Comisión de la crisis financiera: excusas, viejas rencillas... y muy pocas respuestas

  • Rato pone en un brete a Guindos, Salgado apunta a Europa y Solbes confiesa que ZP fue cortoplacista y que sus ideas caían en saco roto.
Solbes y ZP en su etapa de Gobierno
Solbes y ZP en su etapa de Gobierno

A Napoleón se le atribuye la siguiente sentencia: “Si quieres solucionar un problema, nombra un responsable; si quieres que el problema perdure, nombra una comisión”. En España se podría añadir, si el objetivo es que nada se aclare y todo se embarulle, nombra una comisión de investigación. La última, celebrada para investigar la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorros ha acabado en un balones fuera -cuando no en un ataque político-en toda regla. Rato ha puesto en un brete a Guindos, éste ha contestado de forma sibilina (y aún no ha comparecido, lo hará este martes), y Solbes ha rematado a Zapatero después de ajustar cuentas con él ya en el libro 'Recuerdos'.

Había morbo. No en vano, Guindos, el actual ministro de Economía de Rajoy, fue durante años 'discípulo' del todopoderoso vicepresidente que llegó a lo más alto: el FMI. Ahora, paradojas de la política, es él quien desea ('sotto voce') estar en el BCE. Y sus relaciones habían pasado de la amistad y la complicidad a una tensión notable. "Para mí no es una cuestión muy sencilla, estuve ocho años colaborando con Rodrigo Rato en diferentes posiciones en el ministerio de Economía, y por ello no es sencillo ni es fácil", decía Guindos al ser preguntado en su día sobre los problemas que en la última etapa afronta su antiguo amigo.

Y dicho esto -y valga la ironía-, desde luego la comparecencia de Rato no ha ayudado a Guindos en sus aspiraciones para entrar en el BCE. Para empezar,  apuntó contra lo que éste y Rajoy consideran su gran logro a lo largo de estos años: evitar el rescate. Rato dejó caer lo contrario: no lo evitaron, lo querían, pero Merkel solo aceptó el bancario, después de que "De Guindos, a poco de asumir el cargo afirmara que el sector necesitaba más de 60.000 millones". El otro ataque fue por el 'caso Bankia'. Rato acusó a Guindos de encargar a los competidores que calcularan las provisiones que necesitaría Bankia y que ellos fueron los "los grandes receptores de los depósitos que salieron tras su rescate". Y más. "En ninguna de aquellas citas estuvo presente el Banco de España", algo que Rato interpreta como que "directamente se le ocultaron".

El exvicepresidente, con notable dominio de la situación en el Congreso, también recordó que a José Ignacio Goirigolzarri le dieron 19.000 millones sin justificación, a su juicio, mientras que él habría solventado la situación con tan solo 7.000 millones. Ante la comisión defendió su gestión y apuntó a que si Guindos cree que se forzaron voluntades de reguladores, solo tiene que ir al fiscal. Rato también apuntó su sorpresa porque "España se negara a crear un banco malo, un error de los dos gobiernos, porque se tenía que haber creado mucho antes". Otro dardo a uno de los hombres que hasta el último minuto se mostró contrario... Guindos. "Yo lo defendí y dije que era urgente", dejó claro Rato.

Guindos no tardó en contestar a Rato: Bankia hoy "compite, está bien gestionada y no tiene ningún tipo de interferencias políticas. Ustedes comparen". De los 19.000 frente a los 7.000 no dijo nada.

"¿El rescate un saqueo? Eso es el mercado, amigo"

La comisión en teoría pretendía poner en evidencia las responsabilidades y los errores. Poco de eso. ¿Alguna responsabilidad en la burbuja inmobiliaria? Rato la justifica porque España tenía demanda de viviendas, ya que esta necesidad no había podido satisfacerse en los 80 y 90 por el alto paro y los tipos. ¿Y el rescate bancario? Rato dejó claro que "supuso una pérdidas para los accionistas privados superiores a las del erario. Los accionistas perdieron 100.000 millones de euros, más otros 70.000 millones puestos en ampliaciones de capital frente a los 60.000 millones públicos."¿Eso es un saqueo? No. Eso es el mercado, amigo", contestó. En cuanto a sus actuales problemas legales desveló que cuatro ministro estaban al tanto de la calle de su ingreso en prisión: Justicia, Hacienda, Economía y Trabajo. Ante eso, silencio en el Ejecutivo.

Solbes ajustó cuentas con ZP, que nunca le escuchó

Solbes resolvió también sus cuitas, aunque ya dejó algunas aclaradas en su libro 'Recuerdos'. Más autocrítico, desmontó la política económica de... ZP, cuando el propio Solbes estaba al mando de ella. Así, dejó claro que "no era partidario ni del Plan E, cuyas actuaciones deberían haber sido más permanentes, ni de la rebaja del IRPF de 400 euros o el cheque bebé, que estaban "mal diseñadas" y que además fue una "medida electoral". Tan electoral, reconoció, como su negativa a hablar de crisis en el recordado debate con Pizarro. Solbes destacó que su idea fue limitar la ayuda para la compra de vivienda y que criticó lo inadecuado de las hipotecas a 40 años, pero sus recomendaciones cayeron "en saco roto" ya que muchos sectores pretendían que "la fiesta no terminara". Criticó a su vez el excesivo peso de los sindicatos en las decisiones del Gobierno.

Solbes dibujó en la comisión el vicepresidente económico que le habría gustado ser. El que no llevaba a cabo una expansión fiscal, el que hacía reformas laborales, el que hacía algo en pensiones... La realidad es que durante su mandato se hizo lo contrario. "La opinión era diferente y el que tenía que irse evidentemente era yo". Solbes confesó, "sin acritud", que el gobierno debió de ser más "valiente" para mejorar el superávit presupuestario o la gobernanza de las cajas, pero que ZP era cortoplacista. Y que entre 2004 y 2009 dominó... la política. Al menos Solbes reconoció que no querer hablar de crisis, "lo hemos pagado caro".

Elena Salgado contra... Europa

Elena Salgado, por su parte, arremetió contra... Europa. Fueron los rescates de Grecia e Irlanda, los que aumentaron la desconfianza hacia España. E imitó a Rajoy al señalar que lograron evitar el rescate, un mérito que sí se han apuntado todos los ministros del ramo. Salgado expresó lo contrario que Solbes, pese a ser del mismo partido. Defendió el plan E porque "amortiguó" la destrucción de empleo algunos meses y sirvió para dar servicios públicos y facilidades a personas discapacitadas. "Por supuesto que hubo que hacer sacrificio, pero no a la griega". Y defendió su labor: "Ni tengo que pedir disculpas ni tengo nada de lo que arrepentirme", y creo que "en el Gobierno deben estar las personas más preparadas". No se sabe, visto lo visto, si como un aviso a navegantes.

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