La coalición gobernante gana los comicios legislativos en Estonia

Moscú.- La coalición gobernante en Estonia encabezada por el Partido de las Reformas (PR) del primer ministro conservador, Andrus Ansip, ganó las elecciones parlamentarias celebradas la víspera, según los datos preliminares anunciados esta madrugada por la Comisión Electoral Central (CEC).

El PR se impuso al resto de partidos con el 28,6 por ciento de los votos, y consigue así 33 de los 101 escaños del Parlamento, dos más que en las anteriores elecciones legislativas, celebradas en 2007.

Le sigue la formación de centro-izquierda Partido del Centro (PC), del alcalde de Tallin, Edgar Savisaar, con el 23,3 por ciento de votos, lo que le supone 26 bancas en el Legislativo, tres menos que hace cuatro años.

En tercer lugar se coloca el socio de coalición del PR, la formación Respublica del ex primer ministro Mart Laar, que con el apoyo del 20,5 por ciento de los ciudadanos que depositaron su voto suma 23 escaños, cuatro más que en las pasadas legislativas.

También accede al Parlamento el Partido Socialdemócrata, con el 17,1 por ciento de los votos, con lo que consigue 19 escaños, nueve más que en 2007.

Sólo estos cuatro partidos lograron superar el 5 por ciento de votos necesarios para acceder al arco parlamentario, por lo que se quedaron fuera formaciones como la Unión Popular y los Verdes, que sumaron tan solo el 2,1 y el 3,8 por ciento de apoyos, respectivamente, así como el Partido Ruso, con el 0,9 por ciento.

El primer ministro afirmó que desearía mantener la actual coalición de Gobierno con el partido Respublica, aunque señaló que "todo es posible y, naturalmente, las negociaciones no serán fáciles".

"Ya hace tiempo que expuse mis preferencias: la principal, continuar con esta misma coalición, porque ha quedado demostrado que funciona. Hemos superado tiempos difíciles y no quisiera cambiar de socios", dijo Ansip en declaraciones a la televisión pública.

Según los expertos, de repetirse la coalición, se mantendrían también los actuales ministros, con lo cual no cabría esperar cambio alguno ni en política interior ni exterior.

La participación en estos comicios legislativos, los primeros desde el ingreso de Estonia en la zona euro el pasado 1 de enero, fue del 62,9 por ciento, con 573.325 ciudadanos de los 912.600 con derecho a voto que acudieron a las urnas.

Casi un cuarto de millón de estonios votaron por anticipado, entre ellos más de 140.000 por internet, práctica en la que la república báltica es pionera y que le ha valido el popular sobrenombre de E-stonia.

De acuerdo con los resultados, puede decirse que los estonios han premiado la política de austeridad introducida por Ansip tras el estallido de la crisis económica que sacudió con virulencia a los tres países bálticos y que le obligó a tomar decisiones muy impopulares como el recorte de los gastos sociales.

Contra todo pronóstico, Ansip, de 54 años, el único jefe de Gobierno local que ha agotado su mandato en 20 años de democracia, logró cumplir con los requisitos planteados por la Unión Europea para poder renunciar a la corona estonia y adoptar el euro como divisa.

Como es ya tradición, las elecciones estuvieron marcadas por la controversia de que un 10 por ciento de población en edad de votar no pueda hacerlo, ya que se trata de personas, rusos en su mayoría, sin pasaporte.

Son los conocidos como "no ciudadanos", personas que incluyen también a los eslavos nacidos en Estonia, pero que no reciben automáticamente la ciudadanía, ya que antes deben superar un examen sobre la lengua estonia y la Constitución nacional.

El Parlamento que salga de las elecciones de hoy será el encargado de elegir al nuevo presidente del país en la segunda mitad de este año.