro de Agricultura, Luca Zaia, de la Liga Norte (LN), se hizo con la victoria con un 60,1 por ciento de los votos, al tiempo que Roberto Formigoni, del Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, conservó la próspera región de Lombardía con un 56,1 por ciento de los sufragios, después de que su lista fuera readmitida tras quedar excluida por un defecto de forma.

Otra región que fue a parar a manos del centro-derecha desde el primer momento fue la sureña Campania, donde Stefano Caldoro se hizo con el 54,1 por ciento de los votos, en una victoria que llega después de que el último gobernador, del PD, Antonio Bassolino, se viera salpicado por los escándalos relacionados con la crisis de las basuras de 2008.

Y también fue clara la ventaja de Giuseppe Scopelliti en la sureña Calabria con un 58,5 por ciento, pero donde el escrutinio ha progresado de modo muy lento.

Las dos regiones que presentaban interrogantes, Piamonte y Lacio, terminaron de dar la victoria moral de los comicios al centro-derecha, sobre los que en todo momento planeó la sombra de una posible repetición de los resultados de las recientes elecciones francesas.

En el Piamonte, la actual gobernadora Mercedes Bresso terminó cediendo el poder ante el aspirante del centro-derecha, Roberto Cota, de la Liga Norte, artífice de un vuelco histórico de signo político con un ajustado 47,6 por ciento de los votos.

El Lacio, la región con un mayor índice de abstención, vio cómo las candidatas de centro-izquierda Emma Bonino y de centro-derecha Renata Polverini mantuvieron muy cortas las distancias, y sólo a última hora de la noche esta última se hacía con la victoria por un 50,2 por ciento.

Lo que ha ocurrido en esta región es clave para el análisis político italiano, pues el centro-izquierda parece no haber podido resistir los efectos del escándalo sexual del anterior gobernador, Piero Marrazzo, y el centro-derecha salió fortalecido de la falta del PDL por la provincia de Roma, después de que su lista quedara excluida al ser presentada fuera de plazo.

Los resultados parecen ser tan claros que el propio líder del opositor partido Italia de los Valores (IDV), Antonio di Pietro, admitió en un programa de la cadena pública RAI que el PDL de Berlusconi era el vencedor de las elecciones.

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